Celebramos el Orgullo LGTBI+ porque conmemoramos los disturbios de Stonewall en Nueva York el 27 de junio de 1969. Este año es aún más importante recordarlo porque hay un paralelismo entre la lucha a favor de los derechos y la visibilización de la comunidad LGTBI+ con el reclamo urgente para acabar con el racismo y la violencia hacia las personas negras, que desataron protestas en todo el mundo después de la muerte de George Floyd captada en vídeo.

Han pasado 51 años desde aquellas revueltas y muchas cosas han cambiado. Hoy somos muchos los tenemos la fortuna y el privilegio de vivir en sociedades en las que podemos celebrar, todos los años, durante toda una semana, diferentes identidades, orientaciones sexuales y de género que antes eran reprimidas.

En 2020, debido a las medidas de confinamiento por la pandemia del coronavirus, los festejos tenemos que hacerlos en internet, de forma virtual, pero sin dejar de alzar la voz. Lo haremos de una manera distinta, usando la creatividad y el arte, amplificadas gracias a la tecnología y las redes sociales.

Es por eso que este año queremos conmemorarlo, desde Hipertextual conectando con tres personas sumamente talentosas que admiramos profundamente. Elvira Sastre, Moises Nieto y Guille Sola nos expresan y comunican, cada uno a su manera, la importancia que tiene la celebración del Orgullo LGTBI+.

Elvira Sastre, la mezcla perfecta entre poesía y redes sociales

Es difícil describir el amor. Para todos significa una cosa distinta, con diferentes matices. Alegría, miedo, desesperación, locura. La carrera de Elvira Sastre empezó gracias a este sentimiento, cuando escribía en un blog sobre su amor platónico. Este amor -o desamor- la hizo crecer hasta convertirse en uno de los referentes de la poesía contemporánea española. En uno de sus escritos, Sastre expresa: “Eres lo más bonito que he hecho por mí”. Porque así debería ser el amor, un esfuerzo por uno mismo, válido para todas las personas, todas las preferencias y todos los gustos. El amor también es uno de los personajes principales de Días sin ti, la primera novela de Sastre que la ha hecho posicionarse en el entorno literario, aunque la segoviana es un megáfono literario desde antes.

Elvira Sastre / Orgullo LGBTI+ 2020

Pieza de Elvira Sastre realizada en iPad para la celebración del Orgullo LGBTI+

Ha afirmado ya en varias entrevistas que no le gusta el término poeta influencer, un atributo que le han dado algunos periodistas por su número de seguidores en redes sociales. No será influencer, pero sí muy activa sobre todo en Instagram y en Twitter. Es aquí donde publica sus últimos trabajos, donde se expresa, pero también donde lucha. Miembro del colectivo LGTBI+, Sastre forma parte de muchas campañas, lo que no solo la convierte en un megáfono literario, también social.

“Las redes son una herramienta que ha dado visibilidad al movimiento y ha permitido llegar a gente que lo está pasando mal. Les ayuda a tener referentes y nos ha permitido, tanto a los que somos del colectivo como los que no, ser conscientes de lo que está pasando porque la situación no está ni mucho menos normalizada, ni superada ni aceptada”, explicó Sastre en entrevista con Hipertextual.

Las redes son actualmente el espacio de crítica, de reflexión y de denuncia que históricamente han sido los libros. Sin embargo, Sastre no apuesta por compararlos porque su función es completamente distinta. La poeta apunta que las redes son un medio de difusión brutal y los libros un reflejo de la sociedad y de todas las sociedades que han existido.

Que todo poder conlleva una gran responsabilidad lo sabemos. Y la tecnología tiene mucho que decir al respecto. Las innovaciones nos han llevado a un mundo conectado, donde las distancias son relativas y dónde los secretos son difíciles de guardar. Vivir en la “era de la información” también tiene un precio. Sastre alertó que tener acceso a toda la información también supone dar voz a todas las opiniones hasta las poco tolerantes. Afirma que estas prácticas se escudan en la libertad de expresión. “Yo no lo compro porque parece que uno puede decir todo lo que piensa aunque lo haga sin respeto”. La falta de control, sobre todo en redes sociales es uno de los retos en la actualidad porque, recuerda la poeta, detrás de cada perfil hay personas que sienten.

A pesar de que plataformas como Twitter han tomado medidas contra el discurso de odio, la línea entre la libertad de expresión y los insultos o comentarios inapropiados sigue siendo fina. Además, la erradicación de todo tipo de acoso en redes sociales es todavía una de las grandes amenazas de las redes sociales. El otro reto, apuntó Sastre para Hipertextual, es mantener el papel de las mismas como catalizador de los movimientos sociales. Muchos usuarios, explicó, tienen un nivel de cultura medio y están informados, por lo que le llegan las campañas de concienciación.

