La última gran escena de la segunda temporada de The Mandalorian muestra Luke con Grogu en brazos y R2D2 a sus pies. Listo para emprender un largo viaje de aprendizaje. Después de recorrer la galaxia en busca de un Jedi, Mando se topó precisamente con el heredero del Maestro Yoda y una larga tradición que se remonta a millones de años.

Pero, ¿qué ocurrirá con Grogu? Más allá de conocer el futuro del Templo Jedi dirigido por Luke y que su sobrino Ben Solo está destinado a destruir, hay algo claro: el pequeño pupilo del mandaloriano está a punto de seguir su entrenamiento en una tradición que forma parte de la columna vertebral de Star Wars.

La Orden Jedi es muy importante para la saga de Star Wars, por lo que vale la pena analizar esta organización.

¿Se trata de una orden con las características de una secta religiosa monástica dedicada a seguir la voluntad de la Fuerza? ¿O de un ejercito disciplinado que utiliza La Fuerza como una forma de expresar poder, orden y rectitud? Entre ambas cosas, los Jedi fueron uno de los protagonistas más relevantes en el juego de poder en la galaxia antes de la llegada del Imperio. Y aunque en teoría no forman parte de gobierno alguno, sí trabajaron junto a la República Galáctica para enfrentar a su reverso oscuro: los Sith.

Un recorrido por una historia tan vieja como el tiempo

Como ya George Lucas admitió en más de una ocasión, sus caballeros Jedi son la depuración de una serie de símbolos de poder, integridad y fuerza. Cuyo origen proviene de varias mitologías y lugares históricos distintos.

Desde la dignidad y el honor típica de los Samurai, hasta los preceptos religiosos e investidura de los Templarios. Los Jedi representan el equilibrio del bien y el mal en un universo.

Lucas tomó sus conocimientos acerca de la antropología y analizó con cuidado la forma de lograr que en esta Galaxia pudiera existir un hilo conductor de creencias sobre algo trascendental. No se trataba de analizar algo precisamente religioso, sino de construir una versión sobre la moralidad que pudiera ser aceptados por todos. Y lo logró.

Un proceso de creación

los últimos jedi extras
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Los Caballeros Jedi son de alguna forma lo más cercano a lo religioso en una franquicia con fuertes raíces filosóficas. La Orden Jedi tenía una jerarquía compleja llena de reglas arcanas establecidas y mantenidas a lo largo de decenas de miles de años. Las disputas sobre estos asuntos sagrados eran bastante serias y fueron resueltas principalmente por el Alto Consejo Jedi.

Si bien las decisiones tomadas por consenso fueron generalmente respetadas, siempre hubo una mínima oposición a la manera de analizar los asuntos sobre el poder y sus relaciones con los estamentos de Gobierno general.

Esas pequeñas grietas produjeron alguna que otra deserción. De hecho, una de las rupturas más notorias con el Alto Consejo Jedi fue la protagonizada por Anakin Skywalker. Cuando se le negó el título de Maestro Jedi al unirse al Consejo, lo que finalmente lo llevó al lado oscuro y la ruina de toda la Orden.

El debate alrededor de su comportamiento, su incapacidad para controlar sus emociones y la alta posibilidad que La Fuerza en su interior terminara corrompida por su temperamento, llevó al consejo a tomar una decisión concreta. Algo que desató la ira de Anakin y brindó la oportunidad a Palpatine de intrigar en contra de la Orden.

Dos jedi, dos poderes diferenciados

Durante los acontecimientos narrados por las precuelas, Yoda ostentaba el título de Gran Maestro Jedi. Este fue uno de los dos puestos más importantes en la organización, junto con el de Maestro de la Orden, que ocupó Mace Windu en Star Wars: Episodio I — La amenaza fantasma y Star Wars: Episodio II — El ataque de los clones.

Eran dos posiciones de poder bien diferenciadas que permitían mantener una cierta estructura de debate dinámico en en la orden. Mientras que el Maestro de la Orden dirigía el Alto Consejo Jedi, el Gran Maestro proporcionó liderazgo a la Orden en su conjunto. Además, El Gran Maestro contribuía a la educación de los jóvenes, presumiblemente como una muestra de humildad y como una forma de apreciar a las nuevas generaciones de Jedi.

¿Quién podía ostentar el título de Gran Maestro? Según Star Wars Legends había varias formas de acceder al cargo. La primera y más evidente es un juicio subjetivo con respecto a la sabiduría del que se postula, además de su control de La Fuerza y su manera de asimilar las enseñanzas. Si tomamos como ejemplo a Yoda, podríamos deducir que siendo un Jedi fue considerado excepcionalmente sagaz por sus compañeros incluso cientos de años antes del período de su vida representado en las películas.

Los Jedi y el futuro...

Los títulos solo llegan hasta cierto punto. Como lo demuestra su entrenamiento a Luke Skywalker en Dagobah, la capacidad de Yoda para ejercer una influencia considerable sobrevivió a cualquier reconocimiento amplio como Gran Maestro, e incluso a la misma orden Jedi. En otras palabras, la sabiduría de Yoda como Maestro no necesitaba del consejo para convertirse en una figura relevante.

¿Es Luke un maestro Jedi? En realidad lo es, incluso sin Consejo que pueda nombrarle. Si tenemos en cuenta su experiencia con La Fuerza, Redención y el tránsito sin duda se habría convertido en cabeza visible de la Orden. De modo que a Grogu podría esperarle una historia semejante en el futuro.