Los juegos de azar con los que se ganan premios mediante una aportación participativa siguen siendo muy populares: al menos setenta y ocho países del mundo cuentan con distintos tipos de sorteos de lotería. En España, concretamente, el país está a horas de celebrar su Lotería de Navidad. El momento más esperado el año en lo que a sorteos multitudinarios se refiere.
En Estados Unidos, una anciana de Florida ganó 590 millones de dólares en mayo de 2013; dos afortunados de Francia y Portugal se hicieron con 183 millones de euros en febrero de 2006; en España, una joven mallorquina se embolsó 126 millones de euros en 2009; y a día de hoy hay un bote que va nada menos que por los 1.500 millones de dólares en Estados Unidos, cuyo ganador rompería todos los records.
Con en este panorama, no está de más conocer cuál es la historia de la lotería. No solo la de Navidad. Vamos un poco más allá en lo que a la pregunta de desde cuándo organizamos este tipo de sorteos y repartimos semejantes premios.
Repartiendo suerte desde antes de Cristo
Quizá os sorprenda saber que la primera lotería que conocemos la estableció la dinastía china Han entre el año 205 y el 187 a. C., y en ella se usaban los billetes keno, con los que todavía se juega en los casinos del país. Y si os preguntáis desde cuándo saca tajada el Estado para financiar sus proyectos públicos, sabed que lo recaudado con esta lotería china sirvió para costear la construcción de la impresionante Gran Muralla. Además, en el Libro de los cantos, del segundo milenio a. C., encontramos una descripción de un juego de azar que bien podría ser esta lotería.
Si nos fijamos en Europa, la primera de la que sabemos se introdujo en el Imperio Romano, es decir, a partir del año 27 a. C., y simplemente consistía en un reparto de boletos con los que los ciudadanos pudientes ganaban artículos lujosos de distinto valor durante las orgías de las fiestas saturnales. Y no hubo que esperar a mucho para que Augusto, primer emperador, que gobernó hasta el 14 a. C., constituyera una lotería oficial con el propósito de recaudar dinero para afrontar los gastos de las reformas que Roma necesitaba con urgencia.
Lo recaudado con la lotería más antigua del mundo sirvió para costear la construcción de la Gran Muralla china
Pero no fue el único: Nerón, que reinó entre el año 54 y el 68 d. C., mandó vender hasta 1.000 billetes de lotería diarios, y al breve y Heliogábalo, que fue cabeza del Imperio sólo entre el año 218 al 222, se le ocurrió organizar sorteos de lotes cuyo valor difería mucho entre sí, desde una libra de fruta en un lote y una de oro en otro hasta una docena de esclavos o de garbanzos respectivamente. Es curioso que fueran dos de los emperadores romanos más denostados los que formalizaran sendas loterías.
Los siglos pasaron, pero la lotería se quedó
Mucho tiempo después, en el siglo XV, varias localidades de los Países Bajos, como Utrecht, L’Ecluse, Gante y Brujas, crearon loterías con la intención de recaudar dinero para financiar las fortificaciones e incluso para ayudar a los pobres. El sorteo holandés Staatsloterij ha perdurado hasta la actualidad. Por otro lado, la efímera República Ambrosiana organizó uno en Milán en enero de 1449 para costear la guerra contra la de Venecia. Asimismo, en la de Génova se diseñó una lotería en 1629 con los cinco puestos de senadores que, por costumbre, se echaban a suertes.
Para mejorar la solvencia de las arcas del estado, Francisco I de Francia se trajo la idea de la lotería de Italia y puso una en marcha en 1539, que fracasó porque los boletos eran muy costosos y las clases acaudaladas se opusieron a ella. No volvió a instaurarse hasta 1776, y se abolió de nuevo en 1836. Y en el caso de Inglaterra, fue Isabel I la que promovió una lotería a partir de 1566 para recaudar fondos, la cual estuvo en marcha hasta 1826.
Del mismo modo, Jaime I autorizó loterías en 1612 para financiar todo tipo de gastos en las colonias inglesas en América; y luego, independentistas como Benjamin Franklin crearon otras, tanto para costear la Guerra de Independencia entre 1775 y 1783 como, tras la misma, recaudar capital para los nuevos Estados Unidos americanos.
En España no hubo lotería hasta que, en 1763, con Carlos III y el Marqués de Esquilache, establecieron “la primitiva” al comienzo en beneficio del hospital general de Madrid y otras instituciones parecidas, pero no mucho después fue usada también como método de recaudación para las arcas estatales; y se añadió luego una más moderna, importada de México. Por otro lado, la Lotería de Navidad viene celebrándose desde 1812, y es el segundo de funcionamiento ininterrumpido más viejo del mundo; ni siquiera durante la Guerra Civil dejó de repartir dinero.
Hablemos de las versiones modernas de la Lotería
Los sorteos de lotería modernos se realizaron en Estados Unidos desde 1860, pero solo fueron estatales desde Louisiana a partir de 1868, con muy mala reputación desde el principio; tanto es así que el Gobierno federal prohibió las loterías en 1895 por la corrupción generalizada del sistema. Y no fue hasta 1934 que se autorizaron en Puerto Rico, y hasta 1964, de forma estatal; únicamente Wyoming se negó a consentir los sorteos, atención, hasta 2013.
Sin embargo, a pesar de todo y teniendo en cuenta que a la participación en loterías se la califica realmente de tradicional, es decir, generalizada sólo en España, estos sorteos empezaron a ganar verdadera popularidad en gran parte del mundo a partir de los años noventa del siglo pasado. Por ejemplo, en 1993 fue cuando Reino Unido anunció que iba a constituir la primera lotería franquiciada por el estado. Esa es la razón de que no se hayan visto premios con cantidades de dinero tan exorbitadas como el de la anciana de Florida hasta las últimas décadas. Y es que, pese a que la suerte no existe, en ocasiones sonríe desde nuestra imaginación.