Sophie Zhang, una ex empleada de Facebook dedicada al análisis de datos, ha publicado un informe que revela cómo la red social, pese a tener conocimiento de lo que está sucediendo, es indiferente cuando fuerzas políticas usan la plataforma con el fin de manipular las ideas de las personas e influir en las elecciones de distintos países. El documento de 6.600 palabras, obtenido por BuzzFeed News, se suma a los múltiples escándalos que constantemente rodean a los dirigidos por Mark Zuckerberg.

Según explica la analista, perdió su empleo después de haber expresado su preocupación ante los altos mandos de Facebook. Los directivos le habrían recomendado ignorar los problemas encontrados, ya que superaban el alcance de su puesto. Su responsabilidad era identificar comportamientos coordinados no auténticos, tales como las redes de bots que buscan influir en la ideología del usuario con la finalidad de lograr un determinado propósito político. Todavía más preocupante, presuntamente le ofrecieron 64.000 dólares para no hacer públicos sus hallazgos.

"En los tres años que pasé en Facebook, encontré múltiples intentos flagrantes de gobiernos extranjeros de abusar a gran escala de nuestra plataforma para engañar a sus propios ciudadanos, y causaron noticias internacionales en varias ocasiones", mencionó Zhang a través de LinkedIn, y agregó: "Personalmente, tomé decisiones que afectaron a presidentes nacionales sin supervisión, y tomé medidas para hacer cumplir la ley contra tantos políticos a nivel mundial que perdí la cuenta".

Sin malicia, pero con total irresponsabilidad

La ex empleada señala que Facebook suele enfocarse en situaciones de impacto mayor, ignorando o actuando lentamente contra campañas locales que pretenden influir en la opinión pública de países concretos. Entre los territorios donde habrían ignorado el tema se encuentran India, Ucrania, España, Brasil, Bolivia, Ecuador y Honduras, entre otros. Zhang indica, sin embargo, que Facebook no actuó con malicia, sino con irresponsabilidad por no querer dedicar los recursos suficientes para atender la problemática y despreocuparse de las causas.

En Honduras, por ejemplo, se tardaron nueve meses para detener una campaña coordinada que usó recursos falsos para impulsar la imagen de Juan Orlando Hernández, actual presidente del mencionado país. En India identificaron una red de cuentas que trabajaban de manera coordinara para influir en las elecciones. Aunque la eliminaron, nunca dieron a conocer su existencia. En Bolivia y Ecuador se detectaron redes de bots para defender a los gobiernos en el cargo, pero Zhang decidió no priorizarlas debido a la carga de trabajo. Era evidente que necesitaba ayuda, y nunca la recibió.

"He tomado innumerables decisiones en este sentido, desde Irak hasta Indonesia, desde Italia hasta El Salvador. De manera individual, probablemente el impacto fue pequeño en cada caso, pero el mundo es un lugar inmenso. Aunque tomé la mejor decisión que pude basándome en el conocimiento disponible en ese momento, finalmente fui yo quien tomó la decisión de no presionar más o priorizar más en cada caso, y sé que ahora tengo las manos manchadas de sangre", agregó.

Evitando los comentarios negativos

Otro de los motivos de su tardía o nula intervención es que las decisiones a corto plazo de Facebook suelen basarse en las relaciones públicas y el posible surgimiento de comentarios negativos contra la empresa. Por ello solo dedican su atención a la manipulación política cuyo alcance puede ser mayor. Evidentemente, el problema es que Facebook no siempre calcula correctamente las consecuencias de sus movimientos y termina haciendo frente a inconvenientes gigantescos.