El primer episodio de La Casa del Dragón recuerda gratamente a las dos primeras temporadas de Juego de Tronos, que fueron sin lugar a duda las mejores de la serie de, por aquel entonces, HBO. Los dragones, las batallas y los parajes de ensueño adoran lo que realmente engancha al espectador: las tramas políticas y el retrato de la condición humana.

Traición, amor, poder, guerra… Todos los temas están claramente inspirados en sucesos reales acontecidos en la Europa feudal y en el auge y posterior caída del Imperio Romano.

Los paralelismos son más que evidentes. Y al ver el primer capítulo de La casa del Dragón no se puede evitar pensar constantemente en los sucesos y libros que inspiran series así. En los días en los que vivimos, donde todo lo nuevo se hace viejo cada vez más rápido, los clásicos permanecen más actuales que nunca, puesto que siempre tratan los temas que nunca nos dejarán de interesar. Estos son algunos de los que constantemente se me venían a la cabeza mientras veía el primer episodio de La Casa del Dragón.

La Casa del Dragón es la nueva serie del universo de Juego de Tronos

Yo, Claudio, de Robert Greaves

Al igual que Juego de Tronos, La Casa del Dragón recuerda constantemente a la novela histórica y serie de televisión Yo, Claudio. Es más, es una copia con dragones, zombis y escenas de sexo explícito de por medio. Aunque he de confesar que no soy objetivo: Yo, Claudio es mi serie de TV preferida.

El libro de Robert Graves en el que se basa es una autobiografía ficticia de Claudio, un emperador romano al que ya no le queda mucho tiempo de vida. En sus memorias evoca su infancia y juventud cuando era un siempre espectador de las luchas por el poder absoluto en Roma durante el periodo de los primeros cuatro emperadores desde Julio César a Caligula. Claudio pertenecía a la dinastía Julio-Claudia, pero nunca se pretendió que él llegase a gobernar el Imperio. Era cojo, tartamudeaba y se le caía la baba. Esta aparente ineptitud para el cargo fue lo que, curiosamente, le salvó del fatal destino que sufrieron otros patricios durante el mandato de Tiberio y Calígula. El destino hizo que este pobre hombre, amante de la república romana acabase siendo el monarca absoluto del mayor imperio del mundo.

A través de sus páginas, el lector no solo conocerá cómo fue Roma durante los albores de la etapa imperial de forma bastante fidedigna, sino que podrá disfrutar de un retrato maravilloso de las virtudes y miserias del humano. El poder, la avaricia, la traición y los excesos son protagonistas del libro y la serie. El lector pronto verá que George RR Martin se inspiró en Claudio para crear a Tyrion Lannister y en Calígula para retratar al codicioso y estúpido Joffrey Baratheon. El propio Martin ha dicho ser un admirador de la obra de Graves, que lo que hizo fue reconstruir la autobiografía que escribió el propio Claudio y se perdió con el paso del tiempo. Para ello se basó en los textos de los historiadores romanos de la época a los que él mismo tradujo.

La serie de la BBC es fantástica también

Si lo que te gusta de Juegos de Tronos es las maniobras políticas, las traiciones y las luchas por la sucesión, te recomiendo encarecidamente que leas la novela o veas la serie de TV.

Fue producida en los setenta y parece una obra de teatro debido al escaso presupuesto. Pero te animo a que veas por lo menos el primer capítulo al completo. Te enganchará. No hay dragones ni efectos especiales, pero sus diálogos y actuaciones lo compensan con creces. Yo, Claudio te gustará más que La Casa del Dragón si le brindas la oportunidad. Mejor incluso es que leas antes la novela, claro está.

Y si disfrutas de su lectura y de lo que en ésta se cuenta, no hay mejor forma para profundizar más aún en la historia de Roma que leer a los historiadores romanos en los que se basa Graves. La Vida de los Doce Césares de Suetonio, los libros de la Historia de Roma de Tito Livio y las Vidas Paralelas de Plutarco son un buen comienzo. Para una visión más completa de todo el periodo, uno de los libros más completos y mejor valorados es Decandencia y caída del Imperio Romano de Edward Gibbon.

El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo, en La casa del dragón

maquiavelo, una gran influencia en la casa del dragón
Nicolás Maquiavelo, Santi di Tito

Aunque no sea novela, ni un libro de Historia, este tratado político es esencial para profundizar en el poder y la política, temas centrales de La Casa de Dragón y Juego de Tronos. Es más, ambas series están claramente imbuidas de la filosofía de Maquiavelo.

El Príncipe inaugura lo que hoy en día entendemos por política, ya que desliga el poder y el Estado de la religión y la moral tradicional. Su vida como diplomático le permitió conocer a los grandes protagonistas de la época, y fue responsable de organizar el ejército popular de Florencia. Esta experiencia y su inteligencia le sirvieron para escribir un tratado para instruir a los príncipes, pero que a nosotros, humildes lectores, nos sirve como manual para gobernarnos a nosotros mismos.

