Por lo general, las lágrimas de una persona sana son transparentes como el agua. Al fin y al cabo, es su ingrediente principal. Sin embargo, ciertas patologías pueden afectar a su composición y, también, a su color. Un buen ejemplo de ello es el de las lágrimas de sangre. Pero no son las únicas. También existen las lágrimas negras.
Se trata de una condición, llamada melanodacriorrea, que puede darse por diferentes orígenes, aunque el más común es la intoxicación por plata, también conocida como argiria. No se sabe exactamente cómo pueden llegar a teñirse color azabache estas secreciones a causa del metal, aunque hay una teoría bastante aceptada al respecto.
El origen de las lágrimas negras
Por lo general, la intoxicación causada por la exposición a la plata se manifiesta en el color de la piel, que se torna a un tono grisáceo o negro.
No obstante, también pueden colorearse otras partes del cuerpo, como las membranas mucosas que recubren los ojos y el interior de la boca. El origen de este envenenamiento es muy variado. Se han reportado casos en trabajadores de sectores en los que este metal forma parte frecuente de su labor, como la joyería, la fotografía o la minería. También por contacto con fluidos y alimentos contaminados. Además, en el pasado era común que se diese tras determinados tratamientos médicos y quirúrgicos. Por ejemplo, el nitrato de plata se usaba para tratar la epilepsia y otros trastornos neurológicos y la plata coloidal se empleaba con fines antimicrobianos.
En la actualidad su uso ha decaído mucho, tras ser sustituido por opciones más seguras, y apenas se mantiene solo en algunos aparatos médicos o en empastes y férulas en los que la cantidad de dicho metal es mínima.
Sí que se ha detectado en ciertos suplementos y remedios tradicionales no regulados, de ahí que sea importante evitarlos.
¿Cuáles son las causas?
Sea cual sea la vía de intoxicación, lo que está claro es que no todas las personas desarrollan lágrimas negras. ¿Pero por qué algunas sí?
Según un reporte de caso publicado en 2010, podría ser una inoculación mecánica. Esto significa que sería el propio paciente el que traspasaría la plata presente en las mucosas oculares al frotarse los ojos.
En este mismo estudio recordaban que la pigmentación que resulta de los depósitos de plata en el cuerpo es irreversible. Se han probado terapias como la quelación o la dermabrasión, pero han mostrado ser ineficaces.
Aunque la argiria es la causa más común de la aparición de lágrimas negras, también se han documentado casos por otras enfermedades. Por ejemplo, en 2008 se reportó uno a causa de un melanoma uveal. No obstante, los autores de la publicación reconocen que el de este hombre de 71 años fue un caso extremadamente raro.