Un equipo de científicos dirigidos por el profesor Eske Willerslev, de la Universidad de Cambridge y el Centro geogenético de la Fundación Lundbeck, ha conseguido por primera vez confirmar el parentesco entre un personaje histórico y una persona viva gracias al análisis del ADN antiguo. Concretamente, el personaje histórico ha sido el gran líder lakota Toro Sentado y, el familiar, su bisnieto, Ernie Lapointe. 

Esta es una historia en la que se mezclan los últimos avances de las ciencias forenses con una gran admiración: la que Willerslev sintió por el gran jefe indio desde que era un niño.

Gracias a la unión de esas dos pasiones, ha conseguido demostrar que, efectivamente, Lapointe y sus hermanas descienden de Toro Sentado. Ellos habían demostrado el parentesco a través de partidas de nacimiento y defunción, algunos registros históricos y un árbol genealógico. Sin embargo, aún había personas que desconfiaban de todos esos documentos. Ahora, gracias a este científico danés que tanto admiró a su bisabuelo puede demostrar con pruebas irrefutables que, efectivamente, es sangre de su sangre y, por lo tanto, podrá proceder a mover sus restos a un lugar más adecuado para la familia.

Toro Sentado, un héroe de leyenda

Aunque hay mucha historia sin demostrar y mucha leyenda en torno a la figura de Toro Sentado, lo cierto es que fue un personaje real y que existen pruebas de la veracidad de muchas de sus grandes hazañas.

Se llamaba Tatanka Iyotanka y nació en 1831 en la actual Dakota. Lideró numerosas batallas en el levantamiento de su pueblo contra las duras políticas impuestas contra ellos por el gobierno de Estados Unidos. Pero, sin duda, la batalla más famosa fue la de Little Bighorn, en la que formó la mayor fuerza india jamás reunida en Norteamérica y, con ella, aniquiló a todo el ejército del general Custer.

Toro Sentado y su ejército derrotaron al general Custer en la batalla de Little Bighorn

Sin embargo, tras un intenso periodo beligerante en defensa de los derechos de su pueblo, el hambre y el hostigamiento al que se vieron sometidos le llevó a la rendición.  Intentó entablar un diálogo pacífico con Estados Unidos y hallar la paz con “el hombre blanco”. E incluso llegó a realizar varias incursiones en el Lejano Oeste, en las que actuaba a modo de atracción para ganar unas monedas. Sin embargo, buena parte de lo que ganaba se lo daba a personas sin hogar. Así vivió hasta su muerte, a manos de la conocida como Policía India, que actuaba en nombre del gobierno estadounidense.

Todo esto le llevó a convertirse en una leyenda. En el ídolo de niños y mayores de todos los rincones del mundo. Y entre ellos se encontraba el profesor Willerslev, un científico especializado en ADN antiguo, cuya ocupación precisamente le ha llevado a cometer una valiosa hazaña que habría fascinado al niño que un día fue.

Descifrando el ADN antiguo

Como buen ídolo de Toro Sentado, Willerslev sabía que el Museo Smithsonian guardaba un mechón del pelo del líder indio.

Permaneció allí durante más de un siglo. Sin embargo, en 2007 se tomó la decisión de devolvérselo a quienes aseguraban ser sus únicos descendientes directos vivos: Ernie Lapointe y sus hermanas.

Cuando la noticia llegó a oídos del científico no pudo contener la emoción. ¿Podría tener aquel mechón de pelo en sus manos, aislar ADN y secuenciar su genoma

El mechón de pelo ha estado más de un siglo almacenado a temperatura ambiente

Inmediatamente se puso en contacto con los Lapointe, quienes aceptaron el ofrecimiento y pusieron el mechón de la cabellera de Toro Sentado a su disposición. El ADN estaba muy dañado después de más de 100 años guardado a temperatura ambiente, sin ningún interés por conservar nada que no fuese el pelo. Sin embargo, consiguió extraerlo.

Hasta hace muy poco tiempo analizar ese material genético habría sido prácticamente imposible. Sin embargo, las ciencias forenses han avanzado muchísimo. Tanto como para permitir discernir el parentesco entre dos personas usando como muestra restos de ADN antiguo. Fueron necesarios 14 años, para que pudieran extraer estos restos del mechón de pelo de apenas 6 centímetros de Toro Sentado. Pero lo consiguieron. Y los resultados fueron emocionantes. 

ADN autosómico

Para analizar el ADN antiguo de Toro Sentado, estos científicos, cuyos resultados se acaban de publicar en Science Advances, recurrieron a sus genes autosómicos. Estos son los que se encuentran en los 22 pares de cromosomas que no son sexuales. Es decir, ni el X ni el Y.

Generalmente, para analizar parentescos, es habitual estudiar precisamente el cromosoma Y. O el ADN mitocondrial. Este último es el único que no se encuentra en el núcleo celular, sino en unos orgánulos, llamados mitocondrias, que actúan como el motor de la célula, surtiéndola de energía. El problema es que este ADN se transmite en su práctica totalidad de madres a hijos. ¿Qué es lo que pasa con todo esto? Que es difícil seguir una línea familiar compuesta por varios saltos. Con el cromosoma Y solo se pueden ver herencias de padres a hijos varones y con el ADN mitocondrial en el momento que hay un solo hombre se corta la transmisión. Lapointe asegura ser bisnieto de Toro Sentado por vía materna. El cromosoma Y no le habría servido y el ADN mitocondrial tampoco; porque su madre no podría tener prácticamente ADN heredado de su abuelo, por ser un hombre.

El ADN autosómico permite analizar el parentesco paterno y materno más fácilmente

Por todo esto es mucho mejor analizar el ADN autosómico, pues se hereda la mitad del padre y la otra mitad de la madre. 

Así, han podido comparar el ADN antiguo extraído del pelo con una muestra cedida por Lapontie, comprobando que, efectivamente, es el bisnieto del mítico líder indio.

Pero esto es solo el principio. Según ha explicado el autor principal del estudio en un comunicado de prensa, las técnicas que han aplicado podrían usarse para encontrar parentescos con una larga lista de personajes históricos cuyo linaje sigue siendo un misterio, “desde forajidos como Jesse James hasta la familia del zar ruso, los Romanov”. Solo sería necesario tener muestras de huesos, dientes o pelo. Además, podría tener aplicaciones forenses importantes. De momento, ha servido para validar el testimonio de Lapointe, que ya planea desenterrar los huesos de su bisabuelo y llevarlos a un nuevo lugar, más acorde a la figura del Gran Jefe que un día fue. 

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