Aunque la aviación comercial lleva un tiempo alejado de los aviones supersónicos tras la retirada del Concorde, sobre todo por la relación costes/utilidad, lo cierto es que hay empresas que están buscando llevar al mercado un sucesor de uno de los aviones más aclamados de la aviación moderna.
En este sentido, la compañía Boom Supersonic dice tener listo ya su prototipo de avión supersónico con el que quiere volver a asaltar los cielos a la velocidad del sonido y volver a dar una vida a la aviación comercial que dejó abandonada el Concorde.
Eso sí, todavía tendremos que esperar para verle en el aire. De momento, el XB-1, que es su proyecto de avión supersónico comercial no despegará hasta 2021. Lo que sí ha hecho Boom es presentar el prototipo a un grupo de ejecutivos aeroespaciales en el Aeropuerto Centennial de Denver.
Boom tiene mucho camino por delante
Se trata de una versión reducida del modelo de producción completa que Boom espera tener listo para los pasajeros en algún momento de 2029 (si casi a una década vista). De momento, su prototipo, por tamaño reducidos, es más parecido a un avión de combate a un modelo comercial. Solo tiene espacio para el piloto y nada más, mientras que la versión comercial proyectada de Boom tendrá una capacidad objetivo de 44 pasajeros, muy lejos, eso sí, del Concorde, que ofrecía 100 asientos en su versión de British Airways y 92 en el modelo operador por Air France.
Como decimos, el protipo actual es más parecido a un avión de combate y no solo por su capacidad: Se espera alcance velocidades de Mach 1.3, gracias a tres motores J85-15, fabricado por General Electric, precisamente, para aviones militares.
De momento, y aunque prometedor, la tarea de Boom es titánica: es un compañía relativamente pequeña en comparación con la British y la Aérospatiale que desarrollaron el Concorde hace 51 años, y de momento, la compañía solo tiene listo un modelo basado en muchos principios de los cazas militares: poca capacidad, dimensiones reducida y diseño maniobrable, lejos de lo que se necesita para llevar 100 pasajeros a bordo y cruzar el atlántico a la velocidad del sonido en menos de diez años.