En un día como hoy pero de 1985, Cray Research lanzó la supercomputadora más potente del mercado. Conocida como Cray 2, el equipo se alejó del diseño emblemático de la compañía que fue usado en películas de ciencia ficción. Aunque por otro lado, fue la primera en llegar a los 1,9 GFLOPS gracias a sus cuatro procesadores.

La nueva supercomputadora de Cray alcanzó los 244 MHz de velocidad, algo que no sorprendería a nadie hoy en día. Como referencia, un smartphone de gama de entrada como el Xiaomi Redmi 9C cuenta con un procesador de ocho núcleos de 2 GHz. Aún así es importante mencionar el aporte de la Cray 2 al mundo de la informática.

El Cray 2 fue el primer modelo de supercomputadora de Cray en usar múltiples unidades de procesamiento. Seymour Cray resolvió esto por medio del uso de circuitos integrados ECL empaquetados de forma novedosa. Para superar el cuello de botella, sus ingenieros integraron 10 computadoras más pequeñas al sistema. Estas se encargaban de lidiar con el almacenamiento externo de discos o cintas, de este modo arrojarían los datos a la memoria cuando el procesador estuviera ocupado.

Cray 2: una supercomputadora con cuatro procesadores y un novedoso sistema de enfriamiento líquido

Cray 2 Supercomputadora smartphone

Posteriormente se implementó un bloque de memoria local conectado a los cuatro procesadores a través de un bus muy rápido. La memoria se alimentaba de datos por medio de un procesador de primer plano, algo que conocemos hoy en día como la unidad de carga o almacenamiento. Para resolver el problema del tamaño, Seymour Cray diseñó placas de circuitos empaquetadas que se valían de refrigeración por inmersión en un líquido.

Aunque el enfriamiento líquido es una solución popular que vemos en los potentes ordenadores para gaming, hacerlo en 1985 fue toda una proeza. La Cray 2 se sumergía en un refrigerante líquido a base de fluorocarbono fabricado por 3M. Gracias a esta característica, la supercomputadora se ganó el apodo de "Burbujas", ya que los circuitos alcanzaban temperaturas tan altas que el líquido hervía y era posible verlo en los paneles de vidrio.

A diferencia de su antecesor, el Cray22 no gozó de la misma popularidad y resultó ser un fracaso. Su alto precio — 15 millones de dólares — y los meses de retraso la relegaron a segundo plano. La supercomputadora se usó en investigación sobre armamento nuclear por EE.UU. Más tarde encontró espacio en algunas universidades gracias a que usaba un sistema operativo similar a Unix.

Los avances en el empaquetado de circuitos obligaron a Cray a cambiar su apariencia, dejando de lado el diseño elegante de Steve Chen que incluía largos paneles y asientos. Mas tarde la empresa volvió al diseño original con la Cray Y-MP. Esta última tiene un cameo en la película de 1992, Los fisgones, con Robert Redford y Dan Aykroyd.

Aunque un smartphone de hoy en día es infinitamente más poderoso que la Cray-2, esta supercomputadora mantuvo el título de la más rápida del mundo hasta 1990.

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