La semana pasada Microsoft cerró la compra de Bethesda —ZeniMax Media, mejor dicho— tras recibir luz verde por parte de la Unión Europea. Los de Redmond no perdieron el tiempo y rápidamente anunciaron el lanzamiento de 20 juegos de Bethesda en Xbox Game Pass. Se trata de un movimiento bastante agresivo y, desde luego, no será el último. Microsoft ha iniciado la generación dando un golpe sobre la mesa y esto nos hace preguntarnos lo siguiente: ¿cómo responderá PlayStation?

Pip Boy de Fallout - Bethesda

Durante muchos años, sobre todo en la anterior generación, Microsoft fue criticada debido a su carencia de franquicias estandartes más allá de Halo y Gears of War. Sin embargo, y tras desembolsar 7.500 millones de dólares, la compañía ahora posee propiedades como Doom, The Elder Scrolls y Fallout, entre otras. Esas críticas eventualmente comenzarán a desparecer porque Microsoft por fin está plantando cara al mayor fuerte de PlayStation, las exclusivas.

Phil Spencer, director de Xbox, declaró que su objetivo es ofrecer los títulos de Bethesda solo a través de las plataformas donde existe Xbox Game Pass. Intuimos, entonces, que los nuevos juegos del publisher serán exclusivos de las consolas Xbox, xCloud y PC. Incluso si The Elder Scrolls VI o Starfield también estuvieran disponibles en la PlayStation 5, la propuesta de disfrutarlos por medio de Xbox Games Pass es insuperable; sobre todo en términos económicos.

PlayStation no necesita cambiar su estrategia, pero…

PlayStation 5

El problema para PlayStation, si así se quiere ver, es que su máximo rival se ha metido a la bolsa múltiples franquicias cuyos seguidores se cuentan por millones. Una cosa es no tener acceso a los exclusivos de Xbox porque nacieron y crecieron en su plataforma; otra muy diferente es perder el acceso porque una compra los retiró del mercado multiplataforma. Dicho en otras palabras: de antemano un jugador de PlayStation sabe que no podrá disfrutar Halo en su consola, pero perder la oportunidad de jugar The Elder Scrolls —si llega a suceder— es otra situación.

Sí, la compra de Bethesda por parte de Microsoft, y su más que probable transición hacia la exclusividad de franquicias, es un golpe para Sony. Sin embargo, los japoneses tiene una ventaja clave en la actualidad: lideran la batalla en cuanto a presencia, ventas y popularidad de marca se refiere. Sin olvidar, por supuesto, que los altos estándares de calidad de sus producciones exclusivas les han permitido sobresalir del resto. Todo lo anterior te brinda un mayor margen de maniobra en cualquier decisión que tomes para responder a la competencia.

Sony ya dejó claro que seguirá apostando por el desarrollo de juegos first party en la actual generación; esto tras el éxito obtenido en las consolas que anteceden a la PlayStation 5. Si la batalla entre los dos gigantes se definirá por un tema de contenidos originales, entonces Sony no requiere hacer cambios significativos en su estrategia. Eso sí, quizá sea conveniente dedicar mayores esfuerzos para ofrecer más y mejores exclusivos. ¿Cómo podrían hacerlo? Igual que Microsoft, abriendo la cartera.

Las opciones de Sony en el mercado

El catálogo exclusivo de la PlayStation 5, al menos en la actualidad, parece estar en buenas manos. Es un hecho que Guerrilla Games, Santa Monica Studio, Polyphony Digital, Insomniac Games, Naughty Dog y Sucker Punch, entre otros equipos internos de Sony, están trabajando en proyectos para la PS5. Algunos de ellos ya son oficiales, como es el caso de Horizon Forbidden West, la secuela de God of War, Gran Turismo 7 y Ratchet & Clank: Rift Apart.

La duda que tenemos ahora es si PlayStation Studios podrá mantener el ritmo de lanzamientos durante toda la generación. Si por algo se han distinguido los últimos títulos exclusivos de Sony, además de su calidad, es por el largo periodo de desarrollo. Con el paso de los años las producciones se han vuelto más complejas y no es una tarea fácil sacarlas adelante. Por consiguiente, el mayor reto que enfrenta Sony es que su catálogo ofrezca novedades con cierta frecuencia. Su rival igualmente se está preparando para ello.

No obstante, hay otra opción en el radar que seguramente están considerando: comprar nuevos estudios. Antes de continuar, es importante decir que Sony está lejos, muy lejos de tener el potencial económico de Microsoft. Olvídate de verlos adquirir una distribuidora del tamaño de Bethesda. A pesar de las limitaciones, su cartera ha podido afrontar adquisiciones estratégicas que han rendido frutos. El caso de Insomniac Games en 2019, por el cual pagaron 229 millones de dólares, es el mejor ejemplo.

En años recientes han surgido los nombres de algunos estudios que podrían ser adquiridos por Sony. Muchos son nombres disparatados y otros, como los de Blue Point Games o Housemarque, son muy factibles. El primero ha fortalecido su relación con Sony tras trabajar en remasterizaciones o remakes de God of War, Ico‌, Shadow of the Colossus y Demon's Souls. Este último formó parte del catálogo inicial de la PlayStation 5. Se rumora que el estudio de Austin actualmente está desarrollando un remake de Metal Gear Solid.

Housemarque, por su parte, también tiene un historial de colaboraciones con Sony, siendo Resogun su proyecto más reconocido. No obstante, el próximo 30 de abril lanzarán Returnal, un título exclusivo de la PlayStation 5 publicado por Sony Interactive Entertainment. Será su prueba más importante y, posiblemente, lo que defina si son adquiridos en el futuro próximo. En agosto de 2020, Sony abrió la puerta a comprar otras compañías de desarrollo con el propósito de hacer crecer PlayStation Studios:

"Además de mejorar el personal y el ambiente laboral en sus propios estudios, Sony Interactive Entertainment continúa invirtiendo o adquiriendo empresas con abundante creatividad y tecnologías de vanguardia para construir Worldwide Studios (ahora PlayStation Studios), una asociación de estudios para la producción de títulos propios".

Asimismo, Jim Ryan, CEO de Sony Interactive Entertainment, reconoció que el contenido original era más importante que nunca, por lo que es cuestión de tiempo para que la compañía japonesa vuelva a salir de compras. Claro, siempre dentro de sus posibilidades. A priori, parece que la batalla entre PlayStation y Xbox será más interesante y reñida en la actual generación. Los más beneficiados de esta competencia siempre serán los jugadores.

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