Durante dos temporadas, la serie Servant de Apple+ creada por M. Night Shyamalan ha sido una combinación de elementos dispares. Los primeros capítulos, estrenados en el 2019, analizaron la idea sobre la pérdida, el dolor y el miedo desde un espacio misterioso. La tercera temporada de Servant, recién estrenada, profundiza sobre las razones de todos ellos.

Un camino que ha llamado la atención. Tanto como para que la serie se sostuviera con precariedad entre las pocas insinuaciones acerca de un hecho sobrenatural poco claro. Por supuesto, en un despliegue de todos sus recursos narrativos y visuales, Shyamalan volvió a hacerse las preguntas correctas acerca del terror. Pero en especial, volvió a crear una atmósfera amplia que abarcó la historia como una sombra inquietante. 

Lo que comenzó como una muerte neonatal y sus desgarradoras consecuencias, pronto se convirtió en una mirada sobre el horror. Para su segunda temporada, la serie exploró con mejor pulsos sus posibilidades y logró crear algo nuevo. Pero se echó en falta la tensión a menudo irrespirable de los espacios mudos, las cunas vacías y los rostros tensos de sus personajes. Algo que la tercera temporada de Servant ha venido a reparar.

Con una premisa cada vez más delirante — y cercana al miedo basado en lo inexplicable — el humor negro llenó los espacios del argumento. La historia mostró algunas cartas distintas y llegó a elucubrar sobre lo que sea ocurre en la casa de los Turner. El resultado fue una mezcla peculiar entre lo macabro, lo cínico y una oscuridad dolorosa que debía resolverse de alguna forma en los nuevos capítulos. 

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La tercera temporada de Servant, un regreso a lo temible

La tercera temporada de Servant lo logra. La serie logra finalmente sostener su extraño discurso ambiguo. Servant encuentra finalmente un tono y una voz propia para narrar sus propios misterios. Revelado — en cierta forma — lo que oculta la sofisticada y lúgubre belleza que sostiene la historia, el argumento cobra nueva vida. En especial, cuando recupera parte de la atmósfera de la primera temporada y estructura un recorrido de asombrosa efectividad hacia el terror sobrenatural. Antes, la serie mostró con sutileza el duelo, la culpa y manejó la percepción de fuerzas ocultas actuando en la periferia, con destreza. 

El argumento de la tercera temporada de Servant disfruta en profundizar en sus mejores puntos. Esta vez hay muchísimo menos humor, pero sí un énfasis en la sensación que algo delirante y potencialmente mortal ocurre en las sombras. Si en la segunda temporada el poder de lo macabro lo fueron todo, en la tercera es algo más retorcido. De los capítulos que miraban con tenacidad a la niñera Leanne (Nell Tiger Free), la tercera temporada de Servant conserva la tensión y el desconcierto. Del dolor enloquecedor de Dorothy y Sean Turner (Lauren Ambrose y Toby Kebbell) de la segunda, la sensación de una desgracia en puertas. 

La tercera temporada de Servant es un juego arriesgado. El comienzo de la historia estuvo dedicado a explorar qué ocurría con el bebé Jericho. Su continuación, a dónde había ido. Finalmente, la serie avanza hacia verdaderas respuestas. O eso sugiere una historia mucho más clara. Con tres meses de diferencia entre la anterior temporada y la actual, Servant intenta rellenar los espacios con una historia retorcida. Y lo logra, con una destreza que sorprende por subsanar los espacios vacíos de una premisa por momentos muy vaga. Criticada a menudo por parecer que carecía de verdadera dirección, Servant encuentra por fin un lugar que narrar. Un espacio que mostrar y sin duda, secretos siniestros que explorar a fondo. 

Al final, una puerta cerrada

Leanne vuelve a ser el centro de la tercera temporada de servan con algo que la supera. Su necesidad de venganza es lo que sostiene el extraño ritmo de los primeros capítulos. Poco a poco, todo en la tercera temporada de Servant parece relacionarse con una vuelta a la oscuridad, a las puertas cerradas. ¿El singular culto que dominó la historia volverá por venganza?, ¿qué se esconde bajo la paranoia de los personajes?

La serie tiene un exquisito sentido de la tensión y avanza hacia sus capítulos finales de temporada con espléndida atmósfera. ¿Es el final de esta historia cada vez más inexplicable? Todavía no está muy claro que ocurrirá con el show, pero algo sí es evidente. Servant, con todos su altibajos, es una mirada sofisticada sobre el horror. Y esa elegancia argumental no ha hecho más que argumentar en su nueva temporada. Una buena noticia para sus fanáticos.