Un chico se sienta frente a su computadora. A través de la línea telefónica, se conecta al ordenador de su instituto y hace algunos cambios para contentar a su novia, que está con él en ese momento. Todo un hacker. Lo que nos llama a muchos la atención es que, aparte de que el ordenador tiene sus años, para conectarse al ordenador de su instituto, primero teclea unos números en el teléfono y luego conecta el terminal telefónico a un aparato. Ese aparato se llama acoplador acústico y así es como se comunicaban los primeros ordenadores domésticos en una época en la que internet empezaba a dar sus primeros pasos. La escena, por cierto, es de la película WarGames (Juegos de guerra, 1983). El chico protagonista está interpretado por un jovencísimo Matthew Broderick. Y su pareja, en la escena, es la actriz Ally Sheedy.

Si quieres saber lo que acabará pasando en esa película, te recomiendo verla. La historia es buena, tiene cierta vigencia en nuestros días y, además, podrás deleitarte con la tecnología ochentera que se muestra en ella. Una manera divertida de viajar en el tiempo. Pero nosotros nos vamos a centrar en ese aparato que utilizan para conectar ordenadores entre sí. El acoplador acústico. En inglés acoustic coupler. Su nombre nos da una pista de para qué sirve. Acoplador porque acoplas el auricular y el micrófono del teléfono a dicho aparato. Vamos, la parte que te llevas al oído y a la boca respectivamente para hacer una llamada. Por su parte, lo de acústico viene porque el aparato comunica tu ordenador con otro empleando acústica, es decir, sonidos.

Está claro que esto para muchos nos suena a prehistoria. Para empezar, hoy en día nos conectamos a internet principalmente desde el propio teléfono móvil. Las estadísticas hablan de un 57% de tráfico web vía smartphones. En cualquier caso, para conectarnos a la red de redes vía ordenador, tablet u otro dispositivo, empleamos lo que conocemos como router o enrutador. Pero antes del router fue el módem. Y antes del módem, o mejor dicho en paralelo, fue el acoplador acústico. Veamos el porqué de su invención y en qué consistía este extraño aparato del siglo pasado.

YouTube video

Aquellos maravillosos años

Mencionaba de ejemplo la cinta WarGames de 1983 porque en ella se muestra claramente el funcionamiento de un acoplador acústico. En concreto, se trata del Novation CAT 300. La casa Novation fue de las primeras en fabricar módems para el mercado doméstico en las décadas de 1970 y 1980. Más cerca de la segunda que de la primera. El Apple II, por ejemplo, se podía “conectar a internet” con un modem interno fabricado por Novation. Eso sí, se vendía por separado.

Los acopladores acústicos fueron prácticamente los primeros modems, especialmente en el ámbito doméstico y en Estados Unidos. Luego explicaremos por qué. Servían para conectar ordenadores entre sí a través de la línea telefónica, el ya clásico par de cobre. Tecleabas el número de teléfono que correspondía al ordenador en cuestión, colocabas micrófono y auricular en sus correspondientes ranuras y el acoplador se comunicaba con el otro acoplador mediante sonidos. Esos sonidos eran traducidos en señales eléctricas que podía entender el ordenador. Un método relativamente sencillo de enviar información y que era la utilizada para acceder a un banco o al ordenador de tu empresa.

Eso sí, las velocidades estaban en torno a los 300 baudios. Para hacernos una idea, los módems más rápidos que vinieron en los 90, antes de la llegada del ADSL, alcanzaban velocidades teóricas de 33 kilobaudios (33.000 baudios) y más adelante 56 kilobaudios (56.000 baudios). Si no te suena la unidad de medida baudio no te preocupes. A medida que se impuso el ADSL como tecnología para acceder a internet, el baudio dio paso al bit. Es más, muchas veces se confundían unos con otros pese a no ser exactamente lo mismo.

Por cierto, antes entrecomillé lo de “conectar a internet”. El motivo es que en los años 70 y 80, lo que llamamos ahora internet prácticamente no existía. Había servicios independientes entre sí como grupos de noticias, bases de datos o listas compartidas. Información dispersa que, en algunos casos, era de pago y de acceso limitado. En cualquier caso, no había una manera sencilla de conectarte a internet. En realidad, podías comunicarte con ordenadores concretos, que podían ser de particulares, instituciones, empresas o que ofrecieran determinado servicio. Si vivías en Estados Unidos, en esta época era frecuente alardear de haberte comunicado con el ordenador de Bill Gates, Steve Jobs o el famoso de turno.

Un acoplador acústico conectado a un teléfono de rueda
Fuente: Pinterest

La razón de ser del acoplador acústico

Aunque la telefonía fija tiene los días contados, todavía proliferan los teléfonos fijos en muchos hogares. Bien en su modalidad clásica con cable o con terminales inalámbricos conectados a una base fija. Sea como fuere, para conectar dicho terminal a la red telefónica empleamos un cable que se conoce como RJ11 o RJ-11. Es más. Antes este cable se conectaba directamente a la red de cobre. Hoy esas redes se están desmantelando, de manera que lo habitual es que tu teléfono fijo esté conectado al router.

