No todas las mujeres pueden o quieren amamantar a sus hijos. En lo que sí coinciden todas es en querer lo mejor para ellos. Por eso, suelen recurrir a la conocida como leche de fórmula. Es una especie de leche materna artificial, que intenta emular las propiedades nutricionales de la que ellas producirían durante la lactancia. También existen los bancos de leche, en los que algunas madres que están dando el pecho a sus hijos donan a otras que no pueden hacerlo.

Pero esto no es suficiente para abastecer a todos los bebés que lo necesitan. Y la leche de fórmula, por muy buena que sea, no logra alcanzar todos los beneficios de la leche materna. Para intentar dar una solución a esto, una empresa estadounidense ha desarrollado Biomilq, una alternativa producida en células cultivadas en el laboratorio.

El resultado no es idéntico al que se esperaría con la lactancia natural, pero sí mucho más parecido que la leche de fórmula. Y también más respetuoso con el medio ambiente. Eso sí, por ahora no hay estudios publicados al respecto, por lo que solo nos podemos fiar de las declaraciones de la compañía en medios de comunicación como IFLScience.

Leche materna artificial para las madres que no pueden amamantar

Para la síntesis de esta leche materna artificial, los científicos de la empresa cultivan en laboratorio células mamarias humanas.

Entre estas células se encuentran las conocidas como células alveolares secretoras; que son las que, al ser estimuladas por la hormona prolactina, secretan la leche. Después, para lograr esto, se emulan en la placa de cultivo las condiciones en las que se encuentran de forma natural.

Esta leche materna artificial se parece mucho a la natural, pero no tiene todos sus beneficios

El resultado tiene grandes ventajas, pero también algunos pequeños inconvenientes. Entre las ventajas está la mayor similitud con la leche materna natural. Por otro lado, el proceso de producción es más respetuoso con el medio ambiente. No olvidemos que la leche de fórmula procede normalmente de leche de vaca, modificada para que sea más tolerable por los recién nacidos y, además, tenga algunos de los nutrientes necesarios. Esto supone que sea necesario recurrir a la ganadería extensiva, con todo lo que esto implica, tanto por emisiones de metano a la atmósfera como por la ocupación de grandes áreas de terreno para los pastos. Nada de esto sería necesario con Biomilq.

Finalmente, otra de las grandes ventajas de esta leche artificial es que se elimina la posibilidad de que contenga restos de medicamentos u otras sustancias con las que haya estado en contacto la madre antes de amamantar o donar la leche.

En cuanto a las desventajas, la principal es que no han conseguido un resultado exacto. La leche materna natural es una mezcla única de anticuerpos, nutrientes y proteínas, totalmente individuales, que dependerán de cada madre y su hijo. Esto, por ahora, está siendo algo imposible de reproducir, aunque una madre que no pueda amamantar a su hijo no debe sentirse culpable, ya que las opciones disponibles son suficientes para que crezca sano.

A falta de publicaciones en las que nos cuenten más al respecto, este proceso de obtención de leche artificial es muy interesante. Eso sí, antes de llegar a los supermercados tendrá que pasar por un gran número de procedimientos regulatorios que garanticen su seguridad. Lo que está claro es que, al igual que la carne artificial, la leche generada en un laboratorio también podría estar avanzando en su camino hacia nuestros hogares. Y, una vez que llegue hasta ellos, posiblemente sea para quedarse. 

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