“El mensaje en los próximos años debe llegar a aquellos a los que no, ya sea porque no lo buscan o porque no se ha hecho un mensaje que llegue a ellos. Ese sería el reto, intentar concienciar a la gente que ahora mismo no lo está”.

Elvira Sastre / Orgullo LGBTI+ 2020

La escritora tiene esperanza de que todo puede mejorar. Por eso sigue en redes y confía en que la sociedad puede estar cada vez más concienciada. La tecnología es un aliado para llegar a esto, el amplificador necesario que ha ayudado a visibilizar aspectos que no lo estaban tanto. Elvira Sastre piensa en la poesía, que ha estado siempre en un plano más elitista y más apartado del público general aunque sea otra manera de visibilizar movimientos, sentimientos y luchas. Las herramientas tecnológicas actuales han ayudado a que llegue a todo tipo de personas.

“Mucha gente no sabe que le gusta la poesía porque nunca la ha leído por sí misma y ahora mismo les puede llegar un poema de miles de maneras y descubren que les gusta”. Esta es una de las formas con las que los poemas, artículos y escritos de Sastre han llegado a miles de personas, algunas de ellas adentrándose quizá por primera vez en el mundo de la poesía. Aunque para ellos fuera algo diferente, han penetrado en un mundo que, por lo menos, han aprendido a respetar. Y ese el principio que debería regir la sociedad: conocer, comprender y respetar. A todos, todas y todes.

Moisés Nieto, la moda como empoderamiento del "yo"

Dicen que en el significado de las palabras reside el poder de las mismas. Lamentablemente, el paso del tiempo hace caer en el olvido la potencia de muchas de ellas. De paso, nos llevamos por delante las infinitas posibilidades que se abren en el mundo. Como buena noticia, algunos no olvidan el poder que tienen entre las manos y lo canalizan para lograr cambios.

Moises Nieto / Orgullo LGBTI+ 2020

Ilustración de Moises Nieto, hecha en un iPad para la celebración del Orgullo LGBTI+

La moda, ese mundo de creadores –de artistas con todas las letras–, sería una de esos términos que han diluido su presencia en el mundo. Muchos dirían que la moda podría ser banal, superficial o incluso absurda. Otros no olvidan y apuntan a que es la máxima representación de uno mismo, de la visión del mundo interior y exterior de cada persona. Del francés mode y del latín modus, este concepto –según la visión clásica- sería la transformación de un ser subjetivo a través de un lenguaje que nos permite darnos a conocer al exterior. Y con ello también la evolución del mundo y sus condiciones que, al menos en el mundo de la moda, se ha centrado en el género y la sexualidad durante los últimos años.

Tras esta industria algunos gigantes internacionales, pero también pequeños-grandes creadores que trabajan para lograr un cambio. Moisés Nieto, miembro honorífico de la nueva generación de diseñadores españoles, vive su trabajo desde esa perspectiva del poder que tiene su sector.

Diseñador gráfico como primera elección, es consciente de que “en lo gráfico siembre ha existido un mundo enorme de iconografía homosexual, lo que ha ayudado a que esté más normalizado gracias al cine o la publicidad”, explica Nieto a Hipertextual. Solo hacía falta trasladar esa apertura de mente presente desde la Antigua Grecia, de los clásicos, al resto del universo artístico. Tras su primera pasarela en 2010, Nieto cambió el Photoshop por la máquina de coser, adentrándose en un mundo en el que “cada vez importa menos el género a la hora de vestir”.

”Gracias al colectivo LGTBI+ muchas marcas diseñan sus colecciones sin importar el genero, ¡y eso es un avance enorme! La moda es universal y plural y los mas jóvenes lo entienden a la perfección. Son ellos lo que visten sin tapujos y los que están abriendo la mente a muchas marcas. En mi caso me encanta cuando vendo bolsos y camisas a chicos, es algo con lo que no contaba y que me encanta”.

En este contexto, las redes sociales –y la tecnología en sí misma– han trabajado como grandes portales al mundo, una forma inequívoca de darse a conocer y abrir nuevas fronteras. También para la moda y esos jóvenes a los que admira Moisés, que han visto en ellas una mecanismo para entrar en contacto con su propio yo. Porque una cosa está clara, la moda no es nada sin aventureros que se atrevan a iniciar el cambio con su estilo.

