Hace 11 años, Karan Murgai llegó a Estados Unidos procedente de la India. En ese momento, nadie podía llegar a imaginarse que el magnate Donald Trump reemplazaría a un Barack Obama recién llegado a la presidencia. Ni que llegaría una pandemia que pondría en vilo a todo el mundo. Por ese entonces, Murgai empezó una nueva vida, se casó y tuvo dos niñas en el que se convertiría en su nuevo hogar. Llegó con el visado H-1B, que otorga permiso temporal de residencia a trabajadores especializados. Ahora, en medio de la crisis del coronavirus, Murgai está en la India y no puede volver a la que ya es su casa.

El pasado 22 de junio, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para suspender de forma temporal la emisión de algunos visados de trabajo, entre ellos el H-1B. Según el presidente, estas personas procedentes de otros países del mundo son perjudiciales para los intereses de Estados Unidos. La medida, por lo tanto, responde según Trump a la crisis económica provocada por el coronavirus y para fomentar el trabajo entre locales, un argumento muy criticado por expertos.

La medida del republicano ha cambiado la vida de Karan por completo. A principios de marzo, su padre murió y se fue a la India en el primer vuelo que encontró. La idea era que su mujer y sus dos niñas, de 4 y 7 años, pudieran reunirse con él una semana después. Pero entonces se intensificó la pandemia y se cerraron las fronteras en el país asiático. Y, unos meses después, el reencuentro se complicó todavía más con la orden ejecutiva de Trump. "He enviado muchos correos con las autoridades gubernamentales de Estados Unidos y la India desde el inicio de la pandemia pero no he recibido ayuda porque los consulados estaban cerrados", explicó Murgai para Hipertextual.

"Ahora me dicen que, aunque estén abiertos, no considerarán nuestro caso por la orden ejecutiva de Trump que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2020".

Karan Murgai sigue actualmente en la India, separado de su familia y no sabe cuándo podrá volver a verlas. Reconoció sentirse muy ansioso y estresado, sobre todo porque no consigue ayuda en ninguna instancia y no sabe cuál puede ser la solución. "Para colmo, cuando vives tan lejos de tus hijos pequeños y de tu esposa, ellos no se sienten seguros, ni yo tampoco".

Contribuyendo a la economía

La orden ejecutiva de Donald Trump, que excluye a los trabajadores en el área de salud y a los que han obtenido ya la residencia, se une a la suspensión de green cards en abril por 60 días, lo que provocará que más de 500.000 trabajadores extranjeros vayan a Estados Unidos, según datos de la Administración. De estos, más de 1.500 provienen de la India y no podrán volver a su trabajo en su nuevo país, a pesar de que lleven años viviendo allí y tengan casa, amigos y familia.

"Mi empleo no afecta a un trabajador estadounidense. Llegué al país hace más de 10 años, hice un master, gasté mucho dinero en mi título y he estado pagando mis impuestos y contribuyendo a la economía", aseveró otra persona desde la India que ha preferido mantener el anonimato.

En entrevista con Hipertextual, añadió que las personas que ya tenían un trabajo no afectan negativamente en el mercado laboral y que Trump podría haber suspendido temporalmente la emisión de nuevas visas -aunque también rechaza esta medida- en lugar de vetar las que ya han sido aprobadas.

"Trump ha utilizado la COVID-19 para destruir nuestros medios de vida sin la diligencia adecuada. Firmando esta declaración, ha confirmado que no le importan nuestros trabajos, ni las carreras, ni la separación de familias y niños. Es realmente deprimente".

Hasta ahora, ha conseguido poder teletrabajar desde su casa de la India como contratista para una empresa de atención médica aunque, si la situación perdura, podría perder su empleo. El trabajador dijo a Hipertextual que no sabe qué hará si no puede volver pronto a Estados Unidos, "donde tengo toda mi vida".

La esperanza para recuperar las visas de trabajo

Visas trabajo
Mónica Redondo

Muchos de los trabajadores extranjeros que han sido afectados por la medida han consultado con abogados cuál puede ser la solución a este problema. Greg Siskind es uno de los letrados que está en contacto con los migrantes. En entrevista con Hipertextual, afirmó que ha recibido miles de mensajes en redes sociales y por correo electrónico de personas afectadas, con las que también ha organizado encuentros en Zoom y Facebook Live para atender sus dudas.

