Sir Sean Connery, prolífico actor y una de las figuras más reconcoidas de la interpretación a nivel internacional, ha fallecido este sábado día 31 de octubre a los 90 años de edad. Así lo ha confirmado la familia del mismo, según ha recogido el medio británico BBC.

El actor, de origen escocés, cuenta en su trayectoria con varias nominaciones y galardones, incluyendo un Óscar al mejor actor de reparto por Los Intocables de Eliot Ness (1987), un Globo de Oro por el mismo papel, y dos BAFTA; uno honorífico y otro al mejor actor por su interpretación en la adaptación de El nombre de la rosa (1986).

Sean Connery

Actuaciones sobresalientes que se unen a los muchos personajes encarnados por Connery, distribuidos en un vasto número de obras. Entre ellas se encuentran filmes como La caza del Octubre Rojo (1990), La Roca (1996) o Descubriendo a Forrester (2000).

Prestigio y fama merecida

De procedencia humilde, la inclinación de Connery por la actuación fue temprana, dejando de lado incluso un potencial contrato como jugador de fútbol en el Manchester United. Una decisión que llevaría al futuro actor a formarse en el mundo de las artes y versarse en dicción e interpretación, consiguiendo sus primeros papeles a finales de la década de los 50.

En 1962 llegó el verdadadero boom con el estreno de la primera película de la saga James Bond, Dr. No. Desde entonces, el éxito del actor fue aumentando de manera exponencial a medida que las creaciones veían la luz, entre las que se encuentran Desde Rusia con amor (1963), Goldfinger (1964), Operación Trueno (1965), Solo se vive dos veces (1967) o Diamantes para la eternidad (1971). Su última interpretación como Agente 007 la llegó a realizar en 1983, en la película Nunca digas nunca jamás.

El resto ya es historia. Aunque las películas en las que se puede ver a Connery encarnando un papel no siempre han sido enmarcadas en el género de acción, es una de las vertientes en las más relevancia ha tenido. No obstante, sus actuaciones en cintas de diversa índole han dejado patente el gran nivel que atesoraba el que fuera nombrado caballero por la reina Isabel II de Inglaterra en el año 2000. Un distinguido título que muchos ya relacionaban con su figura, por su clase y distinción, desde mucho antes.