Lo más probable es que si has escuchado el nombre de Elisa Lam esté relacionado con alguna teoría desconcertante sobre cómo desapareció, además de los sucesos que siguieron al ¿crimen? ¿suceso inexplicable? Gracias a la influencia de Reddit, postcast especializados en misterio y otros tantos recursos para la difusión de información poco común, el caso que rodea a la estudiante de la Universidad de Columbia Británica se ha hecho un clásico de Internet. Mucho más cuando ocurrió en el viejo Hotel Cecil (ahora rebautizado como Stay on Main) de Los Ángeles, una estructura de 19 pisos en el corazón de la conocida calle Skid Row. Ahora Netflix recrea lo sucedido en The Vanishing at the Cecil Hotel.
Construyendo el mito
Construido en 1927, El Cecil Hotel es el escenario de varios sucesos sangrientos, entre los que se cuentan asesinatos violentos, muertes súbitas y tiroteos en los largos pasillos alfombrados. Según RoomSpook (que registra las muertes ocurridas en hoteles), El Cecil ha sido el escenario de, al menos, doce suicidios. Incluso, el asesino en serie Richard Ramirez vivió en el lugar de una temporada. De modo que la desaparición de Lam es otra pieza en lo que parece una estructura siniestra de sucesos trágicos.
Pero no se trata solo de que Lam haya desaparecido dentro de las instalaciones del hotel, sino la manera en cómo ocurrió. Ocho años después, la sucesión de acontecimientos misterios que rodean al hecho continúan obsesionando a un considerable número de fans de las teorías conspirativas. En especial, porque no hay una forma sencilla de comprender lo sucedido con la víctima o qué provocó lo que sea que haya vivido. Los únicos datos ciertos son los siguientes: el 31 de enero del 2013, Lam abandonó el hotel, pero en realidad al parecer nunca salió de sus instalaciones.
Tampoco llamó a sus padres (como lo había hecho a diario), ni mucho menos se comunicó con nadie más. Solo salió de la habitación y se esfumó sin dejar rastro. Preocupados por la falta de noticias, los padres de Lam telefonearon a la policía de Los Ángeles, que comenzó una búsqueda en los alrededores del hotel, y finalmente en su interior. Por mero procedimiento, los policías a cargo revisan las imágenes del circuito cerrado de televisión del establecimiento, y entonces comienzan la serie de circunstancias que hicieron famoso el caso.
Internet entró en escena
En una secuencia que se popularizó en Internet, después de ser mostrada por los funcionarios policiales, puede verse a Lam entrando y saliendo de la cabina del ascensor. Parece desconcertada, aturdida y confusa. Incluso a punto de estallar en llanto. Mira hacia afuera, tiembla, y a todas luces está aterrorizada por algo que la cámara no capta. La puerta de la cabina jamás llega a cerrarse, hasta que Lam abandona el ascensor sin que vuelva a tenerse noticia alguna sobre ella.
El metraje de menos de un minuto se volvió viral en poco tiempo. Para entonces habían transcurrido tres días, no hay noticias de Lam y toda la ciudad comentaba el extraño suceso.
El 19 de febrero y después de que varios inquilinos del hotel insistieran en que tenían problemas con el servicio de agua potable, el tanque central del edificio fue revisado. Fue entonces cuando se encontró el cuerpo de Lam: estaba desnuda (su ropa flotaba a su alrededor) y en el mismo tanque se encontraron las llaves de la habitación. Unos meses después, la policía admitió que no tenía el menor indicio de lo que había ocurrido, más allá de una muerte accidental debido a los trastornos psiquiátricos (ansiedad y bipolaridad) que sufría la víctima.
¿Un misterio con explicación?
El caso se convirtió en un misterio y uno que todavía sigue sin haber sido resuelto. La docuserie de Netflix Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel analiza el suceso y lo hace desde el ángulo de la crimonología. La nueva dimensión del caso es un más intrigante que la insinuación de un fenómeno paranormal. La serie recorre con cuidado todas las hipótesis, pero en especial brinda relevancia a las que la leyenda urbana ignoró o silencio a conveniencia.
Eso hace, por ejemplo, que todas las pruebas alrededor de la salud mental inestable de Lam y cómo pudo influir en un posible accidente sean más contundentes de lo que se creía. A diferencia de otros programas que han tocado el caso, la producción Netflix hace hincapié en que Lam pudo ser parte de una serie de accidentes que llevaron a un resultado fatal, sino que buena parte de la narrativa que sostiene la teoría de la conspiración oculta o desvirtúa la versión original.
Además, la docuserie muestra por primera vez a la verdadera Lisa Lam, convertida en un símbolo de lo enigmático en Internet y tergiversada en consecuencia. Al contrario de publicaciones que explotan lo ocurrido, la serie analiza con detenimiento a su personaje central. Diagnosticada durante la adolescencia con trastorno bipolar y depresión, Lam sufrió de varias recaídas e incluso una desaparición durante los años previos al suceso del Cecil. La producción tiene la habilidad de hilar una historia que no sorprenderá al público de inmediato (o al menos, los familiarizados con el caso) y crear un recorrido por sus detalles más controversiales.
Una crítica al universo de Internet
De forma sorpresiva, el programa también aborda temas como la revictimización, la culpabilidad, el peso de la cultura pop sobre sucesos violentos y sobre todo, la falta de confianza en las instituciones. La mayoría de las teorías que rodean el caso de Lam están relacionadas con interpretaciones inmediatas o poco sustentadas de fanáticos internautas. La serie plantea la disyuntiva sobre la verdad, el desconcierto y la percepción sobre la realidad, en medio de la versión online y pocas contrastada de la realidad.
De hecho, el programa está interesado en explorar la conducta de los usuarios habituales de foros y redes sociales, además de su influencia directa y peligrosa sobre situaciones como la de Lam. Y a pesar que para el cuarto episodio y final llega a una conclusión sobria e incluso sencilla sobre el caso, es evidente la reflexión acerca de la forma en que se consumen los hechos, verificables o no en una época hipertecnificada y comunicada.
'The Vanishing at the Cecil Hotel', más allá del crimen
La serie explora desde las infinitas posibilidades que trajo consigo la repercusión de Internet, hasta la forma como influye en el interés público su importancia. De forma que Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel no es solo un recorrido a través de una escena del crimen, sino del panorama de la virtualidad como terreno fértil para el equívoco y la información no verificada. Por supuesto, no se trata de un tema original, pero sí en la forma en que el programa analiza uno de los grandes mitos de Internet desde una nueva y singular perspectiva.
El trabajo de Joe Berlinger al parecer está basado en la necesidad de analizar el hecho criminal y sus consecuencias desde varios puntos de vista. “Conversaciones con un asesino: las cintas de Ted Bundy y Crime Scene tienen líneas que confluyen y también, reflexionan sobre puntos. No obstante The Vanishing at the Cecil Hotel es mucho más elaborado, profundo y elocuente sobre la naturaleza del bien y del mal en nuestra época, la búsqueda de la verdad y al final, el poder de comprender el sentido del peso de la información contemporánea. Una lección extraña en medio de uno de la narración de uno de los casos más confusos de los últimos años".