El objetivo principal de Chang'e 5 en la Luna era traer muestras de esta. Ahora, China ha analizado los trozos de basalto recogidos por su misión y ha revelado una curiosidad: hubo actividad volcánica mucho más tarde de lo que creíamos. ¿Pero qué es lo que han visto exactamente?

El nuevo estudio, publicado en la revista cienctífica Science, concluye que las muestras analizadas son mucho menos antiguas de lo que se esperaba. Esto es sorprendente porque Chang'e 5 aterrizó en Oceanus Procellarum, a unos 170 kilómetros del Mons Rümker. En esta zona había lava solidificada procedente de una antigua erupción volcánica. De hecho, se eligió precisamente este lugar porque es donde se esperaba que estuvieran "las lavas basálticas más jóvenes de la Luna", indican en el estudio.

Basalto recogido por Chang'e 5 en la Luna

Y al analizarse las muestras en el laboratorio se han sorprendido. Los investigadores chinos han utilizado una técnica nueva, en la que se utilizan isótopos de plomo y mediciones de abundancia elemental, para datar la superficie de la Luna a través de estas muestras. ¿El resultado? El basalto recogido en el lugar de aterrizaje de la misión Chang'e 5 de China es de hace aproximadamente 2 mil millones de años. Esto es "más tarde que otras muestras volcánicas lunares conocidas", según se explica en un comunicado de prensa.

La misión Chang'e 5 de China es la primera de retorno de muestras desde 1970

Es más, en el propio estudio señalan que este basalto proviene de un volcán que entró en "erupción cerca del lugar de aterrizaje casi 1.000 millones de años más tarde que el emplazamiento de cualquier basalto lunar medido anteriormente en las colecciones de muestras" traídas hasta ahora.

Además, hay que señalar que la misión Chang'e 5 de China es la primera de retorno de muestras desde 1970. Y era importante analizarlas para entender mejor cómo fue la actividad volcánica en la Luna, como hemos podido ver.

Vulcanismo tardío

A pesar de que el basalto de Oceanus Procellarum tiene altas concentraciones de "potasio, torio y uranio" y estos elementos "generan calor a través de la desintegración radiactiva de larga duración"; los autores del estudio buscan otras hipótesis. Estos investigadores "afirman que debió existir una fuente de calor en la región para explicar esta actividad volcánica tardía", indican en el comunicado. Por tanto, "se requieren explicaciones alternativas para la longevidad del magmatismo lunar; como el calentamiento por mareas o una mineralogía de origen distinta que favorezca una menor temperatura de fusión del manto", concluyen en la investigación.

Por tanto, aún queda mucho trabajo que hacer para saber más sobre el vulcanismo en la Luna, tal y como ha demostrado la misión Chang'e 5 de China. Y este es el momento idóneo para hacerlo; antes de que las agencias espaciales emprendan el camino a Marte y ya no despeguen el ojo del planeta rojo.

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