El lanzamiento del telescopio James Webb estaba previsto para el 30 marzo de 2021. Sin embargo, este proyecto en conjunto de 17 países, entre ellos la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense, se ha vuelto a retrasar. En este caso, debido a la pandemia por el SARS-CoV-2 que azota no solo Estados Unidos sino a todo el mundo. Con esta ya van quince veces las que se ha retrasado el lanzamiento, que en primer lugar tendría que haber salido al espacio en 2007.

El telescopio James Webb sustituirá, cuando sea lanzado, al telescopio espacial Hubble, que tantas fotografías preciosas nos regala. El Hubble fue lanzado el 24 de abril de 1990. Se trata de un proyecto realizado en conjunto entre la NASA y la ESA, que todavía se encuentra en funcionamiento. Se encuentra en una órbita circular alrededor de la Tierra a 593 kilómetros sobre el nivel del mar.

Retraso infinito del telescopio

Todavía no hay una nueva fecha para el lanzamiento del telescopio, se espera que el próximo mes, tras revisar el cronograma, se pueda marcar en rojo una fecha, según indican desde Science Alert.

Por desgracia, no es la primera vez que se retrasa este lanzamiento. Con esta ya van quince y la realidad es que el telescopio ni siquiera está terminado, como apuntan desde Science Alert. El pasado año se calculaba que las posibilidades de que el lanzamiento fuera en marzo de 2021 tan solo eran del 12%. El parón que ha habido por el coronavirus en las instalaciones de Northrop Grumman en el sur de California ha causado graves retrasos en el trabajo en el Webb. Los trabajadores, como en medio mundo, "fueron enviados a sus hogares para mitigar el impacto de la pandemia de COVID-19".

¿Cuál será el objetivo del telescopio cuando esté en órbita? En la web de la NASA explican de forma sencilla para qué servirá:

"Webb está diseñado para ver las galaxias más distantes del universo y estudiar cómo evolucionaron las galaxias a lo largo del tiempo cósmico. Estudiará planetas que orbitan alrededor de otras estrellas, en busca de las firmas químicas de los componentes básicos de la vida. También estudiará planetas en nuestro propio sistema solar"

Cuando los retrasos terminen y Webb sea lanzado, hará todo esto a 1,6 millones de kilómetros de la Tierra, tendrá una masa de 6.200 kilos y habrá costado 9.000 millones de dólares.

Pero, a pesar de todos estos retrasos, seguro que todo lo que descubrimos gracias al Webb será muy interesante y nos ayudará a conocer mejor el universo. Por ahora, solo tenemos que esperar y creer que este será el último de sus retrasos.