Las ranas de cristal son una curiosidad de la naturaleza. A diferencia del resto de ranas, la parte inferior es traslúcida (no transparente) y la superior de color verde. De hecho, si miras a muchas de estas ranas desde abajo, se pueden llegar a ver sus órganos. Ahora, una nueva investigación trata de dar respuesta a por qué sucede esto: ¿es, quizás, un mecanismo reproductivo? ¿O, más bien, es una forma de camuflarse?

Las ranas de cristal no son las únicas que presentan esta característica tan extraña. Hay polillas y mariposas, como las de la especie Greta Oto con alas transparentes. Esto les da ventaja para esconderse de sus depredadores. Es más, la transparencia de verdad, no como las de las ranas o mariposas de cristal, sería el mecanismo de camuflaje perfecto: "La transparencia es, al pie de la letra, el camuflaje perfecto", explicó a ScienceAlert el ecologista conductual James Barnett de la Universidad McMaster en Canadá. Barnett, autor principal del estudio.

Pero, ¿es posible que las ranas de cristal sen así por otro motivo? Se sabe, tal y como apunta
ScienceAlert
, que "algunas lagartijas usan el ser tranlúcidas para aumenta su visibilidad a la hora de aparearse". Sin embargo, esto no parece que suceda en el caso de las ranas de cristal. Para ellas parece ser más un mecanismo para la supervivencia que para el apareamiento.

"Las ranas siempre son verdes pero parecen aclararse y oscurecerse dependiendo del fondo", comento Barnett. "Este cambio en el brillo hace que las ranas coincidan más con sus alrededores inmediatos, que están formados principalmente por hojas verdes".

Este efecto parece que se amplifica porque las patas de los anfibios son más translúcidas que la piel de la parte superior del cuerpo. Cuando las ranas de vidrio descansan sobre un fondo verde, las extremidades translúcidas sirven como un amortiguador visual, suavizando el contraste de color entre los tonos verdes dispares del cuerpo de la rana y la hoja sobre la que está sentada. "Esto crea un gradiente difuso del color de la hoja al color de la rana en lugar de un borde afilado más destacado", ilustró Barnett.

Ranas de cristal, ¿mecanismo de supervivencia?

Para comprobar que es un mecanismo de camuflaje, los investigadores llevaron a cabo tres experimentos diferentes. En primer lugar, fotografiaron a 50 ranas de cristal sobre hojas de colores verde y blanco. Después, ordenadores que simulaban la capacidad de visión de los depredadores, tanto animales como humanos, se encargaban de buscarlas en las imágenes.

Mientras tanto, en el segundo experimento, eran personas las encargadas de encontrar a las ranas de cristal en imágenes generadas por ordenador.

Ambas pruebas mostraron que la luminosidad percibida, la intensidad de la luz emitida, de las ranas cambiaba según el fondo sobre el que estaban.

Este cambio en la luminiscencia percibida transforma el destacado perfil de alta intensidad de las ranas en un límite graduado menos visible. Por lo tanto, el vidrio imperfecto de la rana de vidrio proporciona un camuflaje efectivo, disfrazando el contorno de las ranas y combinando la rana y la hoja más suavemente.

Por último, para probar definitivamente si se trataba de un buen camuflaje, los investigadores hicieron ranas de gelatina. La mitad eran translúcidas, la otra mitad opacas debido al uso de colorante alimenticio. Fueron lanzadas en Ecuador, una de las zonas del mundo donde más ranas de cristal hay. Estuvieron a merced de los depredadores durante 72 horas. Finalmente, se comprobó que los animales salvajes se habían comido más ranas opacas que translúcidas.

"Apenas estamos empezando a desentrañar cómo funcionan realmente las diferentes formas de camuflaje", indicó la ecóloga conductual Innes Cuthill de la Universidad de Bristol en el Reino Unido y otra de las autoras del estudio. "Las ranas de vidrio ilustran un nuevo mecanismo que realmente no habíamos considerado antes", concluye.

La naturaleza es sabia, dice la cultura popular. Y parece que tener las patas traslúcidas es una ventaja evolutiva que le viene muy bien a las ranas de cristal para defenderse del resto de depredadores.