La primera pregunta que la mayoría de las personas tiene es si están sujetas a la prohibición o no. "La situación es complicada porque la orden fue escrita de manera vaga y el gobierno no ha estado interpretando la proclamación presidencial de manera consistente", explicó Siskind. El abogado añadió que, con otros profesionales del sector, han creado una aplicación para resolver las dudas más comunes sobre el veto.

Sin embargo, para muchos trabajadores extranjeros la pregunta sigue siendo la misma. ¿Podré recuperar mi vida en Estados Unidos?

"Depende de una variedad de factores: ¿puede la persona cambiar las categorías de visa? ¿Puede la persona calificar para una de las exenciones de interés nacional? ¿Puede la persona incluso obtener una cita de visa para hacer estas solicitudes? ¿La persona está dispuesta a demandar al gobierno?"

Greg Siskind sostuvo para Hipertextual que actualmente hay varias iniciativas para intentar tumbar la medida, aunque reconoció que es poco probable que se consiga este objetivo. Siskind explicó Trump ha puesto en marcha varias acciones legales contra los migrantes desde que se convirtió en presidente y ha mostrado poca predisposición a relajar estas medidas. No obstante, hay una luz al final del túnel.

"El presidente toma prácticamente todas las decisiones basándose en si son positivas para su campaña. Está claro que su campaña está pasando por un bache y que el público no responde a las medidas antimigratorias", subrayó el abogado. De hecho, en Estados Unidos, el número de personas que apoya la migración ha llegado a su número más alto en medio siglo, según la encuesta Gallup. Por lo tanto, continuó Siskind, hay una posibilidad de que Trump se dé cuenta de que pueda ayudarse mucho políticamente si empieza a alejarse de políticas impopulares.

La tecnología se pone del lado de los trabajadores

La orden de ejecutiva de Trump contra los visados como el H-1B también ha sido un golpe para la industria tecnológica. La mayoría de personas a las que se le otorga este documento forman parte de este sector y, por lo tanto, la condena de grandes compañías no tardó en salir a la luz después de la puesta en vigor de la orden ejecutiva.

"Esta proclamación socava el mayor activo económico de Estados Unidos: su diversidad. Personas de todo el mundo vienen aquí para unirse a nuestra fuerza laboral, pagar impuestos y contribuir a nuestra competitividad global en el escenario mundial", escribió Twitter en un comunicado. Otras empresas como Apple, Microsoft y Facebook se unieron a la condena general contra la medida de Trump.

El programa H-1B es muy utilizado por las grandes tecnológicas para contratar de manera temporal a personas que tienen unas habilidades especializadas que no son fáciles de encontrar en en trabajadores locales. Normalmente, las áreas de especialización forman parte del sector de la ingeniería y la informática.

Las compañías han explicado en varias ocasiones la relevancia de estos perfiles específicos, aunque la Administración de Donald Trump insiste en que estos trabajadores son perjudiciales para Estados Unidos. La orden sostiene:

"Los trabajadores temporales a menudo van acompañados de sus cónyuges e hijos, muchos de los cuales también compiten contra los trabajadores estadounidenses. En circunstancias normales, los programas de trabajadores temporales administrados adecuadamente pueden proporcionar beneficios a la economía. Pero bajo las circunstancias extraordinarias de la contracción económica resultante de la COVID-19, ciertos programas de visa que autorizan dicho empleo representan una amenaza inusual para el empleo de trabajadores estadounidenses".

Abogados expertos subrayan que, más allá de que el motivo del veto al visado no se sostiene, puede traer consecuencias negativas para algunas de las empresas más fuertes de Estados Unidos. En primer lugar, porque tendrán que cambiar sus planes de contratación y seguramente no puedan contar con el apoyo de profesionales extranjeros. En segundo lugar, porque encontrar a este tipo de expertos, como comentábamos anteriormente, no es una tarea fácil.

Tanto los trabajadores afectados por la medida como abogados y activistas están juntando todos los esfuerzos para frenar los planes antimigratorios de Donald Trump. Es posible que consigan avanzar y hasta acabar temporalmente con la medida, pero es poco probable que sea un proceso rápido y que se logren restablecer todos los visados suspendidos. Mientras, las familias seguirán separadas, sus trabajos en la cuerda floja y sus vidas en vilo.

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