Alpha 5. Ese es el nombre del Nuevo DeLorean, un coche eléctrico que hereda la marca del mítico coche de regreso al futuro y uno de los iconos más importantes de automovilismo moderno. Con la firma de Italdesign, el coche que será 100% eléctrico se aleja del diseño que lo hizo famoso para abrazar la tendencia de deportivo futurista.
Se trata de un coupé de cuatro plazas "inspirado" en el famoso DMC-12 de la firma. De momento no es más que primer vistazo al coche, que si nada cambia se presentará oficialmente el próximo mes de agosto en California.
Eso sí, no hay que llevarse a equivocación. El Alpha 5 es un coche de la "Nueva DeLorean", una nueva marca que hereda el nombre de la anterior pero cuyo equipo dista bastante del original. El equipo de diseño y desarrollo del coche está a cargo de Joost de Vries, antiguo empleado de Tesla, que además el CEO de la Nueva DeLorean.
Un DeLorean que no se parece al mítico DeLorean
Bajo el capó, el nuevo DeLorean se aleja de motor V6 del original para dar paso a una lista de especificaciones que acercan más a la gama alta de los 100% eléctricos actuales: una batería de más de 100 kWh, similar a del Tesla Model S, y múltiples motores eléctricos en el "modelo de rendimiento básico", que promete aceleraciones de 0-60 mph (97 km/h) en 2,99 segundos.
La nueva compañía DeLorean, que posee los derechos del nombre desde 1995, afirma que su nuevo Alpha5 tendrá una autonomía de más de 483 km, aunque es un número que no se basa en ningún estándar y que, de momento, no es más que una estimación. Al menos por ahora.
Diseñado por la casa de diseño italiana Italdesign, el nuevo DeLorean Alpha5 mide 4995 mm de largo, 2044 mm de largo y 1370 mm de alto (con las puertas cerradas), aproximadamente 75 cm más largo, 6 cm más ancho y 20 cm más alto que el DMC-12 original de la década de 1980.
Según sus creadores, el diseño busca enfatizar la aerodinámica del automóvil, con un dosel que aparentemente imita el estilo básico del fuselaje de un avión, estrechándose a medida que avanza desde los pilares delanteros hacia la parte trasera.
Y lógicamente, como la mayoría de los vehículos modernos, no habrá botones y consolas retrofuturistas. El salpicadero está gobernado por un par de pantallas grandes: una en el panel de instrumentos, la otra es un sistema de infoentretenimiento que parece elevarse desde la consola central hacia el tablero.