"En cuarentena tienes dos opciones: o te quedas en el sofá o te reinventas". Esta fue la premisa de Alberto Bautista cuando empezó a pensar cómo iríamos a las playas en medio de la pandemia del coronavirus. En ese momento, España todavía estaba en estado de alarma y el confinamiento era obligatorio. Ahora, hemos entrado en la "nueva normalidad" y, poco a poco, las playas empiezan a llenarse. No será un verano cualquiera y las medidas de precaución dominarán las vacaciones, una situación que Bautista ha aprovechado para crear la app "Mi Playa Segura", una de varias iniciativas en España para controlar las aglomeraciones.
Un domingo de agosto por la mañana, una familia puede coger el coche hasta la playa más cercana, a unos cuantos kilómetros de su casa, y encontrarse con un controlador en la entrada que les impide el acceso porque el aforo está completo. ¿Y si pudieran ver el estado de las playas antes de ir? Ese es el objetivo del proyecto de Bautista y de otros que están utilizando diferentes ayuntamientos de zonas costeras en España. "Mi Playa Segura", disponible en playas de Huelva y Cádiz, funciona con un sistema de semáforos: verde, naranja o rojo en función de la saturación del lugar.
"Nosotros ponemos la tecnología al servicio de los ayuntamientos pero son ellos con su equipo humano los que tienen que hacerla funcionar", explicó Bautista para Hipertextual. La aplicación registra el aforo de las playas a través de la geolocalización, aunque muchas personas la tienen desactivada. Por ello, es importante contar también con la información de primera mano.
"Para que la app fuera más realista, necesitábamos introducir los datos manualmente. Eso lo hacen los controladores de las playas, los vigilantes, los de protección civil o la propia policía local".
La información, por lo tanto, depende de terceros, así como el aforo de las playas, que está determinada por cada ayuntamiento. Lo mismo sucede con otras iniciativas que se están empezando a implementar en zonas de la costa malagueña como Marbella, donde ha empezado a funcionar la plataforma "PlayasApp". La empresa Herbecon Systems, que ha desarrollado el producto, indicó en un comunicado que, además de las ventajas lógicas de esta plataforma, estas pueden ser muy útiles para los ayuntamientos para obtener metadatos y determinar qué sectores reciben más afluencia y en qué horario.
El control de las playas desde el aire
Este tipo de plataforma ha llegado también hasta una de las playas con más afluencia en España cada verano. Cada año vemos en las noticias las imágenes de Cullera, en Valencia, abarrotada de bañistas. La imagen ha cambiado ahora radicalmente, aunque todavía son muchas personas las que quieren pasar allí las vacaciones. El ayuntamiento también ha habilitado una app para informar acerca del aforo en la costa pero, en este caso, se complementará con el uso de drones.
Esta medida fue propuesta por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo dentro del plan de medidas de prevención ante el inicio del verano y la llegada de turistas -este año se espera que sean en su mayoría locales- a las zonas costeras del país. Este método, aunque más caro que el desarrollo de una app como "Mi Playa Segura", permite tener un análisis más detallado y la cartografía de zonas muy concretas.
En lugares como Asturias, donde se llevará a cabo este viernes un programa piloto con drones, es especialmente útil porque muchas veces hay una gran diferencia la marea alta y bajamar. Algunas playas pueden llegar hasta a desaparecer por este motivo y puede ser mucho más difícil calcular el aforo.
Buenas ideas, poca financiación
A pesar de ser una de las apuestas más prometedoras, su alto costo es un reto. Es el caso de la empresa Alpha Unmanned Systems, que está en negociaciones con varios ayuntamientos pero su consejero delegado, Eric Freeman, afirmó que el proceso es lento. La estrategia de la compañía se basa en la unión con SMS PASS, que permite reservar por SMS o WhatsApp un espacio y franjas horarias en las playas.
Los helicópteros dron que ha proporcionado la empresa son el modelo Alpha 800, que ya está siendo utilizado por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y que puede ser controlado hasta a 30 kilómetros de distancia, para que los operadores puedan controlar el aforo sin limitación de la línea visual.
El objetivo de este dron es que pase desapercibido para los bañistas. "La idea es utilizarlos en la playa para identificar las aglomeraciones de personas, pero desde una distancia donde ni se ven ni se oyen porque pueden volar hasta a 500 metros de distancia y sobrevolando el agua. Así no se viola la privacidad de ninguna persona", explicó Freeman a Hipertextual.
En el caso de que se identificaran grandes aglomeraciones, los operadores podrían verlo en tiempo real y avisar a las autoridades para que dispersen a la gente o cierran la playa. Sin embargo, las negociaciones no han dado sus frutos por el momento porque, según Freeman, hay una falta de presupuesto para cubrir esta necesidad y falta de voluntad política en algunos casos. Freeman subrayó:
"Pero creo que hay oportunidad de mejora. La llegada de turistas y las imágenes de playas inundadas de gente es escalofriante respecto a lo que puede ser el rebrote del virus".
El verano en la "nueva normalidad" será algo diferente al distinto. Sobre todo porque las autoridades sanitarias no se cansan de advertir de que el coronavirus sigue en nuestras calles y hacen referencia a la responsabilidad de cada uno. En un momento en el que se están registrando rebrotes tras el levantamiento del estado de alarma, una imagen de una playa abarrotada es, como decía Freeman, escalofriante. Y toda medida para evitarlas las aglomeraciones, muy necesaria.