El Xiaomi Mi 10 Pro llega al mercado para intentar revolucionarlo todo. Y si no es posible, al menos sí lo hará en lo que al catálogo de la marca se refiere. Con un valor de venta que comienza en los 999 euros, promete ser un antes y un después en el modo en el que se mira a una firma de la que siempre se había puesto en valor el extremadamente equilibrado balance entre calidad y precios bajos.Porque jugar contra los más grandes tiene un precio. Uno alto. En 2020, esa cifra está en torno a los 1.000 euros. Lo hemos ido viendo a lo largo de los años más recientes en diferentes marcas, que han posicionado sus modelos de entrada en estas cotas. Pero no Xiaomi. Hasta ahora.

El Mi 10 Pro es el sucesor de la gama de buques insignia de la tecnológica asiática, y uno de los más esperados del momento no solo por las evidentes novedades que trae consigo, sino también por el cambio de paradigma que representa. Un dispositivo claramente posicionado como gama alta en el que Xiaomi se deshace de cualquier posible complejo que pudiera quedar en lo que a "marca económica" se refiere para mostrarse en todo su esplendor.

Pero arrimar la cartera es más complicado cuando la cifra es tan alta, y la tarea que tiene la marca por delante es ahora doble en su camino para conquistar al usuario: por un lado, habrá de conseguir que el respetable se olvide de la insignia del reducido coste con el que se identificaba a la misma; por otro, deberá convencer de que su terminal es mejor que los de la competencia. Con un Mi 9 que comenzaba en 2019 en los 449 euros, la diferencia respecto al modelo de cabecera de hoy parece un abismo. La cuestión es: ¿lo vale?

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Xiaomi Mi 10 Pro: hay calidad

Uno de los puntos por los que destacada este Mi 10 Pro es su calidad de construcción. Ningún buque insignia que se precie puede permitirse el lujo de no transmitir una sensación premium cuando uno lo sostiene en su mano, y este lo consigue.

En esta ocasión, Xiaomi apuesta por lo que parece la combinación tendencia para 2020 entre los fabricantes de gama alta: un sobrio cóctel de metal y cristal con una trasera tornada mate para diferenciarse del resto de dispositivos del mercado, que ya disponen de este último elemento casi por defecto. Que este no sea brillante en su zona posterior permite alcanzar un doble objetivo: mantener la capacidad de carga inalámbrica y conseguir que las huellas de los dedos queden impresas en la misma con menor nitidez.

Su frontal se encuentra definido por una pantalla Super AMOLED de 6,67 pulgadas, cuyos laterales se curvan para dar una sensación de mayor inmersión en lo que uno está viendo sobre la misma. Dispone, sí, de una pequeña barbilla en su zona inferior y de la lente destinada a los selfies perforada directamente en dicho panel. Una ubicación, por cierto, que permite que pase más desapercibida cuando se tiene el teléfono en horizontal al estar jugando, por ejemplo, pues queda oculta por los propios dedos.

Xiaomi Mi 10 Pro
Imagen: Luis del Barco.

No decepciona la pantalla en lo que a nitidez, contraste, brillo y experiencia general se refiere. Es un dispositivo pensado para consumir mucho contenido y este es uno de sus puntos fuertes, de ahí que Xiaomi haya decidido añadir también una tasa de refresco de 90Hz, agradecida en términos generales en el uso diario del terminal.

Bajo la misma, dos añadidos que son de obligada mención, por su buen desempeño: en primer lugar, el lector de huellas dactilares, que sigue sin ser tan inmediato como los tradicionales –ya prácticamente instantáneos en sus últimas versiones–, pero sí muy rápido. Y no solo rápido, sino también eficiente, reconociendo muy bien la huella y fallando poco. Por pedir, de cara al futuro, no estaría de más ver un aumento del espacio de reconocimiento para no tener que poner el dedo en un lugar tan exacto de la pantalla, sino que abarque una superficie mayor. Nos consta que empresas como Qualcomm ofrecerán soluciones como esta pronto.

