Autor: Ruqayyah Moynihan

El coronavirus tendrá un impacto devastador para las mujeres de todo el mundo, según un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), que es la agencia de salud sexual y reproductiva de las Naciones Unidas.

A medida que la pandemia de COVID-19 asola naciones en todo el mundo, los sistemas de salud continúan sobrecargados: las instalaciones permanecen cerradas o continúan limitando los servicios que ofrecen, incluidos los servicios para mujeres y niñas.

El informe del UNFPA sugiere que el COVID-19 ya está teniendo un profundo impacto en las mujeres de todo el mundo, y muchas de ellas optan por saltarse los chequeos médicos por temor a contraer el virus.

En conversaciones con Business Insider, el director ejecutivo adjunto del UNFPA, el Dr. Ramiz Alakbarov dijo: "A nivel mundial, aproximadamente el 70% del personal sanitario son mujeres. Por ello, en este momento existe un mayor riesgo de que las mujeres estén expuestas [al coronavirus]."

"La desigualdad es menos pronunciada en el primer mundo, pero sigue ahí", dijo Alakbarov. "Las mujeres son las primeras en perder su trabajo durante las crisis y soportan una gran carga económica. Este informe es una catástrofe dentro de una catástrofe".

La pandemia está teniendo un gran impacto en la salud de las mujeres

La cantidad de casos de mujeres sin acceso a la planificación familiar que se enfrentan embarazos no deseados y violencia de género podría dispararse en los próximos meses.

"Millones de mujeres y niñas corren el riesgo de perder la capacidad de proteger sus cuerpos y su salud", dijo la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA.

"La salud y los derechos reproductivos de las mujeres deben protegerse a toda costa", dijo Kanem. "Los servicios deben continuar; los suministros deben ser entregados y las personas vulnerables deben ser protegidas y respaldadas".

Si el confinamiento se alarga 6 meses, se esperan 7 millones de embarazos no deseados

El acceso a la planificación familiar es un derecho, pero también salva vidas y promueve que la población sea más saludable.

Como parte de las medidas de distanciamiento social, muchos centros de salud han cerrado. El personal médico generalmente a disposición de los servicios de planificación familiar ha tenido que reorientar sus esfuerzos hacia otras áreas del sistema de salud para ayudar a combatir la pandemia.

Además, muchas mujeres evitar acudir a los centros de salud que permanecen abiertos por temor a exponerse a la enfermedad y la falta de EPIs.

Las medidas de distanciamiento social han dificultado el acceso de las mujeres a los anticonceptivos y, además, las interrupciones en la cadena de suministro mundial también pueden provocar una escasez significativa de los mismos.

Por cada 3 meses que se alargue el confinamiento, hasta 2 millones de mujeres adicionales pueden no tener acceso a anticonceptivos.

Si se prolongase 6 meses, 47 millones de mujeres en 114 países de ingresos bajos y medios no tendrán acceso a anticonceptivos; lo que resultaría en 7 millones de embarazos no deseados, según las estimaciones del UNFPA.

Alakbarov dijo a Business Insider que los embarazos no deseados pueden tener serias repercusiones incluso cuando la planificación familiar está disponible.

"Además de aumentar el riesgo de abortos, hemorragias y abortos espontáneos", explicó, "los embarazos no deseados aumentan la mortalidad materna. Los niños y los hogares se quedarán sin madres. Se inicia un círculo vicioso".

Desde el abuso doméstico hasta el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina, el informe del UNFPA sugiere que, en la próxima década, veremos un aumento no solo en el número de casos sino también en los niveles de violencia de género.

Por cada 3 meses que continúe el encierro, se esperan 15 millones de casos adicionales de violencia de género, dice el UNFPA.

Si el bloqueo continuara otros 6 meses, las medidas que normalmente habrían evitado muchos casos de violencia de género fracasarían. El UNFPA indicó que esto provocaría 31 millones de casos más.

Seguirán adelante 2 millones de casos de mutilación genital femenina que de otro modo se podrían prevenir
Se estima que 200 millones de mujeres vivas hoy ya se sometieron a la mutilación genital femenina.

Además de ser perjudicial para la salud de las jóvenes hasta el punto de poner en peligro su vida, la mutilación genital femenina conlleva elevados costes que alcanzan alrededor de 1.280 millones de euros anuales, según la OMS.

