Las acciones de Activision para hacer frente a los hackers de Warzone van más allá de Ricochet, el nuevo sistema anti-trampas. En Polygon se hacen eco de la recientemente demanda de Activision contra EngineOwning, un grupo responsable de la creación de múltiples herramientas para hacer trampa en el battle royale. En total, según el documento legal, son seis personas involucradas en el desarrollo y distribución del software ilegal.
EngineOwning es una agrupación con un largo recorrido en el mundo de las trampas de videojuegos. Con Call of Duty comenzaron a hacer de las suyas con el reboot de Modern Warfare, que precisamente vio nacer Warzone durante 2020. Posteriormente expandieron sus actividades hacia las siguientes entregas de la franquicia. Es decir, Call of Duty: Black Ops Cold War y Call of Duty: Vanguard. Cabe mencionar que también ofrecen software para obtener ventajas en Halo Infinite, Titanfall 2 y Star Wars: Battlefront 2.
A diferencia de otros proveedores, EngineOwning ofrece sus herramientas bajo un esquema de suscripción. De esta manera, se aseguran una ganancia recurrente. El citado medio afirma que los interesados pueden obtener acceso a las trampas de Warzone durante tres días a cambio de $5 dólares; o 90 días por $45 dólares.
¿Cuáles son las trampas que distribuyen? Su "producto" más exitoso es el Aimbot, con el cual es posible apuntar a los enemigos de manera automática incluso cuando están detrás de objetos. De hecho, esta es la herramienta más popular entre los tramposos de Warzone.
"Con esta demanda, Activision busca poner fin a la conducta ilegal de una organización que distribuye y vende con fines de lucro numerosos productos de software malicioso diseñados para permitir que el público obtenga ventajas competitivas e injustas (hacer trampa) en los juegos de Call of Duty. Estas actividades en curso dañan los juegos de Activision, su negocio en general y la experiencia de la comunidad de jugadores de Call of Duty", menciona el documento. Añaden que los demandados saben perfectamente que están realizando una actividad ilegal.
En 2021, la compañía ya había advertido que estaba lista para emprender acciones legales contra los desarrolladores de trampas para Warzone. De todos modos, pisó el acelerador para terminar Ricochet, el cual se desplegó a nivel mundial a principios del pasado diciembre. En la primera semana baneó casi 50.000 cuentas de tramposos, pero el problema todavía está lejos de terminar.