Un adolescente acudió a urgencias por una congestión nasal que llevaba años molestándole y un olor nauseabundo que se instaló en sus fosas nasales de forma permanente. Inicialmente se pensó que padecía alergia, pero al final entendieron que debía tratarse de un cuerpo extraño en la nariz.

Lo que no imaginaban es que sería el resultado de un incidente ocurrido ocho años atrás, al que ni él ni sus padres dieron importancia.

Afortunadamente, aquellos raros síntomas sirvieron para detectarlo; ya que, de no ser así, las consecuencias podrían haber sido muy peligrosas.

Un curioso cuerpo extraño en la nariz

El chico acudió por primera vez al hospital a los 15 años de edad. En ese momento solo se quejaba de la congestión y de algo de pérdida del sentido del olfato. Aún no estábamos en plena era del coronavirus, por lo que concluyeron que debía tratarse de un proceso alérgico y le pautaron un antihistamínico.

Sin embargo, solo un año después volvió al centro. Seguía con los mismos síntomas y, además, a ellos se había añadido un curioso olor. Decía que no sentía que tuviese mal aliento, pero se avergonzaba al sentir un aroma fétido que nunca le abandonaba.

Los médicos sospecharon que podría tener un cuerpo extraño en la nariz. Le realizaron una tomografía computarizada para comprobarlo y, efectivamente, algo inusual se veía en ella. Se trataba de una estructura esférica, de unos 9 mm de diámetro, alojada en una de sus fosas nasales. 

Al preguntar a los padres, estos cayeron en que cuando el niño era pequeño recibió jugando un perdigonazo en la nariz.  En aquel momento no reportó ningún síntoma, por lo que no le dieron importancia y ni siquiera lo llevaron al hospital.

Quizás pensaron que el perdigón había salido, pero en realidad se quedó allí alojado durante ocho años. Ese era el cuerpo extraño que veían en la imagen.

Posibles complicaciones

Tras el accidente, el perdigón quedó cubierto por nuevo tejido nasal, que lo ocultaba completamente. Esto hacía difícil detectarlo, por lo que podría haber pasado desapercibido de no ser por los síntomas que provocó.

Lamentablemente, en otros casos un cuerpo extraño en la nariz puede quedar tan escondido que, para cuando se localiza, ya ha provocado complicaciones graves.

Según explican los médicos que trataron al chico en un reporte del caso publicado en JAMA Otolaryngology - Head & Neck Surgery, una de las complicaciones más habituales es la infección. Si esta no se trata cuanto antes, puede desplazarse a los ojos o la mandíbula y causar problemas graves.

También puede ocurrir que la inflamación provoque la descomposición del hueso cercano. O incluso que el cuerpo extraño en la nariz se libere y acabe siendo inhalado por el paciente. 

Afortunadamente, este adolescente no tuvo ninguno de estos problemas. Simplemente, la obstrucción provocada por el perdigón impedía la limpieza natural de la nariz, acumulando mucosidad y bacterias, que generaban ese mal olor que no se iba.

Fue intervenido quirúrgicamente para eliminar el objeto e inmediatamente recuperó su sentido normal del olfato. También el mal olor y la congestión se fueron para siempre.

Todo quedó con un final feliz, pero podría haber sido peor si no se hubiesen generado estos síntomas. Por eso, si tú o alguien a tu alrededor recibe un perdigonazo, ve a urgencias. En serio. 

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: