Cuando hablamos de Photoshop, resulta inevitable decir que se trata del programa más popular de retoque fotográfico profesional y buque insignia de Adobe durante años. Y al preguntar sobre alternativas a Photoshop, uno de los nombres que suelen salir a la palestra es el de GIMP.
No por nada, GIMP es un programa de edición de imágenes de código abierto que lleva entre nosotros desde 1995. Y durante años, ha sido la principal opción para retocar fotografías en Linux, con permiso de otras soluciones cada vez más importantes. En la actualidad, GIMP también está disponible para Windows y macOS, se actualiza con cierta asiduidad y cuenta con extensiones y el respaldo de programadores y usuarios de todo el mundo.
Puede que no tenga tantas opciones como Adobe Photoshop, pero sí ofrece una alternativa gratuita y menos exigente en cuanto a recursos de hardware. Además, cubre las necesidades frecuentes de una manera más artesanal pero no por ello menos profesional.
Sirva esta introducción para hablar de PhotoGIMP, un proyecto hospedado en la cuenta de GitHub de Diolinux y que sirve para adaptar el comportamiento y aspecto externo de GIMP para que sea lo más parecido posible a Photoshop. Vamos, que si estás acostumbrado a usar Photoshop, con PhotoGIMP te será más cómodo migrar a GIMP.
Mucho más que un simple parche
Modestia aparte, el creador de PhotoGIMP, Diolinux, describe esta solución como un simple parche para GIMP 2.10 en adelante para ayudar a los usuarios de Photoshop. Pero no hay que quitarle mérito.
Desde el principio, GIMP procuró parecerse a Photoshop. Era el referente desde sus inicios y siempre se ha “vendido” el uso de GIMP como alternativa al editor gráfico de Adobe. Sin embargo, con el paso de los años, Photoshop ha cambiado y mutado mientras que GIMP ha seguido una línea similar. Al final, son muchos los cambios entre ambos.
En el pasado ha habido otros proyectos similares, como Gimpshop o GimPhoto. Ambos están disponibles para todas las plataformas desde sus páginas oficiales, si bien GimPhoto dejó de actualizarse en 2015. Gimpshop, en cambio, recibió una actualización en junio de 2020.
El caso es que en ambos casos viene GIMP empaquetado con los cambios y parches que los convierten en un software nuevo. Por su parte, PhotoGIMP se ofrece como un parche. Es decir, primero instalas GIMP y luego le añades los archivos de PhotoGIMP.
El proceso es muy sencillo. En la página oficial explica cómo colocar los archivos de PhotoGIMP en la ruta correspondiente de GIMP en Windows, macOS y Linux. Y aunque recomienda instalar GIMP mediante Flatpak, puedes hacerlo siguiendo el sistema de tu Linux. Luego solo tendrás que encontrar la ruta en la que colocar PhotoGIMP para que haga su magia.
Un buen disfraz para GIMP
Pero vayamos a lo importante. ¿Por qué debería instalar PhotoGIMP? La razón principal es que hayas aprendido a editar imágenes mediante Adobe Photoshop y prefieras su interfaz a la de GIMP.
El parche imita Adobe Photoshop, pero mucho más. Añade fuentes de letra, filtros Python para realizar cambios y retoques, aprovecha mejor el espacio en pantalla que ocupa la ventana principal de GIMP… Y aunque por defecto se muestra en inglés, puedes cambiar su idioma en su configuración.
Encontrarás más información sobre PhotoGIMP en su página oficial así como las instrucciones para instalarlo en tu PC o Mac. En definitiva se trata de unir lo mejor de GIMP y de Photoshop con un parche que cuida mucho el aspecto para que puedas trabajar cómodo editando imágenes.