Finalmente Adobe ha puesto la fecha de caducidad al que es posiblemente su producto más controvertido. La muerte de Flash estaba más que anunciada, pero es ahora cuando tiene una fecha concreta de retirada. Será el 31 de diciembre de 2020. Estira por tanto al máximo su promesa de 2017 de llevarlo hasta finales de año, y no más allá.
Así lo ha comunicado la propia desarrolladora en un comunicado en su web, donde apunta a varios de los detalles del la transición hacia estándares web más abiertos. Entre ellos se encuentran HTML5, WebGL o WebAssembly que, según Adobe, "han madurado continuamente a lo largo de los años y sirven como alternativas viables para el contenido Flash". Adobe afirma que, con estos tres años de preaviso, los desarrolladores, diseñadores y negocios ya han tenido un tiempo suficiente para abandonarlo evitando la catástrofe.
La muerte a Flash es inevitable, y se irá con 2020
A partir de esta fecha, Adobe Flash Player dejará de estar disponible en la web de Adobe. También dejarán de estar disponibles nuevos parches de seguridad que mitiguen un soporte ampliamente considerado inseguro. Los fallos de seguridad en torno a este producto han sido un continuo de vulnerabilidades y malware.
De hecho, es la propia Adobe la que recomienda a todos los usuarios que desinstalen Flash Player a partir de dicha fecha. Y va más allá, ya que afirma que los usuarios serán invitados a hacerlo hacia finales de año. De no hacerlo, el contenido basado en Flash será bloqueado en el propio Flash Player a partir del 1 de enero de 2021.
Por supuesto, muchos de los grandes de internet dejaron de dar soporte a Flash hace ya años. No obstante, Adobe afirma que este anuncio se realiza en colaboración de varios de sus socios tecnológicos. Entre ellos se incluye Apple, Facebook, Google, Microsoft y Mozilla. Quienes parece que quedarán irremediablemente atascados en el pasado serán los pequeños sitios web que no se actualizan desde hace años.
La muerte de Adobe Flash se encaminó ya en 2010, cuando Steve Jobs arremetía duramente contra él desde ángulos tan diversos como la apertura de estándares, la seguridad, el rendimiento y la eficiencia, el control táctil o el propio control de la plataforma. El éxito de los dispositivos con iOS, la continua decadencia del estado de Flash y el empuje de la era del smartphone con apps hicieron el resto.