Pero como es obvio, el estándar RJ11 no siempre estuvo ahí. Antes, el teléfono se conectaba a la red directamente mediante un cable directo. Vamos, que no había manera sencilla de cambiar de terminal de teléfono. De ahí que al no haber una entrada RJ11 no había manera de conectar un cable o un adaptador. Los modems que fueron saliendo en los 90 sí podían beneficiarse del estándar RJ11 y conectar el modem a la línea telefónica con un cable RJ11.

Pero en Estados Unidos, no fue hasta finales de la década de los 80 que esto fue posible. Hasta entonces, la única manera de conectar el ordenador a la línea telefónica era con un aparato que convirtiera datos en sonidos y viceversa. Es más. En Estados Unidos se une otro detalle. Hasta 1984, la compañía Bell tenía prácticamente el monopolio de la red telefónica. Y como tal, aplicaba reglas como que el terminal de telefonía del cliente debía ser el que marcara la compañía.

En España y otros países la situación no fue tan dramática. Pero principalmente porque las conexiones entre ordenadores no era algo tan frecuente. Como vimos en un artículo anterior, hasta 1995 no se popularizó el acceso a internet desde los hogares. En los 80 y 90, sólo podías acceder desde universidades o empresas que tuvieran el presupuesto necesario. Y al principio, acceder a internet significa simplemente conectarte con bases de datos que se actualizaban con cierta frecuencia. Pero a años luz de lo que conocemos hoy en día. Con todo, quienes se conectaron a internet en esta época probablemente usaran también acopladores acústicos porque eran los modems más populares entonces.

Gracias a Robert Weitbrecht fue posible el acoplador acústico
Este dispositivo permitía usar el teléfono a personas con problemas de audición

El inventor del acoplador acústico

El padre del acoplador acústico es el estadounidense Robert Weitbrecht. Curiosamente, falleció en 1983, el año en que se estrenaba WarGames, la película con la que hemos iniciado este artículo. Nacido en 1920, era físico e ingeniero. Primero trabajó en el Laboratorio de radiación de la Universidad de California. Luego trabajó para el ejército de Estados Unidos en el centro de pruebas de misiles aéreos navales. Y, finalmente, creó su propia empresa, Weitbrecht Communications. Fue entonces cuando tuvo contacto con James Marsters. Ambos eran sordos. Y ambos colaboraron para crear lo que conocemos como acoplador acústico.

Pero estamos hablando de 1964. Este primer acoplador acústico permitía conectar dos teléfonos para hacer una llamada que se convertía en mensajes escritos. El sonido de la misma, que se transmitía a través de la línea telefónica de cobre, se traducía a través del acoplador. Pero en vez de aparecer datos en la pantalla de un ordenador, se imprimían en una suerte de aparato de impresión a camino entre el fax o la impresora moderna. El resultado, dos personas sordas podían comunicarse empleando llamadas telefónicas.

Así, este primer acoplador acústico ya hacía lo que expliqué antes. Convertir sonido en datos, en forma de señales eléctricas. Pero en vez de enviar esas señales a un ordenador, se convertían en texto impreso. No es de extrañar que surgieran acopladores acústicos enfocados a comunicar directamente máquinas. En 1966, sin ir más lejos, John van Geen hace posible la conexión entre ordenadores de 8 bits. Y a partir de 1973 surgieron ya modelos preparados para acceder a la internet de entonces y conectar entre sí ordenadores a través de la red telefónica. Así hasta la primera mitad de los años 90, momento en el que el uso de estos dispositivos se fue sustituyendo por modems y routers.

Un acoplador acústico acoplado a un iPhone
Fuente: realrube (Reddit)

El acoplador acústico para iPhone

A lo largo de este artículo he ido diciendo que el acoplador acústico es una tecnología del pasado. Y así es. Pero siempre hay quien decide guardar, coleccionar e incluso restaurar viejas piezas para darles un uso, aunque sea anecdótico. Y con los acopladores acústicos ocurre así. Si navegamos por tiendas de segunda mano y páginas de coleccionistas, es relativamente sencillo toparnos con varios acopladores en estado relativamente aceptable.

Más allá del coleccionismo, los acopladores acústicos todavía aparecen en artículos de curiosidades. En Reddit, un usuario hace dos años trasteó con un acoplador acústico y logró acceder a una BBS o Bulletin Board System, los antecesores de los foros. En el experimento utilizó un iPhone y varios adaptadores. Más que nada porque la entrada del acoplador es un puerto como el de las viejas impresoras y el puerto de un iPhone es Lightning.

Otra anécdota relacionada con los acopladores acústicos tiene que ver con un acoplador creado para ser compatible con un iPhone. Una evolución del ejemplo anterior en el que el acoplador se crea prácticamente desde cero. Empleando Arduino, un miembro del portal Hackaday decidió construir un acoplador acústico para su hijo, que tenía que viajar a China. Para evitar la censura que hay en la internet china, en vez de usar una VPN probó con un método más tradicional. Este acoplador estaba fabricado con una carcasa de madera que tenía una ranura perfecta para colocar un iPhone. Así, micrófono y auricular del dispositivo de Apple encajaban con el acoplador y éste podía hacer su trabajo.