Rusia ha sido acusada de intentar robar información vital sobre la vacuna del coronavirus. Los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña declararon que un grupo de hackers ruso está tratando de robar la investigación de la vacuna y el tratamiento de las instituciones académicas y farmacéuticas de todo el mundo.

De acuerdo con Reuters, el Centro Nacional de Seguridad Cibernética de Gran Bretaña (NCSC) detalló que los ataques provienen del grupo conocido como ATP29. También conocido como 'Cozy Bear', asociado con la inteligencia rusa, principalmente con el Servicio de Inteligencia Exterior y el Servicio Federal de Seguridad.

Los hackers usan malware y phishing para intentar robar la investigaciónLas autoridades británicas dijeron que los hackers utilizan técnicas de spear phishing — o suplantación de identidad — y malware personalizado. La acusación es respaldada por la NSA de EE.UU., quien dice que los rusos se aprovecharon del caos creado por la pandemia para intentar robar información vital de las organizaciones de salud.

"Condenamos estos ataques despreciables contra quienes realizan un trabajo vital para combatir la pandemia de coronavirus". declaró Paul Chichester, director de operaciones del NCSC. Dominic Raab, canciller británico se lanzó contra Rusia y los acusó de tener intereses egoístas.

Rusia rechazó las acusaciones alegando que no hay evidencia

Mientras tanto, Dmitry Peskov, secretario de prensa del gobierno de Vladimir Putin, rechazó las acusaciones argumentando que no hay evidencia. Aunque Rusia demerita los señalamientos, el grupo de hackers está ligado a sus servicios de inteligencia y es responsable de múltiples ataques en el pasado. El más sonado fue el hackeo al Partido Demócrata durante las elecciones de EE.UU. en 2016.

Pese a que sus movimientos han salido a la luz, expertos de Gran Bretaña aseguran que los ataques de ATP29 seguirán apuntando a organismos involucrados en la investigación y desarrollo de la vacuna para la COVID-19. Autoridades canadienses dijeron que estos ataques obstaculizan los esfuerzos de respuesta, y los riesgos para las organizaciones de salud son elevados.

Lo cierto es que los rusos no serían los únicos. Anteriormente EE.UU. acusó a China de hackeos para obtener información sobre la vacuna y tratamientos contra el coronavirus. En una declaración de mayo, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional dijeron que "los hackers y espías más hábiles de China" intentaban robar datos privilegiados de investigadores estadounidenses.

La vacuna para la COVID-19 es una carrera contra el tiempo que han iniciado muchos países. No suena descabellado que los gobiernos echen mano de los grupos de hackers para obtener información vital, aunque definitivamente no vendría únicamente del lado ruso.