Y en segundo lugar hay que destacar también el funcionamiento del motor háptico integrado. Este, que se activa cuando pulsamos teclas, cuando desactivamos pestañas, cuando realizamos gestos como acceder a la multitarea o cuando lo desbloqueamos con la huella en lugar de emitir una vibración normal, lo que produce es una sensación similar a un toque. Mucho más sutil y agradable que una vibración tradicional, es un pequeño detalle que brilla en el contexto cotidiano.

En sus laterales no encontramos nada más que los botones de volumen y de encendido, y en su borde inferior el conector de carga USB de tipo C. Junto a este último se encuentra un altavoz que funciona en estéreo con otro ubicado en el canto superior, y que al ser dedicado y no hacer uso del altavoz de llamadas para otorgar esta dualidad, resulta en un sonido más rico y potente.

Protagonismo fotográfico

Xiaomi Mi 10 Pro
Imagen: Luis del Barco.

De la parte trasera del Xiaomi Mi 10 Pro, lo que evidentemente llama la atención es el módulo de la cámara –que sobresale bastante, por cierto, apreciándose de manera notable al posarlo sobre una superficie llana–. Esta compone una apuesta cuádruple con la que ganar en versatilidad, y que se halla formada por lo siguiente:

- Una lente principal de 108 MP, con apertura f/1.7 y estabilización óptica de imagen
- Un gran angular de 20 MP, con apertura f/2.2
- Un sensor de profundidad de 12 MP para modos retrato, con apertura f/2.0
- Y un telefoto de 8 MP con zoom híbrido de hasta 10x, con apertura f/2.0 y estabilización óptica de imagen

El desempeño de la cámara es mixto. Lo que tenía que haber sido uno de los pilares de este smartphone, donde de verdad quedasen justificados esos 1.000 euros de precio que la firma ha puesto en la etiqueta, queda a medio resolver y, desde luego, no por encima de smartphones rivales.

Las fotografías cuentan con un buen nivel de detalle, tanto en la cámara trasera como en la delantera, pero la representación y equilibrio del color parece quedar en cierta medida alejada de la realidad en ciertos momentos. Lo podemos ver especialmente en los tonos de piel, donde el módulo fotográfico de la parte posterior tiende hacia interpretaciones cálidas –en exceso, dependiendo de la ocasión– o incluso rosas, distorsionando así el resultado final. Todavía más notoria será esta acentuación de los colores si se hace uso del modo IA seleccionable, que tiene poco de inteligente y mucho de artificial.

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A esto se suma un HDR automático que funciona bien en la mayoría de casos, pero que hay ocasiones en las que resulta necesario forzarlo para obtener un mejor resultado.

En cuanto al modo retrato, el recorte que ofrece es bueno y bastante versátil, incluso dejando alejarse bastante para tomar fotos con este efecto desde una cierta distancia a pesar de que el recorte aplicado siempre es de 2x. Cierto es que en la frontal, de 20 megapíxeles, hay ocasiones en las que se confunde, simplemente por no contar con la configuración más avanzada que sí se encuentra en la trasera.

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Uno de los apartados sobre los que más hincapié ha hecho la marca en este Xiaomi Mi 10 Pro es el del zoom, híbrido de 10 aumentos y digital hasta llegar a los 50x. Las imágenes tomadas con él en el rango que va del doble aumento a la decena son notables en cuanto a nivel de detalle, comenzando a perderlo de forma evidente de ahí hasta alcanzar el máximo. No obstante, la estabilización óptica de imagen se nota, y mucho, haciendo que disparar con los 50 aumentos sea fácil sin el uso de ningún accesorio.

