Autor: Claus Pfeifer, Head of Connected Content Acquisition en Sony.- Los procedimientos conectados de forma remota basados en la nube han permitido externalizar los procesos de rodaje. Si anteriormente la mayoría de las decisiones se tomaban in situ, ahora se toman en salas de edición y en estudios remotos. Ante el contexto de una pandemia, los productores están interesados en optimizar los procesos, reducir el personal presente en los rodajes, y crear entornos más seguros y menos expuestos que se puedan gestionar más fácilmente y en los que se produzca una menor interacción.

Esto ha supuesto un cambio fundamental en la forma en que las personas encajan en los procesos de producción, con una presencia menos destacada en los entornos de rodaje, ya que ciertos aspectos se han automatizado o se pueden integrar en la fase de posproducción. Y ante esta situación, solo queda preguntarse lo siguiente: ¿qué papel desempeñarán las personas en el futuro de la producción?

Evolución tecnológica

Desde la introducción del color y el sonido, la tecnología ha seguido mejorando y evolucionando en el sector audiovisual. Entre estos avances podemos destacar la técnica del croma verde en El ladrón de Bagdad (1940), el uso de una Steadicam por primera vez en el cine en Esta es mi tierra (1976), y Toy Story (1995), la primera película hecha totalmente por ordenador.

En la actualidad, nos encontramos en una era en la que el contenido se puede grabar en formatos específicos para la manipulación, la distribución y el consumo digital. Las producciones del pasado han dado lugar a procesos distribuidos que se mantienen y se gestionan a través de múltiples flujos de trabajo y ubicaciones, lo que significa que la magia del cine se aleja cada vez más del proceso de captura.

Un ejemplo que nos permite observar este proceso es el hecho de que las cámaras actuales pueden conectarse de forma inalámbrica y transmitir señales de radio al instante. Esto permite ver el contenido grabado en el set de rodaje mediante una tableta, durante los desplazamientos, in situ o bien en un estudio externo gracias a la nube. De esta forma es posible definir o modificar el guion durante la fase de producción, como el capítulo final de Juego de Tronos o los múltiples finales posibles de Black Mirror. Además, se trata de un aspecto que amplía y mejora la seguridad del contenido, especialmente en una era digital en la que la filtración de información supone un peligro real y los actores no conocen el destino de su personaje hasta el día del rodaje.

La evolución ha supuesto un cambio en las funciones de producción: ya no se necesitan equipos de seis personas para controlar la iluminación o modificar el set de rodaje.

La tecnología ha permitido que la creación de contenido sea más accesible que nunca. Incluso las cámaras más asequibles son capaces de producir contenido estándar de nivel profesional para su uso en producciones destacadas. Esto también se aplica a la fase de posproducción, ya que la gran mayoría de smartphones actuales cuentan con algún software de edición básico.

Gracias a este avance, los entornos de rodaje ya no son tan relevantes para los profesionales tras las cámaras, por lo que ahora cuentan con una mayor libertad creativa y más tiempo para reforzar este aspecto. Asimismo, estos cambios han garantizado que los cineastas aficionados puedan acceder al sector, además de democratizar el proceso de rodaje.

Nuevas funciones en el entorno de producción

Esta evolución también ha supuesto un cambio en las funciones de producción: ya no se necesitan equipos de seis personas para controlar la iluminación o modificar el set de rodaje. El traslado de equipos de grabación de gran tamaño, iluminación y audio ya no es tan frecuente. Tampoco se requieren escenógrafos para crear fondos y escenarios detallados o decorados a gran escala en cada escena. En un año en el que las producciones y rodajes se han visto afectadas por el COVID, la capacidad para implementar estos cambios ha sido esencial.

No obstante, el declive de algunas funciones se ha visto compensado por el nacimiento de otras: La experiencia técnica en la transmisión de contenido es una cualidad cada vez más integral en los procesos de grabación. La ciberseguridad y la conservación de datos son también nuevos desafíos a los que se ha de hacer frente. Los diseñadores de entornos virtuales se han convertido en la norma, y los animadores ya no trabajan con pinturas o acetato, sino con materiales en formato digital.

Los efectos especiales se elaboran principalmente en un entorno virtual. Películas como El planeta de los simios y Los Vengadores no hubieran sido posibles anteriormente sin la superposición de personajes digitales, lo que ha permitido dar vida a nuestros héroes favoritos. Basta con fijarse en personajes como Hulk o César para ver lo lejos que han llegado los efectos especiales y las posibilidades que ofrece la tecnología actual.

Estos avances han dado lugar a una nueva función: el productor de contenidos digitales, que coordina y planifica proyectos en los que se requiere la creación de elementos digitales. Su trabajo también consiste en analizar cómo funcionará el proyecto como un medio digital, desde su creación hasta su consumo, un aspecto esencial en una época en la que los servicios de streaming se han convertido en la plataforma que más ha crecido en lo referente a consumo de contenido audiovisual.

