El vuelo de una lechuza proporcionaría las claves para mejorar la estabilidad de los aviones cuando enfrentan fuertes corrientes de aire. Científicos de la Universidad de Bristol analizaron el modo como una lechuza se mantiene estable mientras sortea ráfagas de viento tan rápidas como la velocidad a la que vuela.

En un estudio que lleva por nombre Las alas de los pájaros actúan como un sistema de suspensión que rechaza las ráfagas, los investigadores observaron el comportamiento de Lily, una lechuza entrenada que ha participado en diversos documentales de naturaleza.

Los científicos realizaron el experimento en el Laboratorio de Estructura y Movimiento del Royal Veterinary College. Ahí colocaron ventiladores que lanzaban ráfagas verticales a distintas velocidades por las que tenía que desplazarse la lechuza.

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Utilizando una técnica reconstrucción de superficies en 3D basada en video de alta velocidad, tomografía computarizada y dinámica de fluidos computacional, los investigadores analizaron cómo las aves enfrentan las ráfagas cambiando la forma y postura de sus alas.

Los expertos aplicaron ráfagas suaves para analizar si Lily tenía dificultades, pero se dieron cuenta que a velocidades más altas la lechuza no se inmutó y voló directamente hacia su entrenador para obtener una recompensa.

"Lily mantuvo su cabeza y torso increíblemente estables durante la trayectoria, como si estuviera volando con un sistema de suspensión", mencionó Jorn Cheney, del Royal Veterinary College. Los investigadores descubrieron que el efecto de suspensión no solo se debe a la aerodinámica, sino que la lechuza se benefició de la masa de sus alas para absorber la ráfaga.

La lechuza absorbe el golpe de una ráfaga de viento cambiando la forma de sus alas

Jonathan Stevenson, de la Universidad de Bristol, comentó que la lechuza contrarresta las ráfagas gracias a una especie de punto óptimo en las alas. La fuerza de la ráfaga actúa cerca de este punto y reduce la perturbación del cuerpo durante la primera fracción de segundo. Esto le permite al ave activar otro proceso de estabilización inteligente.

El doctor Stevenson iguala esta experiencia a cuando golpeamos una pelota con una raqueta o un bate de beisbol. "Cuando golpeas la pelota en el punto óptimo tu mano no se sacude porque la fuerza ahí se cancela". La parte más rápida del efecto de suspensión está integrada en la mecánica de las alas, por lo que la lechuza no tiene que hacer nada para que funcione.

Tras analizar los resultados, el grupo de expertos intentará desarrollar sistemas de suspensión para aviones de pequeña escala.

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