Transportar al máximo mandatario de un país siempre ha sido un asunto de seguridad complejo. Pero cuando ese mandatario es el presidente de Estados Unidos, el asunto adquiere una dimensión aún mayor. Es bien sabido que el Servicio Secreto no escatima recursos cuando se trata de preservar la seguridad del dirigente, y prueba de ello es "La bestia", como se le conoce a la sorprendente limusina Cadillac One que transporta a Joe Biden en sus giras locales e internacionales.
"La bestia", cuya fabricación exclusiva es responsabilidad de la automotriz estadounidense Cadillac, y que tiene un valor aproximado de 1,3 millones de dólares, es un vehículo único en muchos sentidos. Principalmente en el apartado de seguridad, pues la limusina integra múltiples sistemas que lo convierten, básicamente, en un búnker sobre ruedas. Y si bien pareciera que estamos describiendo un tanque de guerra, en ningún momento comprometen la comodidad de Joe Biden y sus acompañantes.
El Cadillac One entró en servicio apenas en 2018. Mantiene un estilo elegante y al mismo tiempo moderno, pues heredó algunos elementos distintivos del lenguaje de diseño más reciente de la automotriz norteamericana. En su frontal, por ejemplo, podemos apreciar una parrilla calcada del Escalade sedán. Pero que esa elegancia no te confunda, porque por dentro se esconde un monstruo capaz de soportarlo —casi— todo.
Vamos por partes. Mide 5,6 metros de largo y pesa entre 7 y 9 toneladas. Evidentemente, para poner este enorme peso en marcha, se necesita un motor fuera de lo habitual —en vehículos convencionales—. Aunque el fabricante y el gobierno de Estados Unidos no comparten demasiados datos técnicos por obvias razones, se especula que está basado en un motor V8 diesel usado por General Motors (propietaria de Cadillac) en camiones.
Aunque "La bestia" puede presumir todo tipo de equipamiento tecnológico para proteger a sus tripulantes, cuenta con una desventaja importante: debido a su tamaño, pero sobre todo a su peso, no puede realizar movimientos de forma ágil. Es decir, si en algún momento surgiera la necesidad de realizar maniobras arriesgadas al estilo Hollywood, el Cadillac One no saldría bien parada. Con el motor que incorpora actualmente, acelera de 0 a 100 km/h en 15 segundos, una cifra entendible para un vehículo tan pesado.
Seguridad digna de un búnker
Son diversos factores los que influyen para aumentar sustancialmente el peso del Cadillac One, pero ninguno como el blindaje. "La bestia" tiene una estructura blindada construida en acero, aluminio y cerámica. Se cree que esta capa alcanza los 20 centímetros de grosor, mientras que las ventanas reducen la medida hasta los 12 centímetros.
Gracias a esta impecable protección, la limusina puede soportar ataques con proyectiles de gran calibre; tan solo las ventanas pueden detener los disparos de calibre .44 Magnum. En la parte inferior, por su parte, se encuentra una placa de reforzamiento cuyo propósito es proteger el vehículo de las explosiones de granadas y otro tipo de artefactos explosivos. El tanque de combustible también está bien defendido.
¿Y las llantas? Joe Biden no tiene nada de que preocuparse. A diferencia de los neumáticos de tu auto, los del Cadillac One no usan aire. Por lo tanto, en caso de recibir disparos, pueden seguir avanzando. Pero Cadillac y el Servicio Secreto no se limitaron a crear un blindaje contra los habituales proyectiles, ya que también puede soportar ataques con sustancias químicas porque el interior puede sellarse herméticamente. Adicionalmente, cuenta con suministro propio de oxígeno.
Si los atacantes tuvieran la brillante idea de acercarse al Cadillac One para abrir sus puertas, les espera un descarga eléctrica de 120 voltios en las manijas. También se habla de que integra un sistema de visión nocturna, así que el conductor y los pasajeros pueden estar atentos a lo que sucede en el exterior incluso cuando predomina la oscuridad.
A pesar de que anteriormente mencioné que "La bestia" no podría destacar durante una persecución porque su peso se lo impide, tiene un "truco" que dificultaría el trayecto de sus percusores. Se trata de un sistema que derrama aceite para provocar que los vehículos que le siguen pierdan el control —sí, como las bananas en Mario Kart—.
Si bien la carta de presentación de "La bestia" nos hace pensar que está libre de contratiempos, el Servicio Secreto también ha pensado en una posible situación de tragedia. Por esta razón, el Cadillac One tiene un equipo de atención sanitaria con los utensilios necesarios para brindar primeros auxilios. Esto incluye un sistema de oxígeno de emergencia, desfibrilador y hasta reservas de sangre del presidente Joe Biden.
Seguro, pero también cómodo y bien comunicado
Con tantas características orientadas a la seguridad del presidente de Estados Unidos, ¿queda lugar para la comodidad? Pues sí, y de sobra. En este sentido, el Cadillac One no difiere mucho de lo que podrías encontrar en una limusina de lujo. Tiene espacio suficiente para que siete pasajeros viajen cómodamente.
Otro punto que el Cadillac One cubre perfectamente es de la comunicación. Si se requiere, la limusina puede comunicarse directamente con cualquier otro vehículo que forme parte de la caravana. El vehículo aísla muy bien el sonido, entonces no habrá problemas para sostener una conversación cuando el ruido impera en el exterior.
En muchas películas seguramente has visto que el presidente de Estados Unidos tiene la facultad de iniciar un ataque nuclear con tan solo realizar una simple llamada o presionar un botón. Pues bien, "La bestia" ofrece los canales seguros de comunicación para que el mandatario, apoyándose en los famosos códigos secretos, inicie el lanzamiento de misiles nucleares.
Joe Biden quiere que el Cadillac One sea eléctrico
La electrificación es el futuro de la movilidad a nivel global y el gobierno de Joe Biden, a diferencia del presidente anterior, está impulsando la adopción de los coches eléctricos en el país norteamericano. Esa visión también podría alcanzar al Cadillac One en un futuro cercano.
Actualmente, el mencionado vehículo gasta aproximadamente 63 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Y si bien la gasolina la pagan los ciudadanos estadounidenses a través de sus impuestos, no se ve bien que un presidente que fomenta el cuidado del medio ambiente se traslade en un vehículo con motor de combustión que además tiene un consumo exorbitante.
Es por esta razón que Joe Biden tiene la intención de convertir el Cadillac One en una limusina eléctrica. "Es algo de lo que ha hablado el presidente y es un objetivo para él", mencionó en 2021 Jen Psaki, antigua secretaria de prensa de la Casa Blanca. Curiosamente, esto ocurrió después de que Biden probara la Ford F-150 Lightning, la nueva Pick-up eléctrica de la marca.
Algunos rumores anticipan que la versión eléctrica del Cadillac One ya está en desarrollo. No obstante, quizá tengan que pasar varios años antes de ver el vehículo terminado, pues trasladar la propuesta actual a una plataforma eléctrica conlleva múltiples desafíos.