Los AirTag deben ser el producto de Apple más fácil de analizar en los más de 20 años que llevo cubriendo a la compañía. Además de su funcionamiento, es un producto interesante porque es una nueva gama de accesorios. Durante la última semana, he incorporado el uso de estas etiquetas que me permiten localizar cualquier cosa desde la app Buscar (o Find My, en inglés) y esta ha sido mi experiencia.
Los AirTag son un accesorio que te permite rastrear objetos. Son pequeños y redondos, un poco más grandes que una moneda y fáciles de guardar en mochilas, bolsos, maletas, usarlos como llavero —junto a un accesorio— o dentro de la cartera.
Aunque no es un tipo de dispositivo nuevo, sí es la primera vez que se integra de forma profunda con un sistema operativo, en este caso los de Apple, ofreciendo una serie de ventajas que —lamentablemente— dispositivos de terceros no pueden dar, de momento.
¿Cómo se configuran?
La configuración de los AirTag es tan simple como acercar uno al iPhone. Inmediatamente aparece una ventana emergente preguntándote si quieres emparejarlo. Se elige un nombre (llavero, mochila, o lo que tu quieras) y listo. No hay más pasos. No hay que descargar una app, no hay que esperar unos minutos, nada. Todo ocurre en cuestión de segundos.
De ahora en adelante se puede ubicar el AirTag desde la aplicación Buscar (Find My). Aquí podría terminar mi reseña. Porque es tan simple y tan sencillo todo que no hay más que decir. El dispositivo es tan pequeño que es cuasi-invisible, es bonito junto con sus accesorios como para colgarlo de la mochila —yo por ejemplo, lo he hecho con un loop sintético amarillo—.
Y me olvidaré que está ahí hasta el día que llegue a perder mis llaves, mi mochila o algún otro objeto. Es justamente lo que Apple quiere, que te olvides que está ahí. La tecnología que desaparece, la tecnología invisible es siempre la mejor.
Pero claro, cuando te acuerdes o cuando lo necesites, lo puedas ubicar siempre desde la app Buscar (Find My).
Qué sucede si pierdes un objeto que le acompaña un AirTag
En caso de que pierdas un objeto que esté acompañado de un AirTag, el proceso de búsqueda tiene dos fases. Una vez abierta la aplicación de Buscar (Find My), eliges aquello que no encuentras y presionas Buscar.
Si lo haces desde un iPhone 11 o superior, la pantalla te mostrará la dirección exacta hacia dónde debes dirigirte y la distancia aproximada del objeto. Es sorprendentemente exacto. Apple lo consigue por medio del chip U1 que se apoya de tecnología de ultra banda ancha (ultra wide band o UWB) que permite precisar la dirección —y no solo la distancia— de un objeto.
También se apoya en el acelerómetro e incluso en la cámara del smartphone para conseguir el proceso de ubicación del AirTag que no encuentras.
En caso que aquello que se perdió no esté a la distancia mínima necesaria para una conexión directa, entonces podemos activar el modo perdido. No olvidemos: los AirTag no tienen antena GPS, sino que se ubican una vez que se conectan vía Bluetooth con un dispositivo de Apple.
Con el modo perdido activo, apenas un AirTag se conecte a un dispositivo de Apple, enviará de forma totalmente cifrada su ubicación aproximada al dueño del accesorio. Ningún tercero, ni siquiera Apple, va a saber dónde se encuentra. Además la posición se mostrará únicamente desde la app Buscar (Find My).
En ese momento, al propietario le saltará una alarma de que el dispositivo ha sido encontrado y dónde. Además, cualquier dispositivo, sea iPhone o Android, puede acercarse a un AirTag y por medio de NFC ver información básica de su dueño y así contactarlo.
Aquí tenemos la ventaja más grande de los AirTag por encima de cualquier otro accesorio similar. La inmensa cantidad de dispositivos de Apple, más de mil millones, que forman la red Find My.
