La nube es un gigante que no para de crecer. Da vida a los grandes sistemas de almacenaje y procesado online, con cada vez mayor impacto en las dinámicas de la sociedad moderna en que vivimos. No obstante, la tecnología de almacenamiento de información existente fue diseñada antes de este gran salto. Hay quienes piensan que esto no tiene por que ser necesariamente así, y es ahí donde entran los experimentos con almacenamiento holográfico de Microsoft.
El gigante de la computación cuenta con un proyecto que pone la óptica al servicio de la nube. 'Optics for the Cloud' investiga nuevas posibilidades, como la de almacenar datos en planchas de cristal, con las que seguir progresando ante los retornos ya decrecientes de la electrónica. En ese mismo segmento se enmarca Project HSD, de Holographic Solution Device.
Bajo este prisma, Microsoft espera revitalizar vías de estudio que se habían descartado hace décadas por la baja practicidad de estos sistemas a nivel de consumo. Pero estas vías, desde su concepción más básica al nivel de óptica física, pueden tener un espacio más que interesante en los data centers.
Tecnología al servicio de la nube
La nube, que se pone a los pies de tareas como la inteligencia artificial, ahora encuentra en ella un aliado para aumentar su propio rendimiento. Es el caso del almacenamiento holográfico de Microsoft, que aumenta su densidad de almacenamiento en hasta un 80% respecto a otros sistemas a la vanguardia de esta tecnología. Afirman estar trabajando en continuar aumentándola, pero también la velocidad de acceso a la información.
Y es que a diferencia de la electrónica u otros dispositivos mecánicos con partes móviles, la óptica puede ser mucho más rápida de movilizar. Este sistema de almacenamiento holográfico utiliza luz para grabar datos dentro de un prisma de cristal. Estas páginas se leen accediendo con luz difractada sobre la zona en cuestión y, además, es posible borrar estos hologramas mediante el uso de luz ultravioleta. En este caso entonces ya no se trata de un sistema WORM, o 'Write Once, Read Many' –escribe una vez, lee muchas–.
La idea no es nueva. De hecho, según cuenta la propia Microsoft, se remonta a 1960. No obstante, es ahora cuando se intenta conseguir una velocidad de acceso superior, al poderse acceder a varios bits de forma simultánea. La velocidad es todavía muy inferior a la de los sistemas actuales, pero afirma la tecnológica que "tiene potencial" de "proporcionar mayores tasas de acceso con capacidades rentables".
Uno de los grandes escollos en este tipo de tecnología se salva con su implementación en la nube. Y es que en los centros de datos no será tan relevante la miniaturización del dispositivo como el rendimiento que este proporcione. El almacenamiento holográfico de Microsoft tendría una única limitación: diseñarse a la escala del 'rack' en el que se sitúe dentro del servidor.