McDonald's anunció que dejará Rusia de manera permanente. Tras suspender operaciones el 8 de marzo con motivo de la guerra en Ucrania, el gigante de la comida rápida reveló que se va por razones humanitarias. La compañía confirmó que comenzó el proceso de venta de todos sus restaurantes a un comprador local.
La decisión de McDonald's podría pasar desapercibida sabiendo que la mayoría de compañías occidentales han abandonado Rusia. Lo importante aquí es que la empresa se va del país y con ello se lleva sus icónicos arcos dorados, aquellos que alguna vez significaron el final de la Guerra Fría y un primer acercamiento entre Estados Unidos y la extinta Unión Soviética.
"La crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania y el precipitante entorno operativo impredecible han llevado a McDonald’s a concluir que la propiedad continua del negocio en Rusia ya no es sostenible ni es consistente con los valores de McDonald’s.", menciona en una nota de prensa.
La compañía anunció que desarmará todos los restaurantes y dejará de usar el nombre, logotipo, la marca y el menú de McDonald's. La salida de Rusia implica que más de 62.000 personas perderán su empleo, aunque la empresa garantizó que seguirán cobrando hasta que se concrete la venta al posible comprador.
Por ahora se desconoce quién podría adquirir los más de 847 restaurantes en el país, aunque es posible que el Gobierno de Vladimir Putin tome las riendas.
Adiós McDonalds, hola Tío Vanya
Tras confirmarse que McDonald's suspendería operaciones en el país, Rusia no tardó mucho en crear una versión similar. De acuerdo con Chicago Tribune, el Gobierno registró la marca Uncla Vanya (Tío Vanya) con un logotipo un tanto conocido. El departamento creativo del Kremlin pensó que era buena idea mantener el icónico arco dorado, solo que girado 90 grados e inspirado en la B cirílica.
Aunque McDonald's confirmó que seguirá conservando sus marcas registradas en Rusia, nada le impediría al Gobierno proponer un "similar". Según la cadena de noticias Interfax, Sergei Sobyanin, alcalde de Moscú, sugirió en marzo que las 250 sucursales de la cadena estadounidense serían reemplazadas por restaurantes locales.
Sobyanin dio un año como plazo máximo antes de reemplazar todos los restaurantes de McDonald's en Moscú. "Lo mejor es que los productos alimenticios serán subministrados en un 99% por proveedores rusos", dijo. El alcalde declaró que los nuevos restaurantes contratarían al personal de McDonald's, una estrategia que se replicaría en otras cadenas de comida que tuvieran intenciones de cerrar sus puertas.
Tras la partida de empresas, Rusia anunció sus intenciones de nacionalizar los negocios y transferir la operación a empresas que quieran trabajar. Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal, sugirió hacer lo mismo con las cadenas de comida rápida. “Anunciaron que están cerrando. Bueno, está bien, cierren. Pero mañana en esos lugares no deberíamos tener McDonald's, sino Tío Vanya's”, afirmó.
"Si no puedes ir a Estados Unidos, ven a McDonald's en Moscú"
McDonald's abrió su primer restaurante en Moscú en 1990. Tras 12 años de negociaciones, el Partido Comunista dio autorización a la empresa estadounidense para construir su primera sucursal en la Plaza Pushkin. Pese a las bajas temperaturas, más de 5.000 personas se dieron cita en la calle Gorky (hoy Tverskaya) para disfrutar de la Bolshoi Mak (Big Mac).
El restaurante tenía más de 600 asientos en su interior y 200 afuera. Durante su apertura, McDonald's estableció un récord al atender más de 30.000 personas. De acuerdo con el Washington Post, una Bolshoi Mak costaba 3,85 rublos, equivalente a dos horas y media de trabajo en la URSS de 1990.
"Si no puedes ir a Estados Unidos, ven a McDonald's en Moscú", fue el eslogan que usó la cadena para promocionar su primer restaurante en la Unión Soviética. A las personas no les importó hacer fila por más de seis horas. "Hacemos cola durante horas, a veces días. Estamos acostumbrados a esto", dijo Viktor Kondratyev, trabajador de una cooperativa comercial que acudió a la apertura.
"Venimos aquí porque pensamos que sería una experiencia inolvidable", dijo Lena Kalashova, quien días antes perdió su empleo en el Ministerio de Agricultura. "Este lugar se ve diferente desde fuera. Todo se ve limpio y brillante", dijo Gena Popov, un mecánico que aseguró que encontrar un lugar digno para comer era uno de sus mayores problemas.
Los políticos soviéticos de la vieja escuela no vieron con buenos ojos la llegada de McDonald's. Después de todo, representaba la cultura que habían repelido durante décadas. Stanislav Kondrashov, un famoso periodista del diario Izvestia, anticipó que los ejecutivos de la empresa abandonarían el proyecto. "Los gerentes serán evacuados desde el techo de la cafetería", aseguró el columnista.
Pese al pronóstico de Kondrashov, McDonald's se mantuvo durante más de 30 años en Rusia. No fue necesario evacuar a los ejecutivos desde un helicóptero. Bastó una invasión y una oleada de sanciones económicas al Gobierno de Vladimir Putin para que abandonaran el país y cerraran un capítulo histórico.