Pero, “las redes sociales son un arma de doble filo”, apunta el diseñador, especialmente en lo que la lucha LGTBI+ se refiere. “Son masivas, por lo que se puede crear una denuncia social ágil, pero creemos que son plataformas para expresarse libremente, y en eso estamos equivocados”. Un discurso quizá negativo que se sustenta en redes de nuevo cuño, como TikTok, donde el diseñador ve una red social machista en la que se repiten patrones y se celebra la falta de creatividad.

Pese todo, tanto desde su atolón de diseñador como de espectador, Nieto no pierde la esperanza: “Es bonito ver cómo las redes se inundan de apoyo cuando ocurren injusticias o cuando hay algo tan importante que celebrar como los derechos homosexuales. Vídeos, fotos, ilustraciones, arte… Seguramente valga la pena llenarlas en momentos de lucha como este”.

Todo sin olvidar a nuestros mayores, porque para Nieto “las tecnologías nos facilitan la lucha, pero aquellos que llevan años bregando por los derechos LGTBI+ son los verdaderos héroes que nos han abierto el camino.

Guille Sola, fotografiando el cambio

La fotografía siempre ha sido una forma recurrente, llamativa y efectiva de transmitir ideas, compartir mensajes y apelar a ciertas emociones. En ese campo es justo donde Guille Sola, fotógrafo, ha encontrado su pasión durante los últimos años. Siempre lo tuvo claro: “Me gustaba el campo de la moda y del retrato, y con eso empecé”. Pasó por Sevilla, Londres, Berlín y ahora, afincado en Madrid, ha trabajado para marcas de moda como Loewe.

Guille Sola / Orgullo LGBTI+ 2020

Fotografía de Guille Sola, realizada con un iPhone para la celebración del Orgullo LGBTI+

Pero el camino hacia el punto en el que actualmente se encuentra no ha sido sencillo. Él como muchas otras personas del mundo, proviene de un pueblo pequeño y ha sufrido homofobia. No obstante, eso no le ha impedido cumplir su sueño. La clave está en “ser valiente y fiel a sí mismo”, explica. De hecho, invita a cualquier joven que quiera adentrarse en el sector creativo a no tener miedo, ser respetuoso y luchar por sus derechos. “Gracias a Dios, estamos en un punto en el que estamos empezando a estar muy concienciados y los mensajes de odio cada vez están más condenados. Pero lo que tienen que hacer es echarle narices y tirar hacia delante, que juntos lo vamos a conseguir”.

Guille Sola conoce bastante bien las redes sociales. Muchas de sus fotografías acaban en los perfiles de Instagram de revistas de moda. Son compartidas por personalidades del mundo del cine, del arte o de la música. Y, como muchas otras personas, cree en el poder de estas herramientas como catalizadores para la igualdad y la visibilidad del colectivo LGTBI+.

No obstante, reconoce que la tecnología puede ser un catalizador tanto para el odio como para la tolerancia. Lo hemos visto en los últimos meses, de hecho. En las redes sociales se pueden encontrar mensajes de personas que rechazan a otros por su condición sexual, su identidad de género o su etnia. “La tecnología puede ser nuestro gran aliado y también puede ser la gran plataforma para crear odio”, reconoce.

Para eliminar esa toxicidad, Sola aboga por el control, por las herramientas de denuncia hacia ciertos contenidos y la responsabilidad de los ciudadanos. No obstante, lo fundamental, según él, es la educación. “Creo que la clave es la educación, la educación tanto para el uso de las tecnologías como para todo”.

Para que esa educación inclusiva cale en la sociedad, el fotógrafo gaditano considera que es imprescindible inculcarla en los más jóvenes. De hecho, para Guille Sola, esta es “una de las cosas más importantes”. Los jóvenes son la base de la sociedad del futuro, por lo que, para que las cosas cambien, es imprescindible educarlos en los valores inclusivos que deben definirla.

Para dar visibilidad a estas luchas, tanto entre jóvenes como entre mayores, muchas marcas han comenzado a propagar mensajes a favor de la igualdad, dan visibilidad a la lucha LGTBI+ en sus organizaciones e incluso colaboran con algunas asociaciones a nivel local. Guille Sola considera que “la lucha por los derechos de las personas es buena”, pero reconoce que, en algunos casos, es posible que algunas empresas se involucren en estas luchas con el objetivo de lucrarse.

Pese a ello, Sola se queda con lo positivo: “Creo que nos estamos dando cuenta de las cosas y, aunque haya algunas empresas que se puedan lucrar de forma temporal, al final se está enviando un mensaje”. Y el objetivo, en realidad, es precisamente ese: que el mensaje de la tolerancia se propague hasta el punto en el que todos los ciudadanos, independientemente de sus rasgos físicos, condición sexual o identidad de género, formen parte de una sociedad en armonía.