“Duerme tan profundo que no se despertaría ni aunque le cayera un meteorito”. Muchos hemos escuchado esa frase alguna vez. Y posiblemente nos haya parecido exagerada, como lo son tantas otras frases hechas. Pero puede que no lo sea tanto. La situación no es tan rebuscada y, de hecho, parece ser que sí te despiertas. Y si no que se lo digan a Ruth Hamilton, una mujer canadiense que el pasado 4 de octubre despertó sobresaltada, justo para ver trozos de techo cayendo junto a ella y una roca oscura todavía caliente, posada sobre su almohada.

Ocurrió justo después de que varios vecinos avistaran una explosión en el cielo, cerca de la frontera entre Alberta y Columbia Británica. Quienes lo vieron lo describieron como una especie de fuegos artificiales, con pequeñas rocas saliendo despedidas en todas direcciones.

Una de ellas debió ser la que acabó perforando el techo y cayendo sobre la cama de la sobresaltada Ruth; quien, como es lógico, llamó inmediatamente al 911. La sospecha era que se trataba de un meteorito, aunque fue necesario que lo analizara un experto para confirmarlo. 

Una breve alerta antes del meteorito

En realidad, Ruth no se despertó justo con el impacto del meteorito. Fueron los ladridos de su perro los que la despertaron y alertaron justo antes de que comenzaran a llover escombros del techo.

Los ladridos de su perro llegaron instantes antes del impacto

Afortunadamente, el meteorito no le cayó encima y los pequeños escombros no le causaron heridas, más allá del terrible susto. Un susto que ni siquiera sabía a qué se debía, pues inicialmente no vio el meteorito y, cuando finalmente lo hizo, no pensó que se tratara de tal cosa.

Tanto ella como el oficial de policía que fue a su casa tras la llamada al 911 pensaron que aquella piedra del color del carbón debía proceder de las obras que en ese momento se estaban desarrollando en una autopista cercana. Sin embargo, cuando las autoridades fueron allí a investigar, comprobaron que el material no se correspondía con ninguno de los que se estaban usando allí. Además, aseguraban que no habían hecho ninguna voladura esa noche. 

Entonces, al conocer la explosión que habían divisado algunas personas en la zona, pensaron que podía tratarse de algo procedente del espacio. Pero necesitaban confirmarlo, por lo que se pusieron en contacto con Peter Brown, un físico experto en meteoritos de la  Universidad Western de Ontario.

Se confirman las sospechas

El equipo de Brown aún no ha podido analizar la roca; pero, en declaraciones a CBC, ha explicado que todo es consistente con que, efectivamente, se trate de un meteorito. “Todo sobre la historia fue consistente con la caída de un meteorito, y el hecho de que esta brillante bola de fuego hubiera ocurrido básicamente justo al mismo tiempo lo convirtió en un caso bastante abrumador”. 

De cualquier modo, espera poder analizarlo durante el próximo mes. Además, ha pedido a quienes pudieran fotografiar el impacto o lo captaran en cámaras de seguridad que envíen sus imágenes para poder hacerse una idea de cuál debió ser su trayectoria. Este dato además podría ayudarle a conocer su origen, aunque sospecha que debe estar en el cinturón de asteroides principal del sistema solar.

Una vez que todo esto quede claro a Ruth le gustaría quedárselo de recuerdo. En principio se lo devolverán, siempre que no resulte tener un valor científico excepcional. Habrá que esperar para saber eso. No sabemos si podrá quedarse con el meteorito que perturbó su sueño, pero el recuerdo del susto sí que no se lo podrá quitar nadie. 

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