Estas van a ser unas Navidades raras. Desgraciadamente, no podremos celebrarlas como cada año, con reuniones y comidas diarias con familiares y amigos. De hecho, no debemos. Pero si hay algo que no tiene por qué cambiar son los regalos. Ya habrá tiempo de darlos en mano, cuando las cosas mejoren. Y, si no, podemos enviarlos por correo. Por eso, estos son días de dar vueltas a la cabeza pensando qué puede ser mejor para cada uno de nuestros regalados. Si entre ellos hay algún amante de la ciencia, los regalos científicos pueden ser una gran opción.
No es necesario que tengan una profesión científica, basta con que disfruten leyendo o aprendiendo sobre cualquier disciplina, desde la astronomía hasta la biología. Existen muchísimas opciones para todos los gustos y todos los bolsillos. En este artículo enseñamos algunas.
Díselo con joyas
Las joyas y la bisutería suelen ser regalos muy comunes, pues las hay adaptadas a todos los gustos. Convencionales, relacionadas con películas, con libros… y por supuesto también con ciencia.
De hecho, pueden ser unos regalos científicos estupendos; ya que, además, son presentes con mensaje. La serotonina es conocida como una de las hormonas de la felicidad. Esta es una afirmación demasiado simplista, que más de un científico rebatiría. Pero si le gustan las joyas, seguro que aceptará con gusto una en la que se represente esta molécula. De algún modo, le estaremos diciendo que nos hace felices.
En realidad hay mensajes para todos los gustos. Y es que, si lo que sentimos por esa persona es mucho más profundo, podemos recurrir a la oxitocina, a la que muchas personas llaman la “hormona del amor”. Pocas maneras más bonitas hay de decir “te quiero” a un científico.
Regalos científicos para amantes de las tazas
Las tazas son un acierto seguro casi para cualquier tipo de persona. ¿Quién no usa una al menos una vez a lo largo del día?
En los últimos años se han puesto muy de moda las que llevan impreso algún mensaje positivo. O, en su defecto, las que tratan con humor esos mensajes positivos. Si la persona a la que vas a regalar prefiere este tipo de parodias y, además, le encanta la ciencia, puedes optar por una taza con mensaje, como esta, en la que se puede leer en inglés “cuando al vida te dé moho, haz penicilina”. Es una referencia simpática al modo en que Alexander Fleming descubrió ese primer antibiótico.
Los peluches nunca fallan
A veces concebimos lo peluche como regalos para niños. Sin embargo, muchos adultos disfrutan decorando su casa con ellos. Y, ¿por qué no?, también abrazándolos.
Además, son muy buenos regalos científicos si se escoge bien lo que representan. Por ejemplo, esta neurona de peluche puede ser una buena opción para los amantes de las neurociencias. Y si no te gusta ese diseño, puedes encontrar otros muchos.
El firmamento en tu casa: el mejor regalo científico
¿Quién no ha tenido de pequeño las típicas estrellitas brillantes que se pegaban en las paredes? Nos encantaban, pero hay que reconocer que la mayoría no eran muy realistas. Por eso, entre los regalos científicos no podía faltar esta reproducción fluorescente de las constelaciones para pegar en la pared. Hará las delicias de los niños, pero también de adultos amantes de la astronomía.
Y si quieres aún más realismo y tienes algo más de presupuesto, puedes optar por un planetario, como este de National Geographic. Ahora que visitar museos o simplemente salir a mirar el cielo a veces es complicado con las restricciones y los toques de queda, puede ser una forma de tener más cerca el firmamento.
Para medir el etanol
Cualquiera que haya trabajado en un laboratorio se ha planteado lo bien que quedarían los matraces y los tubos de ensayo en su cocina. Si dice que no, miente.
Por eso, si buscas qué regalar a un amigo o familiar científico, estos vasos de chupito con forma de recipientes de laboratorio son una gran opción. No, no son exactamente iguales que los de laboratorio, pero seguro que le encantarán.