La pandemia de COVID-19 ya ha provocado la interrupción de los programas que trabajan con el UNFPA para luchar contra la mutilación genital femenina.

Durante la próxima década, el UNFPA ha pronosticado que este retraso dará como resultado 2 millones de casos de mutilación genital femenina que de otro modo se habrían evitado.

Los esfuerzos para prevenir 13 millones de matrimonios infantiles se verán frustrados
Antes de 2030, el COVID-19 también obstaculizará los esfuerzos para terminar con el matrimonio infantil: el UNFPA ha estimado que podría dar lugar a 13 millones de matrimonios infantiles más, dependiendo de cuánto tiempo continúe la crisis sanitaria.

Al desafiar las normas sociales y culturales y mantener a las niñas en el sistema educativo, hasta la fecha muchas medidas han ayudado a reducir los casos de matrimonios en menores de edad.

Los investigadores predijeron que esas medidas habrían reducido el número de matrimonios infantiles en casi 60 millones en el período comprendido entre 2020 y 2030. Los cambios en las medidas derivados de la crisis sanitaria reducirán el número de matrimonios evitados en unos 7,4 millones.

La pobreza es un factor clave en el matrimonio infantil: las graves consecuencias económicas mundiales como resultado de la pandemia provocarían un aumento de los niveles de pobreza en los países de bajos ingresos donde el matrimonio infantil es más frecuente.

Se espera que este aumento en las tasas de pobreza, a su vez, aumente las tasas de matrimonio infantil en comunidades vulnerables.

La ONU prevé un aumento en otras formas de violencia contra las mujeres

También se espera que la pandemia de COVID-19 aumente los niveles de violencia. Ya hay indicios de que la incidencia de la violencia doméstica va en aumento.

Según una investigación de Counting Dead Women, solo en Reino Unido tuvieron lugar al menos 16 asesinatos por abuso doméstico en las primeras 3 semanas de confinamiento. Además de ser el doble de la media, fue la mayor cantidad de asesinatos en un período tan corto en los últimos 10 años.

Según el informe del UNFPA, la investigación realizada por Avenir Health mostró que un retraso en las medidas de prevención dará lugar a otros 2 millones más de casos de violencia de pareja en 2020-2021. Esto se traduce en casi 200 millones menos de casos de violencia que se podrían evitar para 2030.

A corto plazo, es probable que el principal impulsor de esta violencia sean los efectos del confinamiento y las restricciones de movimiento, que pueden aumentar el tiempo de contacto de las mujeres con sus parejas violentas.

El aumento de las tensiones familiares y las tensiones económicas también pueden contribuir a esto.

Si el confinamiento dura 3 meses, se estima que si la violencia aumenta en un 20%, habrá otros 15 millones de casos de violencia de género en 2020.

Esta cifra saltará a 31 millones de casos si se alargase 6 meses y 61 millones si durase un año.

Tanto los países en vías de desarrollo como los desarrollados se verán afectados
El sufrimiento de las mujeres tendrá repercusiones en sus comunidades y en la economías de los países.

"El mapa del COVID-19 es un mapa de pobreza, de exclusión social y de falta de inversión en desarrollo social y económico", añadió Alakbarov.

El UNFPA está trabajando con los diferentes gobiernos para priorizar las necesidades de las mujeres y niñas en edad reproductiva y responder con urgencia durante la crisis.

Alakbarov dijo que, para abordar las desigualdades estructurales a las que se enfrentan las niñas y las mujeres; las personas, las naciones y las empresas deben reconsiderar sus roles en la sociedad.

"Es necesario volver a priorizar los presupuestos nacionales", subrayó. "Los gobiernos tienen que reconsiderar [sus prioridades], así como los ciudadanos y los sectores privados. Si no lo hacemos en los próximos 6 meses, veremos que estas estimaciones se harán realidad".

"Esta crisis nos ha demostrado que la verdadera amenaza para la seguridad nacional no es militar, sino que proviene de una inversión insuficiente en bienes sociales básicos y servicios sociales. Las mujeres deberían ser una prioridad", dijo Alakbarov.

"Cada dólar invertido en educación y salud de las mujeres devuelve 3 dólares a la economía", dijo Alakbarov. "Es prácticamente la inversión más inteligente que cualquier gobierno o sociedad puede hacer".

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