Google podría retirar su motor de búsqueda de Australia si se aprueba una ley que le obligaría a pagar a los editores de noticias por mostrar su contenido. La legislación no solo impactaría contra el gigante de Silicon Valley, sino también sobre Facebook, quien también se ha mostrado en contra del proyecto.

En un intento por marcar una posición firme, la responsable de Google Australia, Mel Silva, ha dicho en una comparecencia ante el Senado que "el principio de vinculación sin restricciones entre sitios web es fundamental para la búsqueda". En esa línea ha indicado que si el nuevo código se convierte en ley no tendrán otra opción que "dejar de hacer que Google Search esté disponible en Australia".

Una de las preocupaciones más grandes de Google es que la ley "requeriría pagos simplemente por enlaces y fragmentos de texto a los resultados de las noticias en la búsqueda". La compañía sostiene que el servicio que le ofrece a los australianos es gratuito y que su modelo de negocio se ha construido en base a la "libertad para enlazar sitios web".

De qué se trata la ley que Google rechaza

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Australia anunció el proyecto de ley luego de que una investigación revelara que Google y Facebook tienen demasiado poder sobre el mercado de los medios. Según recoge la BBC, el buscador domina el 90% del mercado, dejando poco lugar para la competencia.

El gobierno, según Reuters, dijo que esa situación dominante representa una "amenaza potencial para el buen funcionamiento de la democracia". También, argumentaron que los gigantes tecnológicos obtienen clientes gracias a los lectores de noticias. En ese sentido, consideran que deben pagarle a las redacciones una cantidad "justa" por su trabajo.

Desde el otro lado del océano, Estados Unidos se involucró en la contienda y le pidió al gobierno australiano que deje sin efecto la ley propuesta y que busque un código voluntario. El primer ministro australiano, Scott Morrison, le dijo a la prensa este viernes que "Australia establece sus propias reglas para las cosas que pueden hacer en Australia".

El código de negociación de medios propuesto en la controvertida ley, obliga a los gigantes tecnológicos a negociar con los editores pagos por usar su contenido. Además, establece una revisión de 12 meses para Google y Facebook por parte del organismo de control de la competencia.