Producciones ligadas a la tecnología

A medida que se han modificado algunos aspectos de la producción, también se han desarrollado otros, y los productores aún se basan en un conjunto de principios de producción tan antiguos como la propia industria: una planificación correcta de la fase de preproducción, innovación, elaboración del guion, vestuario, maquillaje y una buena visión creativa. Es ahí donde confiamos en las personas y no en la tecnología.

Los avances tecnológicos garantizan que los profesionales puedan trabajar sin ningún tipo de limitación, lo que les ofrece un sinfín de posibilidades. De esta forma, pueden dar rienda suelta a su imaginación y a su visión creativa sin que el equipo de sonido, la iluminación o las operaciones de cámara les limiten.

El tiempo y la inversión dedicados a la investigación y desarrollo, así como la programación y la codificación necesarias para realizar cualquier función, se debe a la labor y al trabajo de las personas.

Un elemento de gran utilidad con el que cuentan los cineastas modernos es el software de previsualización, que permite a los cineastas y directores de fotografía planificar el rodaje en un entorno virtual. Pueden jugar con las luces, mover el escenario y configurar las cámaras. De esta forma pueden organizar todos los detalles de forma virtual antes de que se presenten los actores en el set de rodaje, lo que agiliza el trabajo y reduce los costes.

Recientemente, durante la grabación de una toma bastante compleja en la que un actor cabalgaba a caballo, el equipo de grabación decidió usar una cámara Sony VENICE a la que le habían quitado el sensor, lo que redujo su tamaño. Posteriormente, un especialista se sentó en un caballo frente al actor y capturó la toma mientras el equipo dirigía la escena de forma remota desde los monitores.

Ambos ejemplos demuestran cómo la tecnología proporciona un enfoque completamente diferente a la hora grabar y gestionar las producciones. Además, no solo es un claro de ejemplo de la mejora y los avances que han experimentado los procesos de grabación, sino también de la importancia que aún poseen las personas en estos entornos, así como su creatividad y sus cualidades.

Tecnología impulsada por personas

Es importante tener en cuenta que la tecnología no ha evolucionado simplemente de la noche a la mañana, sino que forma parte de un largo proceso en el que las personas siempre han desempeñado un papel primordial y que ha sido posible gracias al conocimiento y la experiencia de líderes del sector como Sony. El tiempo y la inversión dedicados a la investigación y desarrollo, así como la programación y la codificación necesarias para realizar cualquier función, se debe a la labor y al trabajo de las personas.

El objetivo de Sony es liberar el potencial de las imágenes, una misión en la que solo se podrá marcar la diferencia por medio del esfuerzo humano, ya sea gracias al equipo de investigación y desarrollo, que aporta su experiencia y conocimientos en la creación de funciones que simplifiquen el trabajo de los creadores de contenido, o al director de una cinta de éxito capaz de crear contenido visual más atractivo gracias al poder de la tecnología actual. Tampoco podemos ignorar el trabajo entre bastidores.

Los cambios en los procesos y la necesidad de trabajar entre bastidores han hecho que algunas funciones queden obsoletas, pero también han creado otras que requieren más experiencia técnica.

Un ejemplo de esto lo encontramos en el hecho de que la Sony VENICE ahora puede grabar en varios modos, frecuencias y formatos para que el director pueda centrarse en las interpretaciones y no en diferentes tomas, lo que le permite adaptarse a diferentes necesidades de formato o captura. Otro ejemplo son los avances en HDR, un aspecto integral de los flujos de trabajo que nos permite ver con más nitidez que nunca.

Personas y tecnología trabajando de forma conjunta

Las personas que forman parte del proceso de producción seguirán formando parte de este entorno. Lo importante es que aprendamos a evolucionar junto a la tecnología y permitimos que esta mejore la creación de contenido, ya sea mediante la investigación y el desarrollo, entre bastidores o mediante nuevas funciones.

En Sony, nuestra tecnología está presente en todas las fases del proceso de producción. Asimismo, desempeñamos una importante labor como socio estratégico y analizamos todo el proceso de forma integral, una de las razones por las que nuestra oferta proporciona formación en tecnología avanzada producida por Pinewood Studios, en el Reino Unido.

Los cambios en los procesos y la necesidad de trabajar entre bastidores han hecho que algunas funciones queden obsoletas, pero también han creado otras que requieren más experiencia técnica y tendrán mucha importancia en el sector de la producción. Asimismo, las mejoras en la conectividad ofrecen un amplio abanico de oportunidades y talento.

Aunque la tecnología ha impulsado y seguirá impulsando la innovación del sector audiovisual, no podemos olvidar la importancia de las personas en su uso y aplicación. Si seguimos combinando la tecnología y la labor humana en el desarrollo y creación de producciones, el éxito creativo estará más que asegurado.

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