Numerosos personajes de la serie están inspirados en las estrofas de este ilustre italiano. Éstos saben adaptarse a cualquier circunstancia en busca de su propio beneficio. Cuando llega la oportunidad, no dudan ni un instante en hacer el mal para hacerse con el anhelado poder.

Como he expuesto antes, el gran atractivo de La Casa de Dragón es mezclar a la perfección la fantasía con la política. Y no existe mejor manual para entender esta última que El Príncipe. Casi todas las ediciones actuales incluyen las notas escritas por Napoleón Bonaparte, admirador de Maquiavelo y de verse reflejado en cualquier personaje o acción ilustre que ensalzara su ya amplio ego.

Historia de la guerra del Peloponeso, de Tucídides

Si lo que te interesa de ambas series es la guerra y los conflictos entre las diferentes facciones, la Historia de la guerra del Peloponeso es uno de los mejores libros que podrás leer sobre el tema. Narrado por el general ateniense Tucídides, en él se relatan los sucesos relativos a la guerra que enfrentó a la Liga del Peloponeso, liderara por Esparta, y la Liga de Deos, liderada por Atenas por la hegemonía de la Antigua Grecia.

Además de ser un clásico de la literatura universal, que ha inspirado a los más ilustres autores, es uno de los primeros libros de historia que se han escrito. Dentro de los ocho libros de los que consta la obra, se detalla a la perfección todas las etapas, causas y consecuencias del conflicto. El lector pronto trazará los claros paralelismos entre la guerra del Peloponeso y el panorama geopolítico actual.

Los clásicos nos ayudan a entender los errores del pasado y anticipar los que podremos cometer en el futuro. En las series de HBO Max, las guerras son contadas de la misma forma, sin establecer un límite claro entre buenos y malos, sino exponiendo los motivos y anhelos de cada protagonista con los que empatizar o disentir.

Macbeth y Hamlet, de William Shakespeare

Macbeth, influencia en la serie de HBO Max
Macbeth y Banquo reuniéndose con las brujas en el brezal por Théodore Chassériau

Es sabido que la historia y el universo de George R. R. Martin está claramente inspirado en la Guerra de las Rosas. Bajo este nombre se conocen en la actualidad una serie de guerras civiles libradas por el control del trono de Inglaterra a finales del siglo XV. Enfrentó a dos ramas rivales, los Lancaster y los York nombradas en los libros y la serie de HBO Max como los Lannister y los Stark.

Bastante de lo que conocemos de estas guerras es gracias a la tetralogía teatral de Shakespeare al respecto (‘Enrique VI’, ‘Enrique VI’, ‘Enrique VI’ y ‘Ricardo III’). Pero también observamos referencias claras en el desarrollo de los personajes, que además de maquiavélicos, son muy shakesperianos. En la serie Juego de Tronos, Cersei Lannister encarna a la perfección la personalidad y acciones de Lady Macbeth, una mujer que empleando su astucia y malicia para manipular a los hombres llega al poder hasta que este la consume.

Obviamente, Shakesperare ha influido a cualquier escritor, pero en la obra de Martin no solo hay referencias explícitas, sino que la trama principal es muy similar a tragedias tan populares como Macbeth y Hamlet. Es teatro y en la traducción se pierdan muchas de las genialidades léxicas del dramaturgo. Pero Shakespeare atrapa, y tras leerlo es imposible no caer en la conclusión de que casi todas las series de televisión son, en el mejor de los casos, un refrito de sus obras.

Los Borgia, de Mario Puzo, la clave de La Casa del Dragón

Imagen de la familia borgia, influencia en la casa del dragón de HBO Max
La familia Borgia, Dante Gabriel Rossetti

En la obra de Martin se retratan varias familias y sus luchas por el poder. Inspiradas en sucesos históricos y literarios, es difícil encontrar un mejor ejemplo que las diferentes narraciones sobre los que podemos encontrar Borgia. Esta casa de la nobleza, procedente de Aragón acabó siendo una familia muy influyente durante el Renacimiento en Italia. De esta salieron incluso dos papas: Alejandro IV y Calixto III. Los Borgia han cautivado a numerosos escritores por ser una familia influyente, cruel y muy poderosa.

Gracias a su mecenazgo, artistas como Miguel Ángel, el Bosco o Leonardo da Vinci disfrutaron de una especial protección y pudieron crear varias de sus obras más conocidas. La equivalencia entre los Lannister y los Borgia es evidente, incluyendo el incesto, la conspiración y el uso de cualquier medio para llegar al fin último: engrandecer y perpetuar el legado y la hegemonía de la familia.

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Los Borgia narra la vida de la familia hasta alcanzar la cúspide del poder y cómo lo perdieron tras una innumerable retahíla de desgracias propiciadas por su propia codicia. Si disfrutas de las traiciones dentro de cada familia en la serie, te gustará adentrarte en esta novela histórica.