En 1982 se estrenaría Blade Runner, y con ello una referencia obligada en el género de la ciencia ficción. La película de Ridley Scott nos habla de un futuro distópico complejo. Con una corporación enorme controlando la sociedad y la tecnología. Sigue a un peculiar blade-runner semiretirado que se enfrenta a la misión que le cambiaría la vida para siempre. En dicha cinta vemos ese futuro del 2019 imaginado en los ochenta como un mundo caótico y oscuro, pero también en el que casi siempre está lloviendo. ¿Por qué? El propio Ridley Scott ha explicado las razones de esto.

Aunque Blade Runner es en la actualidad un filme imprescindible, lo cierto es que en su estreno la recepción más bien fue mixta y su recaudación en taquilla quedó debajo de lo esperado. Es un caso clásico de cómo una cinta llega a convertirse en película de culto. Sabemos que este filme tuvo una secuela en 2017, titulado Blade Runner 2049. En ella, el clima no parece haber mejorado, incluso se exploran parajes más allá de la ciudad de Los Ángeles, lugar en la que se ubica la cinta de 1982.

La lluvia en Blade Runner es constante a lo largo de su historia, incluso una de las escenas más icónicas de esta cinta es bajo la lluvia y hace referencia a ella. Ridley Scott dio a conocer el motivo por el que esa visión distópica del futuro tenga ese clima. Su película, como sabemos, se inspiró en la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, publicada en 1968. Acá repasamos las dos razones de Scott.

Las complicaciones de un proyecto

Blade Runner fue de esas cintas que tuvieron toda clase de contratiempos y problemas durante su confección. Desacuerdos de todo tipo, discusiones, maltratos, accidentes y demás. Y es aquí en donde se ubica la primera de las razones por la que en Blade Runner casi siempre está lloviendo. En realidad obedece a asuntos más bien mundanos. Y es que los sets construidos para la cinta nunca fueron del gusto de Riddley Scott. En ese sentido tuvo también muchos desacuerdos, así que decidió utilizar la lluvia para no dar tanta relevancia a los fondos y sets.

Aunque es una razón un tanto decepcionante, lo cierto es que los efectos que consigue y la atmósfera construida en Blade Runner son inolvidables. Por lo que no deja de ser curioso que una decisión más bien técnica y que tal vez esconde un trasfondo complejo para la producción, haya llegado a buen puerto e incluso le haya dado identidad inconfundible a la película.

Tyrell Corporation, la empresa malvada de 'Blade Runner'

El mundo distópico de Blade Runner no sería el mismo sin Tyrell Corporation. Para bien y para mal. Como sabemos, los famosos replicantes fueron desarrollados para el servicio humano por esta compañía. Aunque teóricamente carecen de emociones y empatía, los replicantes se organizan y se rebelan. Sin embargo, lo que piden es simple: extender su vida. Luego de un gran motín, los replicantes son declarados ilegales en la Tierra y es aquí en donde entran en juego los blade runners.

Esta paradójica situación provocada por Tyrell Corporation igualmente está relacionada con la lluvia constante en Blade Runner. Y es que, en ese futuro, el cataclismo ambiental es una consecuencia de los enormes abusos de los humanos a la naturaleza. Se plantea que la vida natural ha desaparecido casi en su totalidad, creando un colapso en muchos sentidos. De hecho los replicantes son utilizados en las colonias para conseguir recursos que en la Tierra se han extinto por causas de antropocentrismo.

Es el humano viviendo su propia destrucción, una destrucción provocada por la avaricia y poder de una empresa, de una corporación implacable. Este cataclismo natural es lo que provoca que en esa ciudad de Los Ángeles del futuro llueva constantemente, pero que también sea oscura, hostil y con tormentas de arena que hacen daño a los humanos y los afecta biológicamente.

'Blade Runner 2049', la secuela de un clásico

Blade Runner

La secuela Blade Runner 2049 se estrenó en 2017. Esta vez bajo la batuta de Denis Villeneuve. Ahí vimos de nueva cuenta a Deckard, el personaje icónico de la franquicia protagonizado por Harrison Ford. En dicha secuela podemos encontrar de nueva cuenta la lluvia, pero también otros parajes en donde se evidencia los daños a la Tierra hechos por los humanos.

De hecho, uno de los elementos que se utilizan para la narración (un figurín de madera), nos recuerda el gran daño que vive ese futuro distópico: los árboles ya son solo un recuerdo y la madera es un bien escaso.