Las condiciones climáticas y no respetar la distancia de seguridad han provocado un accidente leve y sin daños entre el primer autobús autónomo de la Comunidad de Madrid y un vehículo particular que circulaba detrás de este.
El incidente no ha causado prácticamente ningún daño. Ni material ni personal, solo una pequeña muesca en la parte trasera del autobús debido al paragolpes del utilitario que le precedía. El propio Consorcio Regional de Transportes ha confirmado a la agencia Efe que el percance no ha sufrido mayores problemas para ninguna de las partes.
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El motivo principal podrían ser los sensores de proximidad que usa el autobús autónomo. Podría haber detectado algún objeto cercano -como las hojas de los árboles debido al mal tiempo- provocando una parada repentina. El vehículo que circulaba detrás del bus no pudo maniobrar ni frenar a tiempo a pesar de que el bus está limitado a 20 kilómetros por hora.
La circulación del bus está centralizada dentro del Campus Universitario y una estación de cercanías para llevar a los estudiantes al campus cada mañana. La mañana del accidente, el autobús pudo continuar con su actividad sin ningún tipo de percance adicional, quedándose mas bien es una anécdota el mismo día que fue presentado a la prensa.
Autobús eléctrico y autónomo por las calles de Madrid
El vehículo está pensando y preparado para trasladar a los estudiantes desde la estación de Cercanías de Cantoblanco hacia diferentes zonas del campus universitario. Tiene capacidad para llevar a 12 pasajeros, pero debido a las restricciones sanitarias, su ocupación actual es de 7 ocupantes.
Aunque el vehículo opera de manera autónoma, de momento viaja con un técnico que supervisa los movimientos en caso necesario. Algunos de los problemas que presenta actualmente el bus son los cruces, así que la intervención humana sigue siendo necesaria para el trayecto que realiza cada día desde 07:45 de la mañana.
No es el primer autobús autónomo que se prueba en España. Hace prácticamente dos años en Cataluña también se pudo ver un vehículo similar sin conductor por las calles de ocho localidades catalanas. Cualquier usuario podía subirse y realizar un trayecto corto entre las paradas asignadas.