En otras ocasiones hemos hablado de los destacados documentales que Netflix distribuye y confecciona. Un reciente estreno del género llamó particularmente la atención: El dilema de las redes sociales. Es una producción dirigida por Jeff Orlowski, enfocada en explorar los muchos fenómenos que se dan entorno a las redes sociales a nivel personal, generacional y social. Igualmente el impacto que están teniendo desde que comenzó la escalada tecnológica que se potenció en las últimas décadas y cómo llegamos a la compleja situación que estamos viviendo en la actualidad a nivel mundial.

Si hay algo que llama la atención en El dilema de las redes sociales, que es un documental de testimonios principalmente, son las personas invitadas para hablar de este tema tan actual y pertinente en la sociedad. Se trata de diversos exempleados de alto rango de las mayores compañías tecnológicas. Tales como: Tristan Harris, exdiseñador ético de Google; Aza Raskin, el cofundador de Asana. Justin Rosenstein, extrabajador de Facebook y cocreador del botón de Me Gusta de dicha plataforma. El presidente de Pinterest, Tim Kendall, el director de política de investigación de IA Now, Rashida Richardson. El director de investigacion de Yonder, Renee DiResta, el director de programa de la Sociedad Médica de Adicciones de la Universidad de Stanford Anna Lembke, y el pionero de realidad virtual Jaron Lanier. Así como autores y académicos que evidencian la cuerda floja en la que se encuentra la humanidad.

Como se puede ver, El dilema de las redes sociales cuenta con personajes clave para tratarlos con soltura y conocimiento de causa. No es fácil aceptar todo lo que propone este documental, pero sin duda deja un montón de temas sobre la mesa para que analicemos nuestro propio consumo de redes sociales y cómo, aunque no queramos, somos parte de ese negocio y no, no de la parte ganadora.

El dilema de las redes sociales, la cara fea del negocio

Aunque este documental es muy recomendable y hasta imprescindible, lo cierto es que no es impecable. Adolece de no contrastar testimonios, pues se enfoca casi en su totalidad en presentar a los jóvenes talentosos, yupis tech que están arrepentidos de corromper al mundo. Por otro lado, al final se vuelve reiterativo en su mensaje y vuelve una y otra vez a los testimoniados que no terminan de cerrar su discurso. Quizá otra forma de decir esto es que se abusa de la forma cuando evidentemente hay mucho de fondo.

Porque los datos duros que presentan, y que no son pocos, son abrumadores: incremento de adolescentes con depresión y aumento en la tasa de suicidios en este mismo rango de edad desde la era del internet. Se nos habla de la incapacidad emocional y social para manejar las exigencias de las redes sociales a cambio de sus bondades y su gratuidad. El dilema de las redes sociales nos habla del verdadero objetivo de las empresas y el destino de nuestra privacidad que va muchísimo más allá de desplegar publicidad personalizada.

Hay revelaciones interesantes, hallazgos dolorosos y verdades que sin duda nos costará conocer y reconocer. Además de esto, sí que hay algo más que reprocharle a El dilema de las redes sociales: su parte dramatizada. Una especie de "caso" que supuestamente va mostrando en acción lo que los testimoniados presentan. No tiene ningún sentido esta parte y seguramente el documental funcionaría mejor sin ella, pues no solo no responde a ninguna pregunta ni se arriesga a proponer algo, sino que cae en lugares comunes bastante simplones.

Más allá de sus debilidades

A pesar de su parte floja, El dilema de las redes sociales vale la pena. No por nada ha levantado ámpula desde que fuera estrenado en la plataforma de Netflix. Hay mucho por conocer ahí, mucho que pensar y mucho que revisarnos una vez termine.

Es cierto, sin embargo, que el internet y las redes sociales han cambiado a la humanidad. También hay muchas cosas positivas en esta forma en la que se ha conectado el mundo. Sin embargo, ante el sistema capitalista y vertical de los negocios y de las sociedades, estamos en una situación en la que ganan un puñado de personas. Mientras que el resto del mundo sacrifica(mos) lo más valioso de sí mismo.

Antes de llegar al servicio de streaming, El dilema de las redes sociales se estrenó en el Sundance del presente año. Ya se encuentra disponible para todos los suscriptores de Netflix. Sin duda, se trata de uno de los documentales imprescindibles de la plataforma.

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