Más de medio millón de usuarios visitaban DarkMarket para adquirir datos robados, drogas, dinero falso, tarjetas SIM anónimas e, incluso, medicamentos. Al menos hasta el momento de la detención de su único administrador, un australiano de 34 años que se negó a prestar declaración ante el juez. De momento, y según las autoridades alemanas, se encuentra en prisión preventiva por riesgo de fuga.

En el momento de la detención, cerca de la frontera alemana, se confiscaron más de 20 servidores donde se gestionaba el portal web. Los investigadores esperan encontrar nuevas informaciones que les hagan llegar a los compradores y vendedores de DarkMarket. Justo en el momento de apagar los servidores, DarkMarket tenía más de 2.400 proveedores de todo tipo, tal y como apunta Dailymail.

La investigación se llevó a cabo durante cuatro meses en cooperación con diferentes fuerzas internacionales. Australia, Gran Bretaña, Dinamarca, Suiza, Ucrania y Moldavia, y Europol han trabajado de forma conjunta. Las autoridades confirmaron un total de 320.000 transacciones con criptomonedas, concretamente 4.650 Bitcoins y 12.800 Monero. En total, se estima que más de 140 millones de euros han circulado por los servidores del administrador australiano.

Todo lo inimaginable se podía encontrar en DarkMarket

DarkMarket ofrecía todo tipo de artículos ilegales para llevar a cabo otra serie de actos delictivos, tanto físicamente como a través de la red. Las tarjetas SIM anónimas eran uno de los productos que a priori puede parecer algo insignificante, pero que realmente tiene un gran interés en el tráfico de drogas como en los grupos terroristas. De ahí la importancia llevada a cabo y el cierre del que se cree que es el mayor proveedor ilegal de la Internet profunda.

A partir de ahora, con los datos que se esperan haber quedado almacenados en los servidores confiscados, la policía espera comenzar otra serie de investigaciones que lleguen hasta los demás participantes que operaban en la red, tanto para adquirir como para vender artículos ilegales.

Un trabajo arduo que posiblemente implique semanas o incluso meses de trabajo para poder seguir con las posibles detenciones que se llevarán a cabo.