Si hay agua en Marte es una de las grandes incógnitas que ahora tratamos de descifrar. Sabemos que hubo agua en la superficie en algún momento porque ha dejado sus surcos. Y desde hace años los científicos piensan que puede haber una red de lagos subterráneos de agua en Marte. Sin embargo, desde el principio los investigadores dudaron de que pudiera ser así. Y, ahora, una nueva investigación pone nombre a qué es eso que está congelado bajo la superficie del planeta rojo. Pero no es agua.
Los datos se han recogido con Mars Express, una sonda de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) que orbita el planeta. Acoplada a esta va MARSIS, otro satélite que ha recogido datos sobre las posibles redes de lagos de agua en Marte. Y parecen mostrar unas manchas brillantes que, ahora, los investigadores creen que podría tratarse de arcilla congelada, indican desde ScienceAlert. De manera más concreta: silicatos de aluminio hidratados o minerales de esmectita.
"Hasta la fecha, todos los trabajos anteriores sólo podían sugerir la existencia de agujeros en el argumento de los lagos. Somos el primer trabajo que demuestra que otro material es la causa más probable de las observaciones", comenta Isaac Smith, científico planetario del Instituto de Ciencias Planetarias y de la Universidad de York, en Canadá. "Ahora, nuestro trabajo ofrece la primera hipótesis alternativa plausible, y considerablemente más probable, para explicar las observaciones de MARSIS".
¿Lago subterráneo de agua en Marte?
Las observaciones de MARSIS señalaron que bajo el casquete polar sur del planeta rojo podía haber un lago subterráneo. Después, otras zonas se sumaron a esa posibilidad. Y pensaron que, quizás, era posible que hubiera una red de lagos con agua congelada en Marte. Pero había un problema que dificultaba que Marte fuera el paraíso con agua que algunos estaban esperando. Y es que el planeta es muy, muy frío. Ese frío, explican los investigadores que ahora hablan de otras opciones, dificulta que lo que haya ahí sea agua.
¿Y qué hay ahí? Para Smith y su equipo hay una posible solución: "Las arcillas sólidas congeladas a temperaturas criogénicas pueden producir los reflejos. Nuestro estudio combinó la modelización teórica con las mediciones de laboratorio y las observaciones de teledetección", comenta el investigador.
"Los tres coincidieron en que las esmectitas pueden producir los reflejos y que las esmectitas están presentes en el polo sur de Marte. Es la trifecta: medir las propiedades del material, demostrar que las propiedades del material pueden explicar la observación y demostrar que los materiales están presentes en el lugar de la observación."
La prueba
Además, las esmectitas no son raras en Marte. De hecho, el 50% de su superficie está formada por ellas, "con una mayor concentración en el hemisferio sur, particularmente en las tierras altas del sur". Es más, incluso Curiosity ha examinado algunos depósitos de estos minerales.
Para saber si su hipótesis podía ser buena, Smith y su equipo congelaron a -43 grados arcilla de calcio-montmorillonita, que abunda en Marte, para poder comprobar si las mediciones de su permitividad dieléctrica, la propiedad que captura MARSIS, coincidían con los resultados de la sonda. Y así ha sido, por lo que ahora están más convencidos de que su hipótesis es cierta.
Todavía podría ser agua
Pero no nos precipitemos. Y es que los resultados de Mars InSight, la misión de la NASA que mide las constantes vitales del planeta, señalan que podría haber actividad geológica y volcánica en Marte. Esto significa que, si el planeta rojo está caliente por dentro, sí podría ser agua después de todo. Pero todavía no podemos dar por confirmados los primeros indicios de la misión de la NASA. Por este motivo, tendremos que esperar un poco más para saber si hay agua bajo la superficie de Marte.
No obstante, para entender mejor qué pasa con el agua en Marte, ya sea en lagos subterráneos de agua u otra cosa, todavía queda mucho trabajo por hacer. Por eso es tan importante que se envíen nuevas misiones al planeta rojo y que las que ya están allí sigan trabajando en busca de una respuesta.