Las fiestas de revelación del sexo del bebé son una de esas modas innecesarias que, además, interiorizan clichés y prejuicios que deberían haberse abandonado ya en los tiempos que corren. Por ejemplo, el hecho de revelar el femenino con color rosa y el masculino con azul. Pero si a todo eso, además, le sumas una explosión, estos eventos pasan de ser un paso atrás en la igualdad de género a un fenómeno realmente peligroso.

Esto puede parecer una exageración, pero es precisamente lo que ha ocurrido recientemente en una de estas fiestas celebrada en New Hampshire, Estados Unidos. Al parecer, la familia en cuestión decidió contar a sus seres queridos que iban a tener un niño añadiendo algo de tiza azul a un explosivo, llamado tannerite. Para detonarlo eligieron una cantera, por pensar que sería un buen lugar para amortiguar el estallido. Sin embargo, provocaron un terremoto que sacudió casas y rompió cimientos a 32 kilómetros a la redonda.

El causante de la explosión

El responsable de este repentino terremoto fue un hombre llamado Anthony Spinelli. Él y su pareja acudieron a la cantera acompañados de algunos familiares y amigos para revelarles el género de su bebé. 

Los dos componentes principales de este explosivo se venden en contenedores independientes

Para ello, mezclaron algo de tiza azul con tannerite. Este es prácticamente un explosivo Do it yourself, ya que se vende con sus dos componentes envasados en contenedores independientes. El primero contiene un oxidante, normalmente polvo de aluminio, y el segundo un catalizador, que suele ser nitrato de amonio.

El hecho de que se vendan por separado facilita que la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de los Estados Unidos no los regule como explosivos, por lo que es más fácil hacerse con ellos. Sin embargo, una vez introducidos en un arma de fuego y disparados con una bala de alta velocidad, ambos reaccionan entre sí, dando lugar a una explosión. 

El tema de la tiza azul en realidad no fue una ocurrencia de esta pareja. De hecho, se comercializan kits con polvitos de colores para este tipo de celebraciones. Este es uno de los usos lúdicos de este explosivo. También se puede usar a nivel empresarial, para voladuras de edificios o efectos especiales en cine, por ejemplo.

En cualquier caso, no deja de ser un explosivo, cuya detonación no es un juego. Y basta con remitirse a lo que ocurrió tras la explosión generada por Spinelli.

Será niño

Inmediatamente después de la explosión, que tuvo lugar en Kingston, New Hampshire, numerosos vecinos de la zona comenzaron a avisar de un terremoto. Algunos simplemente sintieron el suelo temblar bajo sus pies. Otros vieron cuadros caerse de las paredes y otros objetos volcarse por el bamboleo. Además, se están estudiando posibles daños en los cimientos de algunas viviendas.

Sin embargo, los sismógrafos cercanos no detectaron un terremoto. Al menos no uno normal. Un detective se desplazó hasta la zona, interrogó a los vecinos y, siguiendo la pista, acabó llegando hasta la cantera donde había tenido lugar la explosión,

La cantidad de explosivos que se usó está muy por encima de la que se considera segura

Al interrogar a Spinelli, este explicó que creía que los daños allí serían menores. Pero también reconoció que había usado 36 kilogramos de tannerite, según relatan desde CNN. Esta sería una cifra muy superior a la recomendada por seguridad. De hecho, una de las empresas encargadas de la distribución de este explosivo aconseja no exceder los 0,45 kg de mezcla o 0,9 kg si se trata de profesionales.

A la espera de saber si las viviendas han tenido los daños que se sospechan, el futuro papá ha sido detenido por alteración del orden público. Con esto, se demuestra que una explosión no es una buena manera de anunciar el género del bebé que traerás al mundo. Y, de paso, que puedes vestir a tu hijo del color que quieras. Bueno, eso no lo demuestra esto, pero es algo que no está de más recordar.