Casi 24 horas después, los afectados por el lote malo de Wetaca –la popular empresa de tuppers a domicilio– no tienen ninguna respuesta sobre lo sucedido. El silencio administrativo se ha implantado en el entorno de una compañía que venía siendo bastante activa en redes sociales a raíz de una intensa campaña mediática. Más allá de un correo masivo y respuestas vagas a los usuarios, la realidad es que aún no hay nada claro sobre la mesa.

Ayer miércoles, Wetaca enviaba un correo apuntando a que los clientes que hicieron pedido esta semana procediesen a tirar los tuppers que no habían consumido hasta el momento. Según el texto, los análisis clínicos de la semana no cumplían con el estándar de calidad. Por este motivo, apuntaban, solicitaban que se desechasen y no se consumiesen. Y hasta ahí los datos.

¿Qué productos en concreto? Ahí está el matiz de la cuestión. El hecho de que una empresa de comida detecte un problema puntual es cuestión de estadística para alguien del sector. No es algo positivo para su imagen de marca, pero sí posible. La mayor queja de los usuarios es la falta de información que se ha facilitado a los afectados.

La mayor parte de los pedidos ya habían sido consumidos en su totalidad

Wetaca no concreta qué producto o tupper es el que cuenta con el fallo; tampoco del problema en cuestión. Todo en una carta demás de 40 productos de oferta semanal. Un punto esencial ya que dando el aviso un miércoles por la tarde, la mayor parte de los pedidos ya habían sido consumidos en su totalidad. Estos, según el correo, corresponden a los pedidos realizados entre el 18 y el 23 de junio. Otros, posiblemente en buen estado, se han ido a la basura.

Es la incertidumbre la mayor queja, en cualquier caso. Hipertextual se ha intentado poner en contacto con Wetaca por varías vías, pero no ha recibido respuesta a la hora de escribir estas líneas. Algunos usuarios tampoco han visto solventadas las dudas que ha generado el comunicado. Otros, que sí que han recibido respuesta de la compañía, tampoco quedan contentos con la continuidad de la ambigüedad. "Estamos todavía realizando pruebas de estándares de calidad", apuntan en un correo al que ha tenido acceso este medio. En el momento en el que tengan más información, se pondrán en contacto con los afectados.

En cualquier caso, algunos clientes afirman haber sufrido las consecuencias de haber comido algo en mal estado. Otros apuntan a que no han registrado ningún efecto secundario, pese a tener miedo por la situación y la incertidumbre; especialmente aquellos que cuentan con patologías previas. Algunos más pragmáticos, y sin problemas de salud, se alegran de la devolución del importe del pedido de la semana. Es la duda sobre el proceso lo que ha sembrado la semilla entre algunos clientes que ahora dudan de la empresa.

En esta línea, y revisando los avisos de la AESAN (la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) dependiente del Ministerio de Sanidad, hasta este momento no se ha registrado ninguna comunicación de alerta sanitaria. Ni en los avisos generales, ni en los correspondientes a la búsqueda específica por empresas.

Este último dato es esencial. Mario Sánchez, tecnólogo alimentario, explica a Hipertextual que, de haber un problema grave, se habría avisado de forma inmediata a la AESAN. Esto indica que, independientemente de la incertidumbre, "cuando se dan fallos de seguridad alimentaria se suele dar un mensaje de este estilo a los clientes, sobre todo para no alarmar excesivamente. A veces realmente no hay motivos para alarmarse, pero en otras ocasiones sí".

Una gran desinfección entre manos, el único dato hasta el momento

Ante la duda de qué fue primero, el huevo o la gallina, Wetaca apunta a esta usuaria que "ningún cliente de esta semana nos había contactado por síntomas de malestar o intoxicación y ha sido por las pruebas de estándares de calidad que ha saltado la alarma". Con esto, algunos usuarios apuntan a que Wetaca estaría intentando aplacar las voces de han sido los propios clientes los que han avisado de que algo no marchaba bien. Y no tanto por los procesos de control que gestiona la propia compañía.

Wetaca no da datos de qué es lo que ha ocurrido, pero a una de sus clientas sí que le dan un dato de relevancia: están procediendo a medidas de desinfección exhaustivas de las instalaciones para poder comenzar a elaborar los platos de los pedidos que se cierran esta misma noche.

Esto, en cualquier caso, no es indicativo de nada para Sánchez. "Lo que puede estar mal pueden ser muchísimas cosas, desde una rotura de la cadena del frío hasta una detección microbiológica por encima de lo establecido.

Probablemente se trate de esto último, pero el riesgo no es demasiado elevado", añade. Ante el motivo de por qué se ha registrado el problema a posteriori, el experto también explica su punto de vista:

"Tiene pinta de que han identificado el fallo de seguridad alimentaria posteriormente. Es probable que en los análisis rutinarios antes y durante la producción no se hayan identificado problemas, pero sí tras la salida del producto final. Estos análisis son frecuentes, pero lo normal es que no pase nada ya que las medidas preventivas se encargan de asegurarlo".

Mario Sánchez

Lo que no quiere decir, en cualquier caso, que no se realicen pruebas durante el proceso. Las cuales, según el experto, pueden haber dado resultados favorables.

El problema de la comida a domicilio más allá de Wetaca

El caso de los lotes con comida en mal estado de Wetaca es un caso puntal en una industria que ha crecido. Principalmente desde el inicio de la pandemia en 2020. Con el crecimiento masivo del delivery, también una nueva problemática: la seguridad alimentaria trasciende los controles de un local o establecimiento. Ahora su sombra se extiende al transporte.

En este sector, "el transporte depende de agencias externas a la propia marca que llevan a consumidor final", apunta Sánchez, por lo "el control debería ser muy exhaustivo". El transporte en frío, explica, es uno de los puntos más delicados de estos modelos de negocio y producción. Por mucho que se cuide la producción, si la entrega no es correcta, "el alimento será inseguro". Por ello, concluye, "debemos garantizar empresas que trabajen con agencias de transporte en frío y que lo acrediten".