Después de que las empresas tecnológicas más grandes de Estados Unidos comparecieran juntas ante el senado el pasado julio, el gobierno norteamericano ha decidido emprender acciones legales contra una de ellas: Google. Así pues, el Departamento de Justicia demandó a los de Mountain View por monopolizar los mercados de las búsquedas y anuncios, según señalaron en el documento legal. Evidentemente, se trata de un duro golpe papa el gigante de internet.
"Innumerables anunciantes deben pagar por el sistema de anuncios en búsquedas de Google y de otros monopolios de publicidad en búsquedas por texto. Los consumidores estadounidenses se ven obligados a aceptar las políticas, las prácticas de privacidad y el uso de datos personales de Google; y las nuevas empresas con modelos comerciales innovadores no pueden emerger de la gran sombra de Google", indica el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Fuera del documento legal, las autoridades añadieron que el monopolio de Google en ambos mercados está obstaculizando la competencia entre empresas estadounidenses: "La conducta de Google es ilegal según los principios antimonopolio, y debe detenerse. Google posee o controla los canales de distribución de búsqueda que representan, aproximadamente, el 80% de las consultas de búsquedas en los Estados Unidos. Pedimos al tribunal que rompa el control de Google sobre la distribución de búsquedas para que la competencia y la innovación puedan afianzarse".
Google establece su postura
En un comunicado compartido con Hipertextual, Google dejó claro que no está de acuerdo con las acusaciones del Departamento de Justicia; incluso mencionan que el documento legal tiene incoherencias: "La demanda de hoy del Departamento de Justicia es profundamente defectuosa. Las personas utilizan Google porque así lo desean, no porque se vean obligadas a hacerlo o porque no pueden encontrar alternativas". Además, indican que la demanda solo perjudicaría a los consumidores:
"Esta demanda no haría nada para ayudar a los consumidores. Por el contrario, beneficiaría artificialmente a las alternativas de búsqueda de menor calidad, aumentaría los precios de los teléfonos y dificultaría que las personas obtengan los servicios de búsqueda que desean utilizar".
Google describe algunos ejemplos de cómo otras compañías —Apple, y Microsoft— usan el buscador en sus navegadores y los usuarios tienen la oportunidad de recurrir a otras opciones si así lo desean. "Hay otra parte en la que la demanda está equivocada sobre cómo los estadounidenses usan internet. Afirman que competimos solo con otros motores de búsqueda generales, pero eso está demostrablemente mal. Las personas encuentran información de muchas maneras: buscan noticias en Twitter, vuelos en Kayak y Expedia, restaurantes en OpenTable, recomendaciones en Instagram y Pinterest. Y cuando buscan comprar algo, alrededor del 60% de los estadounidenses comienzan en Amazon. Todos los días, los estadounidenses optan por utilizar todos estos servicios y miles más", agregan.
El primer capítulo de una larga historia
Pese a la postura, Google confía en que un tribunal podrá determinar que la demanda no coincide con los hechos ni con la Ley Antimonopolio de Estados Unidos. Desde luego, vendrá una batalla legal que podría marcar un precedente para el resto de tecnológicas en la mira del gobierno norteamericano: Apple, Amazon y Facebook. Estamos ante el primer capítulo de una historia que seguramente todavía tiene mucho por contar, y no solo por parte de Google.