USB-IF, el organismo encargado de hacer evolucionar todo lo relacionado con los protocolos USB, ha anunciado el lanzamiento de una nueva especificación para el conector USB-C que permitirá transferir a través de este conector hasta 240 vatios de potencia. Esto supone un importante incremento respecto a los 100 vatios de la especificación anterior.

El USB-IF ha denominado a esta nueva capacidad como "Extended Power Range" o "EPR". Para beneficiarse de ella, evidentemente, será necesario comprar nuevos cables, además de contar con un dispositivo que haya implementado esta nueva especificación del conector.

La organización, además, indica que los cables que soporten esta potencia tienen que tener un logotipo distintivo (EPR) que permita a los compradores identificarlos fácilmente. Estos cables tienen que soportar 5 amperios y 50 voltios (lo que equivale a 250 vatios).

La clave de este asunto: que un puerto USB-C admita hasta 240 vatios abre la puerta a un mayor abanico de usos. Por ejemplo: un monitor de altas prestaciones podría alimentarse utilizando este conector. O un ordenador de sobremesa como el iMac. O incluso algunas televisiones modernas. Es decir: el USB-C no solo estaría limitado a ordenadores, tablets y smartphones, también podría llegar a productos con consumos mucho más altos.

El USB-C es solo una parte de la historia

USB-C

El USB-C, recordemos, es solo el conector. Una historia aparte es el protocolo que se utiliza para transferir información. Es ahí donde entran en juego nombres como Thunderbolt, USB 3.2, DisplayPort, etc. Por lo tanto, un puerto USB-C es multidisciplinar. Y, aunque todos los USB-C parezcan iguales, no todos soportan las mismas tecnologías. El ejemplo más claro lo encontramos en el reciente iMac: tiene cuatro puertos USB-C, pero solo dos de ellos soportan Thunderbolt.

Esa diferencia de protocolos compatibles ha complicado más de lo ideal la historia del USB-C, cuyo principal objetivo siempre ha sido simplificar la situación de los cables que utilizamos para interconectar dispositivos electrónicos. Y, aunque es cierto que este conector puede hacer lo que antes hacían varios, todavía estamos lejos de lograr esa simpleza extrema que los consumidores probablemente necesiten.