Además, si el AirTag lleva un tiempo separado del dispositivo con el que ha sido emparejado y detecta un movimiento repentino, empieza a sonar. Esto es útil cuando ha caído en algún lugar poco visible pero alguien lo patea o lo mueve sin querer, pues que la alarma lo hará más fácil de detectar y encontrar.
Esto último tiene una segunda utilidad: evitar que se usen los AirTags para acosar a una persona. Son trucos y formas que Apple ha implementado para asegurar la privacidad de todos.
¿Se puede usar un AirTag para acosar a una persona?
Lo cual nos lleva a la preocupación número uno que ha generado la presentación de los AirTags. Su posible uso para acosar a otra persona y saber dónde está en todo momento. Sería tan simple como depositar un AirTag en la mochila o bolso de alguien y así saber su ubicación en todo momento.
Pero no es tan simple. Apple ha explicado en repetidas ocasiones que los AirTags están diseñados para rastrear objetos, no personas. Entonces: si se ha separado del dispositivo con el que está emparejado por más de un periodo determinado de tiempo no del todo especificado, este empieza a sonar si detecta movimiento.
De esa forma, si estás caminando con un AirTag en tu bolso o mochila sin darte cuenta, inevitablemente vas a escucharlo y enterarte de que está ahí. En caso de que tengas un iPhone, aparecerá información avisándote que hay uno de estos dispositivos acompañándote siempre y no es tuyo. En caso que tengas un Android, puedes acercarlo y ver información de su dueño.
Apple no da demasiada información de cuánto tiempo tiene que pasar antes de que el AirTag empiece a hacer ruido si detecta movimiento alejado del dispositivo con el que está emparejado. Lo hace así para no incentivar su mal uso. Además, ese periodo de tiempo puede cambiar en el futuro.
La compañía también ha aclarado que hay formas de deshabilitar las alertas de seguridad si tienes un objeto con un AirTag que te prestaron. Así no tendrás al accesorio emitiendo sonidos molestos innecesarios.
Resistentes y con batería reemplazable
Los AirTag tienen una certificación IP67, es decir, resisten polvo, agua y pueden ser sumergidos hasta un metro y medio sin que sufran averías. ¿El cromado se raya? Sí. ¿Es un problema? No. Son objetos que están diseñados para justamente eso, y sospecho que la mayoría de las ocasiones que usemos un AirTag será cubierto por el propio accesorio.
Una cosa que no me ha gustado es que el propio AirTag no tiene un orificio para pasarle un pequeño cable o usarlo como llavero sin necesidad de adquirir un accesorio extra.
Para eso Apple vende llaveros y correas. Son de alta calidad, pero no necesariamente baratas. Belkin ofrece alternativas a menos de la mitad de precio (pero no tan bonitas) y en unas cuantas semanas vamos a tener un sinfín de opciones en Amazon y AliExpress a precios mínimos. De hecho, ya es fácil encontrar llaveros para AirTags por 2 euros.
Los AirTag tienen autonomía de aproximadamente un año. La batería es reemplazable. Usan las baterías CR2032, que son extremadamente económicas. En Amazon, por ejemplo, se puede adquirir diez por 6 euros, 6 dólares o 199 pesos mexicanos.
Los AirTag de Apple: simple y útil
Es curioso que uno de los productos más redondos de Apple con un diseño de interfaz bastante sorprendente y cuidado, es de las cosas que te gustaría no tener que usar nunca. Porque claro, a nadie le gusta perder cosas.
Pero en caso que suceda, no puedo dejar de recomendar los AirTag. No son el producto más barato de su categoría, pero lo compensa su simpleza de configuración, emparejamiento y la vasta red de dispositivos Apple que sirven como una "malla" que te ayudarán a encontrar lo que sea que perdiste.
Los AirTag se venden por 29 dólares o 35 euros o en paquetes de cuatro por 99 dólares o 119 euros.
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