Comparativa de zoom del Xiaomi Mi 10 Pro

Comparativa de zoom del Xiaomi Mi 10 Pro

Hay que destacar también los 108 megapíxeles del sensor principal, que recogen una ingente cantidad de detalle. Por defecto, el Mi 10 Pro saca fotos de 27 MP a través de la combinación de diferentes tomas del anterior, pero es también posible hacer uso del mismo a través de un modo dedicado en la app de la cámara. No será siempre recomendable, claro, porque se pierden funciones –su aumento máximo alcanza 2x y no cuenta con HDR– y el peso de las imágenes será mucho mayor, pero puede dar juego ante ciertos escenarios donde se prime la permanencia de la definición.

Comparativa modo normal vs. 108 del Xiaomi Mi 10 Pro

Comparativa modo normal vs. 108 del Xiaomi Mi 10 Pro

El terminal permite también grabar vídeo hasta 8K (aunque solo durante unos minutos), aunque no cuenta con opciones como el cambio entre lentes cuando se está grabando –de la principal al gran angular, por ejemplo– y la grabación con la frontal se limita a 720p o 1080p, ambas a 30 fps. Sí ofrece otras posibilidades interesantes, como la de aplicar un efecto de desenfoque en tiempo real entre sujeto y fondo mientras se graba.

Puedes ver estas y otras imágenes a tamaño completo en este álbum.

Caballos bajo el capó

Dejando la cámara a un lado, buena parte del protagonismo del Xiaomi Mi 10 Pro recae también sobre aquello que se encuentra en su interior. Como no podía ser de otra manera, en sus entrañas de halla se halla el procesador Snapdragon 865 de Qualcomm, el más potente del fabricante y que será la constante en muchos de los gama alta que lleguen al mercado a lo largo del presente curso. Es acompañado de 8 GB de RAM para asegurar que el resultado sea el de no tener traba alguna en el rendimiento, sea cual sea nuestro uso diario.

Xiaomi Mi 10 Pro
Imagen: Luis del Barco.

Consecuencia del citado procesador, y como queda bien remachado en su faldón trasero, llega también con conectividad 5G. Esto, que es requisito de Qualcomm para montar el Snapdragon 865, sirve también para rellenar uno de los huecos en la hoja de especificaciones que buena parte de los buques insignia cumplimentarán este año, pero que a día de hoy reviste dudosa utilidad. Mirando al futuro, y en vistas de mantener este terminal en uso durante los próximos años, quizá pueda tener más sentido. Hoy por hoy, su utilización, al menos en España, será anecdótica.

No hace falta rebuscar mucho para dar también con una batería de 4.500 mAh que, si bien permite llegar al final del día, tampoco da manga ancha para aguantar demasiadas virguerías. Al gasto contribuyen los 90 Hz o el modo de pantalla siempre encendida, que muestra un adorno junto a la hora y las notificaciones de manera permanente, pudiéndose desactivar ambas. Pero teniendo en cuenta que se trata, este Xiaomi Mi 10 Pro, de un dispositivo muy exigente en cuanto a consumo, y que es también es muy pesado –más de 200 gramos–, una batería más capaz no le habría sentado mal.

Conclusión

El Xiaomi Mi 10 Pro es, en general, un smartphone capaz, completo; con todo, o casi, lo mejor que uno puede encontrar en el mercado. También dispone de un diseño correcto, acabados de altura y una sensación, en general, que sirve para ubicarlo en ese segmento del alta gama en el que ha sido posicionado.

Sin embargo, no es menos cierto que se encuentra aún por debajo de lo que están ofreciendo tecnológicas rivales, quedando en un lugar inferior en aspectos clave como la cámara, batería o incluso en su resistencia al agua, no disponiendo de certificación IP68 (en su lugar tiene la inferior protección P2i). Justificar su precio de entrada resulta, así, complicado. Será, eso sí, una opción interesante cuando este baje con el transcurso de los meses.

Pros

  • Rendimiento
  • Calidad de sonido
  • Versatilidad fotográfica

Contras

  • Sin resistencia IP68
  • Cámara por debajo de la competencia

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