Es la segunda venta de una startup española en lo que llevamos de mes. Y ambas por más de 100 millones de euros. A la plataforma de gestión en la nube de Holded se le une ahora Deporvillage. El e-commerce de productos deportivos que ha conseguido plantarle cara a Amazon o Decathlon pasa ahora a manos de una compañía británica.

Por casi 140 millones de euros, JD Sports y Sprinter se hace con el control de la startup catalana. JD Sports y Sprinter ha sido, sin embargo, el ganador de una larga lista de postores según adelanta La Información. Han sido varios los fondos y empresas que se han postulado a comprar el negocio de Deporvillage.

La operación aplica al 80% de las acciones de la compañía. Esto da salida a los fondos de la fundación de la Deporvillage, y sus rondas de financiación, que habían entrado en el capital de la misma. Cabiedes, Mediaset –en su tradicional acuerdo de capital por publicidad– y Samaipata cierran un exit por todo lo alto en un año positivo para el emprendimiento en España. Los fundadores de la compañía, Xavier Pladellorens y Ángel Corcuera, se mantendrán como directivos dentro de la misma.

Ahora, la operación está a la espera de la autoridad de la competencia portuguesa. Una vez cerrado, el interés de la matriz británica es hacer de la compañía la primera de la Península Ibérica.

Deporvillage: una historia con cabeza

Deporvillage ingresó 117,8 millones de euros en 2020, con un beneficio de 7,7 millones. Unas cifras que han posicionado a la compañía entre los líderes del mercado de venta deportiva online. Primero centrados en pocas disciplinas, más tarde ambicionando el sector del multideporte. También como uno de los grandes éxitos del panorama emprendedor español.

Fundada en 2010, Deporvillage ha sido uno de esos ejemplos de startup con cabeza que ha seguido su curso con sensatez con el paso de los años. Creada por Xavier Pladellorens y Ángel Corcuera, estos emprendedores comenzaron sin mucha ambición creando el esqueleto del e-commerce en sus ratos libres. Y con 100.000 de inversión propia inicial. No querían dejar, además, su trabajo en eDreams y Masats. Era, ante todo, lo que pagaba las facturas en casa.

Generaban más de 50.000 euros mensuales en compras en una época que ya empezaba a entender qué era una crisis económica

Nacían en 2010, cuando Amazon aún no había abierto en España –habría que esperar un año para eso–. Aunque sí se hablaba de aquello de comprar por internet, aún se tenía como aquella locura que venía de Estados Unidos. Todo esto, además de componer los cimientos de un sector que aún tenía mucho que decir, dejaba una cosa en evidencia: los ingresos de su empresa no daban para mucho.

Hubo que esperar a 2011 –solo un año más tarde– para que ambos emprendedores dejasen todo por la compañía. Generaban más de 50.000 euros mensuales en compras en una época que ya empezaba a entender qué era una crisis económica. Eran unos datos muy buenos que sirvieron para ganar uno de los primeros campus de emprendedores de Seedrocket y una ronda de financiación de 350.000 euros de la época. Lo más granado de la inversión del momento entraba en el capital del Deporvillage: Fodor, Monleon, Cabiedes, Arrola... Ninguno quedó indiferente al marketplace deportivo catalán.

Las rondas son importantes, pero más lo es el trabajo de la empresa

centro logístico deporvillage

La ronda de financiación fue solo el principio. Con un medido ojo para no gastar más de lo necesario, Deporvillage tuvo que recurrir también a los créditos bancarios para poder mantener su negocio. Aún así, la empresa iba bien y se encaminaba a su segunda ronda de financiación. Ya en la liga de los mayores, la startup logró 7 millones de euros en 2015. Samaipata, Mediaset y Félix Ruiz entre otros muchos entraban al negocio que seguía teniendo en mente competir contra un Amazon cada día más fuerte. ¿Por qué seguían fuertes pese al éxito de Bezos? La fidelidad y la especialización serían dos de los elementos principales para el crecimiento de Deporvillage después de tantos años. Era su carta de presentación ante un Amazon carente de toda humanidad.

Para 2018, Deporvillage lograba la rentabilidad con 44,8 millones de euros de facturación

Para 2018, Deporvillage lograba la rentabilidad con 44,8 millones de euros de facturación. Todo un hito para el sector y cumpliendo uno de sus objetivos de sensatez de negocio. Si algo se ha tenido claro en la empresa, es que las cifras de negocio y las ideas meditadas estaban por encima de las tendencias de emprendimiento que venían imponiéndose en el panorama de las startups.

Desde entonces, la compañía ha crecido en empleados y geografías. Con la web en varios idiomas, el marketplace vende en casi 200 países. Y 2020, amén de la crisis sanitaria por el coronavirus, ha ido un año bueno para ellos. Como para la mayor parte de los marketplace en realidad. El estallido por los envíos a domicilio y el material deportivo ha sido determinante para poner sobre la mesa una compra que venía resonando desde hacía tiempo.