Tras sellar su independencia de Huawei, Honor quiere apuntar alto. Sin las limitaciones derivadas de las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos, la marca china ha podido cerrar acuerdos con Samsung, Qualcomm e Intel, entre otras compañías, para adquirir componentes y ensamblar los mejores smartphones posibles. Sin embargo, en esa lista se echaba en falta un nombre clave: Google.
Los servicios de la compañía estadounidense son esenciales para atraer a los consumidores fuera de China, su país natal. En Europa, Google Play es una especie de estándar en lo que a distribución de aplicaciones se refiere. Y lo mismo podría decirse de servicios como Google Maps o YouTube, con millones de usuarios en mercados occidentales.
Por suerte, todo parece indicar que las negociaciones con Google van viento en popa. En una entrevista publicada en South China Morning Post, George Zhao, CEO de Honor, ha reconocido que están conversando con la empresa norteamericana y "esperan reanudar su asociación". Esta afirmación se suma a la información publicada por un periódico ruso, que aseguró que la marca china estaba trabajando en una nueva línea de productos que pueden ejecutar los servicios de Google.
El estado de las negociaciones es, por el momento, un misterio. De igual forma, se desconoce si la marca china lanzará el recién anunciado Honor V40 en mercados occidentales como Europa.
El CEO de Honor no está preocupado por Estados Unidos
En la entrevista publicada por South China Morning Post, el máximo dirigente de la compañía también aseguró no estar preocupado por las restricciones de Estados Unidos. "No hay razón para imponer restricciones a una empresa de electrónica de consumo muy normal. Cumplimos con las reglas comerciales globales, incluidos los pagos de propiedad intelectual, impuestos, etc. Contamos con una oficina de cumplimiento interno para regular el comportamiento de cada sistema", aseguró.
Honor, recordemos, se independizó de Huawei a finales de 2020. La compañía está ahora en manos de un consorcio de empresas y aspira a recuperarse del duro golpe atestado por Estados Unidos. El importe de la transacción no se ha hecho público, aunque se estima que puede estar entre 15.000 millones y 40.000 millones de dólares.