Las islas Galápagos son un entorno único para los amantes de la naturaleza. No solo por albergar una notoria diversidad animal y vegetal. También porque sirvieron como inspiración para la teoría de la evolución de Charles Darwin, después de que este pasara por ellas durante la famosa expedición del Beagle.
Entre el amplio abanico de especies que viven exclusivamente allí se encuentran muchos animales en peligro de extinción. Incluso algunos que ya sucumbieron hace años. Sin embargo, todavía hay algunas sorpresas, como la que acaba de dar una tortuga que ha aparecido de repente, después de que se la considerara extinta durante más de un siglo.
Ahora, queda saber si hay más como ella, para intentar poner en marcha estrategias de conservación basadas en la reproducción de la especie.
No estaba muerta, estaba de parranda
La especie en cuestión es Chelonoidis phantasticus, más conocida como tortuga gigante de Fernandina. Fue vista por última vez en 1909, por lo que se creía que había sucumbido a causa de las erupciones del volcán Fernandina, ubicado en la isla del mismo nombre.
Sin embargo, durante una expedición en las islas Galápagos organizada por la Dirección del Parque Nacional Galápagos y Galápagos Conservancy en 2019, observaron un ejemplar que no parecía corresponderse con ninguna de las especies que actualmente habitan el archipiélago.
Se trataba de una hembra, a la que bautizaron como Fernanda. Y, curiosamente, parecía reunir las características morfológicas de aquella especie desaparecida. Pero no bastaba con una simple observación. Por eso, le tomaron muestras de sangre y las mandaron a un grupo de genetistas de la Universidad de Yale. Allí, mantienen conservados los restos de un macho desde 1906, por lo que solo tenían que comparar su ADN para ver si se trataba de la misma especie. Y así fue. Estaban ante una hembra de C. phantasticus. 112 años después.
Automáticamente, ha pasado de estar extinta oficialmente a encontrarse en la lista de animales en peligro de extinción que habitan el archipiélago.
Y lo mejor es que se han divisado otros dos ejemplares que también podrían ser de su especie. Por eso, según han explicado en un comunicado sus descubridores, el siguiente paso será repetir el mismo análisis con ellos. Si dieran con un macho, lo llevarían junto a Fernanda al Centro de Crianza de Tortugas Gigantes del Parque Nacional Galápagos, para intentar que se reproduzcan.
Otras tortugas de las islas Galápagos
La especie de tortuga de Fernanda no es la única que se ha catalogado como extinta en los últimos años.
De hecho, hay casos más recientes, como el de la tortuga de la isla Pinta (C. abingdoni). Su último ejemplar, un macho gigante de cien años llamado Lonesome George, murió en 2012, después de que los esfuerzos para su reproducción no dieran frutos.
Pasó así del saco de animales en peligro de extinción al de extintos. Sin embargo, aún existen esperanzas de que haya compañeros ocultos entre las malezas, como lo estaba Fernanda en la isla de Fernandina.
El hallazgo de esta aporta renovadas esperanzas en su búsqueda. Y es que esta tortuga de las islas Galápagos se ha tomado con calma lo de volver a dejarse ver, pero hay que reconocer que finalmente lo ha hecho por todo lo alto.