Pegasus ha vuelto a ser noticia en Europa por estos días, especialmente tras confirmarse que el móvil de Pedro Sánchez, el presidente de España, fue infectado con dicho software espía. El resonante caso forma parte de una seguidilla de situaciones que involucran al spyware desarrollado por la compañía israelí NSO y que han llevado al Parlamento Europeo a conformar una comisión de investigación que comenzará sus labores esta misma semana.

La comisión en cuestión se creó a comienzos de marzo, pero se pondrá en marcha este jueves, de no mediar inconvenientes. Sus 38 integrantes tendrán un año para recabar todos los datos y testimonios posibles que demuestren que se han violado las leyes de la Unión Europea con el uso de Pegasus para tareas de vigilancia y espionaje.

El objetivo será conocer en profundidad el alcance del software espía y tomar las medidas necesarias para, al menos, regularlo. En declaraciones a El País, el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar se pronunció con respecto a esta posibilidad; aseguró que, de confirmarse la peligrosidad de Pegasus, se le reclamará a la Comisión Europea que legisle sobre su uso. “[Pegasus] tendrá que ser regulado, porque afecta a derechos fundamentales que están sumamente protegidos en la Carta”, agregó.

Se espera que la primera reunión de trabajo de la comisión de investigación del Parlamento Europeo cuente con la presencia de representantes del Senado de Polonia. Recordemos que las autoridades polacas han quedado en la mira por reconocer la compra del spyware a NSO, en tanto que Amnistía Internacional ha confirmado su uso para espiar a un político opositor.

Hungría es otro de los países que se ha visto envuelto en un escándalo por Pegasus; no solo por su tenencia sino también por su utilización. Y si bien han alegado que se ha implementado en situaciones comprendidas por la ley, el manto de sospecha es inevitable.

La UE se toma todo el tiempo del mundo para abordar el impacto de Pegasus

Pegasus
Foto por Sergiu Nista en Unsplash

Queda claro que hoy hay más interrogantes que certezas en torno al espionaje con Pegasus en el seno de la Unión Europea. Se trata de un tema sensible, sin dudas, y que requiere de un análisis minucioso por parte de los investigadores dispuestos por el Parlamento Europeo. No obstante, es imposible no pensar que la decisión política para abordar esta cuestión ha llegado muy tarde; más aún al saberse que no habrá una definición hasta dentro de un año.

En febrero les contamos que el Supervisor Europeo de Protección de Datos había recomendado a la Unión Europea que prohibiera Pegasus. No obstante, no era más que eso: una recomendación. "Dado que las características técnicas específicas de los programas espía como Pegasus dificultan enormemente el control de su uso, tenemos que replantearnos todo el sistema de salvaguardias establecidas para proteger nuestros derechos fundamentales y libertades que están en peligro con estos instrumentos", indicaba el informe.

Desde entonces, la polémica por el uso del software espía se ha reavivado. El caso de la vigilancia a representantes del independentismo catalán ha sido de los más notorios, pero claramente no el único. Por lo pronto, la comisión de investigación del Parlamento Europeo abrirá esta semana un camino que se presume largo y muy complejo.

Este miércoles 4 de mayo, en tanto, los eurodiputados debatirán sobre el uso de Pegasus en los gobiernos que forman parte de la Unión Europea.